Espa?a, la gran potencia del tenis, no competir¨¢ en el Grupo Mundial de la Copa Davis por primera vez desde 1995. El descenso de la selecci¨®n se consum¨® en S?o Paulo, donde Brasil se impuso por 3-1 tras la victoria de Thomaz Bellucci sobre Roberto Bautista por 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2. Carlos Moy¨¤, exn¨²mero uno mundial y tercer seleccionador en los cuatro ¨²ltimos a?os, tras el paso de Albert Costa y ?lex Corretja por el cargo, tuvo que gestionar una eliminatoria por la permanencia que resumi¨® todos los males de un equipo y una competici¨®n en la que Espa?a ya coquete¨® con la p¨¦rdida de la categor¨ªa en 2013.
No acudi¨® al rescate Rafael Nadal, que comprometi¨® su presencia hasta que se lesion¨® en la mu?eca derecha; ni lo hicieron David Ferrer o Tommy Robredo, que argumentaron ¡°cansancio¡±. Con cuatro tenistas entre los 20 mejores del planeta, siete entre los 30 m¨¢s destacados y doce en el top-100, la selecci¨®n perdi¨® su sitio en el Grupo Mundial de la Copa Davis. No hay mejor resumen de que el fracaso responde a una cuesti¨®n estructural (los tenistas querr¨ªan una Davis cada dos a?os) y econ¨®mica (reclaman mayores premios), pero tambi¨¦n emocional. Hace tiempo que el trofeo dej¨® de ser la quimera largamente perseguida y deseada, motor ¨²nico de carreras como la de Manuel Santana, vividas como una caza de un trofeo que Espa?a jam¨¢s hab¨ªa conseguido. Con cinco t¨ªtulos en el siglo XXI, adem¨¢s de dos finales m¨¢s, los tenistas de la actual generaci¨®n ya no subrayan entre sus objetivos principales conseguir La Ensaladera. Su profesi¨®n es individual, y consideran colmados los objetivos grupales. El apetito est¨¢ saciado. La Ensaladera ha perdido el brillo que al mismo tiempo han ganado otros torneos.
El equipo vio rota su racha de 27 eliminatorias ganadas consecutivamente sobre tierra y perdi¨® su sitio en la elite sin Nadal ni Ferrer sobre la pista
En esas se encontr¨® Bautista, el n¨²mero 15 mundial, que con 26 a?os arranc¨® 2014 como n¨²mero 73, y se vio en la dif¨ªcil posici¨®n de cargar sobre los hombros con el peso de defender al equipo hasta que un sorteo m¨¢s amable propiciara el retorno de los primeros espadas. El castellonense perdi¨® la primera manga, que dominaba 4-1, y acab¨® inclin¨¢ndose ante Bellucci en un encuentro lleno de alternativas, presidido por la presi¨®n y los nervios, y marcado por lo mucho que les cost¨® a los dos rivales digerir lo que estaba en juego. Aupado por la grada, m¨¢s ruidosa que numerosa, el tenista local devolvi¨® a su equipo al grupo de las que luchan por el t¨ªtulo, donde no se tienen pistas de la canarinha desde los tiempos de Guga Kuerten.
As¨ª, sin el escudo de sus mejores tenistas, y ante un rival menor, Brasil, que no cuenta con ning¨²n tenista entre los 80 mejores del planeta, Espa?a se despidi¨® del Grupo Mundial. Su ca¨ªda, que es la del equipo m¨¢s temido del planeta, vino acompa?ada del fin de una racha que marc¨® ¨¦poca. La Armada llevaba 27 eliminatorias seguidas ganadas sobre tierra batida, todas las disputadas desde 1999 en la superficie. Que el equipo americano fuera capaz de domar al europeo en arcilla retrat¨® la falta de experiencia de los tenistas visitantes (ninguno hab¨ªa ganado jam¨¢s un partido individual en la Davis) y afect¨® a los mismos cimientos de la competici¨®n. Cuando el conjunto con m¨¢s opciones del planeta cuenta o no con sus estrellas en funci¨®n de lo dulce o lo amargo que sea el calendario (si se juega como local o no; si el viaje es largo o no), es que algo falla en la estructura que organiza la lucha por La Ensaladera.
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