Paseo y paliza del Bar?a
El equipo azulgrana se impone de principio a fin a un Baskonia que a¨²n est¨¢ por construir
Cuando P¨¦rez Pizarro lanz¨® el bal¨®n al aire para que se lo disputaran los grandotes del Bar?a y el Baskonia, no empez¨® el partido. En realidad termin¨® en ese justo momento. Lo que vino despu¨¦s fue la escenificaci¨®n de lo que es un equipo cerrado por reformas, el Baskonia, y otro con la lecci¨®n casi, casi aprendida.
El Bar?a, con los ajustes necesarios u obligados en su plantilla, cogi¨® la velocidad de crucero tras un par de volantazos err¨®neos al inicio y luego se dio un largo paseo por el parqu¨¦ del Buesa Arena. Dominaba bajo los aros, con la presencia inmensa de Tomic, que descans¨® m¨¢s que jug¨® a la vista de la supremac¨ªa de su equipo; y dominaba por fuera con la mu?eca estilizada de Oleson. Pero hab¨ªa m¨¢s munici¨®n guardada, por ejemplo, en el brazo de Navarro que, en la segunda parte, lanzaba triples como quien lanza golosinas en un bautizo, de frente, desde los costados, de medio lado, con marcaje, desmarcado, un mon¨®logo que por momentos ten¨ªa visos de monoton¨ªa.
Y el Baskonia apenas pod¨ªa limitarse a mirar, a calibrar la densidad de la tormenta y hasta donde pod¨ªa llegar el agua. Jugar tres cuartas parte de un partido al menos 15 puntos por debajo en el marcador mina la moral del jugador m¨¢s animoso. M¨¢s a¨²n cuando el Barcelona se fue a los 20, a los 25 y la ametralladora segu¨ªa disparando.
En el Baskonia fallaba todo. El acoplamiento, porque es un equipo tan renovado que huele a nuevo que echa para atr¨¢s. Se supone que lo que ha llegado es bueno, pero ante el Barcelona no solo fall¨® el acoplamiento; el lanzamiento fue m¨¢s que deficiente, con algunos errores sonrojantes de jugadores renombrados. Se espera mucho de Gomes, de Perkins, de Orlando Johnson. La afici¨®n tendr¨¢ que seguir esperando porque su aportaci¨®n actual est¨¢ muy lejos de lo que prometen su historial y sus estad¨ªsticas. M¨¢s que curtidos en la NBA parec¨ªan rookies de la liga espa?ola, puro ¨¢nimo sin control.
L. KUTXA, 66; BARCELONA, 95
Laboral Kutxa: Heurtel (17), Johnson (8), San Emeterio (11), Ryan Gomes (6), Iverson (4); quinteto inicial,- Perkins (0), Hamilton (11), Bertans (11), Tillie (2) Illimane Diop (2), Mamadou Diop y Mart¨ªnez.
Barcelona: Satoransky (15), Oleson (11), Thomas, (0), Doellman (9), Tomic (6); quinteto inicial. Abrines (16), Lampe (4), Navarro (14), Pleiss (7), Huertas (2), Nachbar (6) y Hezonja 5).
Parciales: 16-31, 13-18, 17-22 y 20-24.
?rbitros: P¨¦rez Pizarro, P. P¨¦rez y Cort¨¦s.
Unos 10.000 espectadores en el Buesa Arena.
Y el Bar?a a lo suyo. Con el partido ganado en el salto inicial, Xavi Pascual pudo rotar a su plantilla, dar minutos a los m¨¢s j¨®venes, repartir los galones y utilizar el encuentro como un entrenamiento largo ante el duelo frente al Real Madrid en la final de esta Supercopa Endesa.
Tiene encaminado el trabajo Pascual. Marco Crespi, el t¨¦cnico italiano que tambi¨¦n debuta en el Laboral Kutxa, tiene trabajo ingente. En el haber de su nuevo equipo apenas pudo apuntar la punter¨ªa del joven let¨®n Davis Bertans, la regularidad del base Heurtel y el ¨ªmpetu infatigable de San Emeterio, el ¨²nico espa?ol del equipo. En el debe, notas y notas, apuntes y m¨¢s apuntes, trabajo para la cancha y para llevarse a casa. El Bar?a se fue con nota elevada, aunque el examen no fue dif¨ªcil. Los 29 puntos de diferencia al final relatan un partido sin historia.
La temporada empez¨® ayer para el Bar?a, un equipo sobrado de cent¨ªmetros desde el base (Satoransky) hasta los p¨ªvots (Pleiss y Tomic) y con dobles parejas de tiradores (Navarro-Abrines, Oleson-Doellman) que le amargan la vida a cualquiera. La del Baskonia, visto lo visto, parece que empezar¨¢ m¨¢s tarde de lo que el calendario ha decidido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.