El triunfo emp¨ªrico del Espanyol
Sergio Gonz¨¢lez cambia el toque por la contra para descoser a una Real sin plan ni pegada
Ajustado a su realidad, el Espanyol ha recobrado el color y el f¨²tbol, la contra y la competitividad que pueden hacer tiritar a cualquiera. Como a la Real Sociedad, que careci¨® de idea y plan, por m¨¢s que las jugadas hom¨¦ricas de Vela azuzaran el cotarro. Pero le falta un socio y eso es mucho ante un Espanyol que mueve las l¨ªneas al comp¨¢s, que tiene a Sergio Garc¨ªa, el genio del bal¨®n.
Como Groucho Marx, siempre disponible a cambiar de principios, Sergio Gonz¨¢lez desech¨® su librillo, el de la posesi¨®n y la filigrana, para tirar de empirismo puro, pragmatismo al cubo. As¨ª, ya no aspira el Espanyol a destilar un f¨²tbol de sal¨®n, con el toque y pase por bandera, sino que atiende a sus limitaciones para hacer en dos pases lo que antes se pretend¨ªa en 10. La zaga no se enreda en la salida y levanta la cabeza para otear al frente, para leer los desmarques de Caicedo y Sergio Garc¨ªa a las bandas. Y en uno de esos arrastres, Sergio, futbolista con f¨¦rula ¡ªdoble factura de los huesos del carpo¡ª y sobre todo chistera, la lio gorda. Le ayud¨®, en cualquier caso, Zaldua, un lateral con el futuro a sus pies pero que, impaciente, pierde el sitio porque le sobran las fuerzas para cubrir el carril. Por lo que Sergio cay¨® al costado y le bast¨® con un baile de cadera para deshacerse de Mikel Gonz¨¢lez. Carrera, l¨ªnea de fondo y bal¨®n a la llegada de Caicedo (que le puso intenci¨®n pero no el pie) y de Lucas V¨¢zquez, que lo meci¨® primero y lo envi¨® a la red despu¨¦s. Gloria de Sergio y victoria de Lucas, que crece a cada duelo porque le sobran piernas para el quiebro y la galopada.
ESPANYOL, 2 - R. SOCIEDAD, 0
Espanyol: Casilla; Javi L¨®pez, Colotto, ?lvaro, Fuentes; Lucas V¨¢zquez, Ca?as, V¨ªctor S¨¢nchez, V¨ªctor ?lvarez (Monta?¨¦s, m. 72); Sergio Garc¨ªa (Eric, m. 89) y Caicedo (Stuani, m. 64). No utilizados: Pau; Arbilla, Salva Sevilla y ?lex Fern¨¢ndez.
Real Sociedad: Zubikarai; Zaldua, Mikel Gonz¨¢lez, ??igo Mart¨ªnez, De la Bella (Gazta?aga, m. 46); Canales (Chory Castro, m. 61), Bergara; Vela, Xabi Prieto Finnbogason, m. 70), Zurutuza; y Agirretxe. No utilizados: Bardaj¨ª; Granero, Ansotegi y Pardo.
Goles: 1-0. M. 7. Lucas V¨¢zquez. 2-0. M. 92. Stuani.
?rbitro: Melero L¨®pez. Amonest¨® a Ca?as, Javi L¨®pez, Fuentes, Gazta?aga, Mikel Gonz¨¢lez, V¨ªctor S¨¢nchez, ?lvaro y Colotto.
Power8 Stadium. 18.326 espectadores.
Poco replic¨® de inicio la Real, est¨¦ril en la sala de m¨¢quinas porque Granero y Pardo dieron con sus huesos en el banquillo. Y Canales, por muy buen pie que tenga no sirve para el mando sino para el aceler¨®n, para el pase que nadie ve. El problema es que ninguno se la dio, desbravados Zurutuza y Prieto. Demasiadas deficiencias para descuajaringar al Espanyol, que ya no toca pero s¨ª se defiende de maravilla, casi siempre en campo ajeno y con una intensidad inmune al desaliento. Y como ejemplo Caicedo, que tanto le da correr hacia adelante que para hacia atr¨¢s, generoso a m¨¢s no poder con la causa.
Ocurre, sin embargo, que el equipo txuri-urdin nunca se vence como ya argument¨® ante el Madrid y el Celta. Impulsados por Vela, que ya le vuelve a coger el punto a la Liga, ??igo Mart¨ªnez envi¨® su remate a las nubes y Agirretxe dej¨® la marca del bal¨®n en el pecho de Casilla. Tampoco atin¨® Gazta?aga. Tres ocasiones y cero goles, castigo que penaliz¨® el Espanyol porque tiene oficio, capaz de cantar la nana cuando el rival anda desvelado. O de agitarlo en el ¨²ltimo suspiro con otra contra, con un Monta?¨¦s que puso el centro con el exterior del pie para que Stuani le pusiera el lazo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.