Phelps, obsesi¨®n y descontrol
El nadador anuncia que dejar¨¢ temporalmente la piscina tras dar positivo por alcoholemia
Fue un d¨ªa del oto?o de 2008. Bob Bowman, su entrenador, su padre putativo, le esper¨® en la piscina para volver al trabajo. Pero Michael Phelps nunca lleg¨®. En lugar de coger la bolsa hizo la maleta y se subi¨® a un avi¨®n con rumbo a Las Vegas. ¡°En ese punto simplemente no ten¨ªa nada¡±, confes¨® Phelps, a?os despu¨¦s. ¡°fue extra?o ir de lo m¨¢s alto -el punto m¨¢s alto en mi vida, ganar ocho oros ol¨ªmpicos- a decir, ¡®muy bien, ?a d¨®nde voy ahora?¡¯. No estaba motivado. Engord¨¦ 12 kilos. Durante mucho tiempo no hice nada. Literalmente, ¡®nada¡¯¡±.
La nada volvi¨® a tragarse a Phelps hace una semana. El hombre que m¨¢s medallas ol¨ªmpicas ha ganado en la historia, el mejor nadador de todos los tiempos, el modelo m¨¢s perfecto de h¨¦roe de la producci¨®n industrial americana, fue arrestado por la polic¨ªa de Maryland en la madrugada del martes 30 de septiembre por duplicar la velocidad permitida en el T¨²nel del Fuerte McHenry, la autov¨ªa que pasa por debajo del puerto de Baltimore. Su tasa de alcohol en la sangre era de 0.14%, mucho m¨¢s all¨¢ del m¨¢ximo de 0.08%. Antes de montarse en su Land Rover, hab¨ªa estado encerrado durante ocho horas en el Horseshoe Casino (el ¨²nico establecimiento en la ciudad con licencia para vender alcohol las 24 horas) jugando al Black Jack.
Acudir¨¦ a un programa que me dar¨¢ la ayuda que necesito para comprenderme mejor a m¨ª mismo"?
Phelps, que ya fue detenido por conducir ebrio en 2004, anunci¨® esta ma?ana, v¨ªa Twitter, que dejar¨¢ la nataci¨®n temporalmente para cuidarse a s¨ª mismo. Pudo tratarse de una forma cr¨ªptica de informar que ingresar¨¢ en una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n. ¡°Reconozco¡±, dijo, ¡°que este no ha sido mi primer error de juicio y estoy extremadamente decepcionado conmigo mismo. Me tomar¨¦ un tiempo para acudir a un programa que me proveer¨¢ la ayuda que necesito para comprenderme mejor a m¨ª mismo. La nataci¨®n es una parte importante de mi vida, pero ahora mismo necesito enfocar mi atenci¨®n sobre m¨ª mismo como individuo, y hacer el trabajo necesario para aprender de esta experiencia y tomar mejores decisiones en el futuro¡±.
El jefe del servicio de salud mental Retiro del hospital Gregorio Mara?¨®n, el psiquiatra N¨¦stor Szerman, tiene amplia experiencia en tratar deportistas de alta competici¨®n. ¡°No es generalizado¡±, advierte, cuando le hablan del caso de Phelps, ¡°pero hemos tenido deportistas de elite que han repetido estas conductas. Especialmente en deportes solitarios, como la nataci¨®n. La nataci¨®n es un deporte de much¨ªsimo esfuerzo. Es el deporte que m¨¢s a¨ªsla a quienes lo practican. El nadador est¨¢ solo frente al peligro. Depende de su esfuerzo y de su enorme determinaci¨®n. En niveles como el de Phelps tienen personalidades muy obsesivas, muy controladoras. Son luchadores y ¡®conseguidores¡¯ pero tienden a disfrutar menos de la vida. Predomina el sufrimiento sobre el goce. Lo mismo que les lleva al triunfo les puede conducir a estas situaciones de descontrol y sufrimiento¡±.
Muchos deportistas de elite tienden al descontrol", explica N¨¦stor Szerman, psiquiatra especializado
El juicio a Phelps por conducir bajo la influencia del alcohol se celebrar¨¢ el 19 de noviembre. En el peor de los casos le podr¨ªan imponer una pena de un a?o de prisi¨®n. Pero esa no es la ¨²nica amenaza de su carrera. La federaci¨®n estadounidense de nataci¨®n, USA Swimming, eval¨²a una suspensi¨®n. Fuentes de la federaci¨®n indicaron a este diario que es muy poco probable que la sanci¨®n le impida acudir a los Mundiales de Kaz¨¢n del pr¨®ximo a?o, y mucho menos a los Juegos de Rio, en 2016. Phelps es demasiado atractivo para las televisiones y los patrocinadores como para dejarlo al margen de un deporte minoritario que necesita de su presencia para ganar popularidad.
Szerman explica que el proceso que desencadena conductas adictivas en los atletas responde a un patr¨®n. ¡°Los deportistas como Phelps¡±, dice, ¡°se dedican solo a nadar y quieren ser el mejor y el mejor y el mejor... El car¨¢cter les empuja a conseguir lo que se proponen. S¨ª o s¨ª. Practican la contenci¨®n. Son hipercontrolados para poner toda su energ¨ªa en el esfuerzo para conseguir lo que se proponen: ser el mejor. Al mismo tiempo, son personas con tendencia al descontrol. El alcohol pone en marcha mecanismos neurobiol¨®gicos que los calman, los tranquilizan, los distancian de esta determinaci¨®n obsesiva. Por eso, cuando beben lo hacen de forma compulsiva. Beben la primera copa y ya no pueden parar. El descontrol aparece en otros ¨¢mbitos como en el juego, que hoy se considera trastorno adictivo. El juego se incluye en las clasificaciones internacionales de enfermedades mentales igual que el alcohol¡±.
La federaci¨®n busca v¨ªas para permitirle ir a los Mundiales de 2015 y a los Juegos de R¨ªo
¡°Despu¨¦s est¨¢n los factores ambientales¡±, concluye Szerman. ¡°Phelps est¨¢ llegando al final de su carrera deportiva y esto produce una situaci¨®n de cambio: no va a tener la atenci¨®n y los focos que ha tenido hasta ahora. Ve pr¨®ximo el fin de una profesi¨®n y lo ve de forma m¨¢s angustiosa porque estas grandes figuras necesitan el reconocimiento exterior. Por eso luchan y pelean y dan m¨¢s que los otros. Porque son triunfadores¡±.
Phelps anunci¨® que dejaba la nataci¨®n tras ganar seis medallas en los Juegos de Londres, en 2012. ¡°No quiero nadar despu¨¦s de los 30¡±, dijo. En enero de 2013 le fotografiaron en las Bahamas tocado con una gorra de los Orioles y empinando una botella de vino blanco espumante del valle del Columbia: un Domaine Ste. Michelle que dio la vuelta al mundo. Hace cinco meses decidi¨® anunciar que volver¨ªa a competir. Entonces proclam¨® su deseo de despedirse a lo grande, como campe¨®n ol¨ªmpico, en los Juegos de Rio, en 2016. Para entonces tendr¨¢ 31 a?os.
Nadie nad¨® los 100 mariposa m¨¢s r¨¢pido que Phelps en 2014: 51,71s
Se calcula que su fortuna asciende a m¨¢s de 50 millones de d¨®lares. No ser¨¢ por dinero. Si se lo propone, y en la federaci¨®n americana est¨¢n convencidos de que no quiere dejar de entrenarse, es muy factible que vuelva a colgarse un oro en Rio. Le bastaron tres meses de preparaci¨®n para nadar en 51,71s los 100 metros mariposa en los Campeonatos Nacionales celebrados el pasado verano. La marca sigue en lo m¨¢s alto del r¨¢nking de la FINA en 2014.
El 29 de septiembre, horas antes de la detenci¨®n de su nadador, Bob Bowman public¨® una frase en Twitter: ¡°La excelencia no es un acto, es un h¨¢bito¡±.
Fue lo m¨¢s parecido a una premonici¨®n. La se?al de que algo no iba bien. Era oto?o y volv¨ªa el fr¨ªo, y con el cambio de estaci¨®n los nadadores abandonaban la vida comunal de los grandes torneos y se dispon¨ªan a iniciar el solitario tr¨¢nsito invernal hacia la temporada siguiente. Entonces surgen las tentaciones. La necesidad espantosa de salir del agua y afrontar el vac¨ªo de una vida sin metas imposibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.