Malos tiempos para Europa
El Athletic se enfrenta hoy al BATE Borisov, la cenicienta del grupo, en plena depresi¨®n
La secuencia no es balad¨ª. El Athletic asombra en la pasada temporada con un f¨²tbol a veces m¨¢gico: marca en todos los partidos, es el que m¨¢s centros produce al ¨¢rea y solo pierde dos partidos de Liga en su estadio (Atl¨¦tico y Espanyol), sobresale como un equipo plet¨®rico al que al menos hay que hacerle dos goles para ganarle. La secuencia cambia como si alguien hubiera metido una manaza inoportuna en el teatro de sombras. Se va Ander Herrera al United, algo habitual en el Athletic de los ¨²ltimos a?os (Javi Mart¨ªnez, Llorente...). No pasa nada. 19 de agosto. El Athletic elimina al N¨¢poles en la fase previa de la Champions. Y remontando. Tres goles a un equipo de Rafa Ben¨ªtez. Y tres d¨ªas despu¨¦s le hace otros tres al Levante. La vida es bella. Todo es, todo fluye. La magia de San Mam¨¦s, el talante imperativo del equipo en su nueva casa, se mantiene impasible. El incienso en La Catedral. Y de pronto huele a sudor, y el sudor lleva a la inseguridad. Y a falta de confianza. Nadie encara a nadie y el bal¨®n quema.
El Athletic, encandilado por la magia de la Champions, descubre su lado timorato. Y resulta que hoy se ve frente al BATE Borisov, un equipo bielorruso, vestido de cenicienta desde el 6-0 que le endos¨® el Oporto en la primera jornada, y mordi¨¦ndose las u?as que afilaba cuando el sorteo le depar¨® un grupo que en el sempiterno optimismo bilba¨ªno se denominaba como un grupo ¡°de Liga Europa¡±. Lo que en aquel sorteo de M¨®naco parec¨ªa un camino de rosas, resulta que ahora es un camino de espinas, porque si el Athletic, que solo ha sido capaz de ganar al Levante en la Liga, no vence en Bielorrusia, su andadura puede ser un terrapl¨¦n lleno de grijas puntiagudas.
Valverde busca entre las sombras a quien le ilumine el ataque desde la sala de estar
Y solo ha pasado un mes y pico entre la sensaci¨®n de a qui¨¦n habr¨ªa que ganar para ser primero y la de con qui¨¦n no hay perder para ser ¨²ltimo. El BATE es el fiel de la balanza. Goleado y humillado por el Oporto, ni siquiera tiene la oportunidad de pasar a la historia como en 2012, cuando le gan¨® 3-1 al Bayern. Rastreando su historia, no se encuentran ni en la ¨¦poca sovi¨¦tica ni en la actual jugadores de tron¨ªo, por m¨¢s que sea la habitual cantera de la selecci¨®n bielorrusa junto al Dinamo de Minsk, el equipo de la capital donde el Athletic se aloja. Ni siquiera el equipo bilba¨ªno entrenar¨¢ en el estadio donde jugar¨¢ hoy (20.45, Canal+ Liga de Campeones). Valverde, busca que busca, no ha incluido a Viguera ¡ªtitular ante el Eibar¡ª en la convocatoria y sigue buscando entre las sombras a quien le ilumine el ataque desde la sala de estar. La sombra de Herrera es alargada, tanto que a Valverde casi se le agotan las opciones de encontrar al sustituto que sin hacer lo mismo le iguale la productividad. Be?at, Rico, Unai L¨®pez y Muniain se han alternado en un lugar al parecer inh¨®spito, en el que vale por igual el pase que el descaro. Le queda una bala: volver a la insolencia f¨ªsica de De Marcos para desbaratar los planes del rival. Que el pulm¨®n llegue a donde no llega el tacto, la sorpresa como argumento.
En Bilbao hay nubes de dudas. Los pesimistas abogan por eludir la Champions para mirar a la Liga
En Bilbao hay nubes de dudas. Los pesimistas abogan por eludir la Champions para centrarse en la Liga, donde atisban rachas atemporaladas, con el equipo ubicado al borde de los puestos de descenso. El miedo es libre. Otros piensan que la Champions es el escenario adecuado para recuperar la autoestima. Lo cierto es que aquel escenario optimista, hasta desangelado, del sorteo de M¨®naco, sin un grande que roer, escenario desalentador para aficionados y agencias de viajes (Bielorrusia no se distingue por facilitar la vida a los turistas y Ucrania no es un destino relajante), lo ha convertido el Athletic en una rev¨¢lida inquietante. No son buenos tiempo para Europa, apenas un mes despu¨¦s.
Del BATE hay poco que decir. Es media selecci¨®n bielorrusa, que es decir mucho o poco, seg¨²n se mire. Un club que, por razones obvias, mira a la cantera y surte por igual a los sub-21 que a los absolutos. Cinco Ligas nacionales le adornan. Un cl¨¢sico en estos caminos previos de la Champions, aunque siempre sin futuro. Por clasificaci¨®n y por ¨¢nimos, el BATE mide el porvenir inmediato del Athletic. No es el mejor tiempo para los rojiblancos, que viajan con 21 unidades, por aquello de hacer grupo, y se alojan en Minsk, la capital de Bielorrusia, a 70 kil¨®metros de Borisov, por aquello de tomar distancia.
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