Un Madrid redondo
El equipo blanco, con su mejor versi¨®n de la temporada, arrasa a un Athletic de plastilina
Un Madrid creativo, entusiasta, con pulso y un gancho demoledor arras¨® a un Athletic que se ha quedado en tanga de forma inopinada. Fue el Madrid m¨¢s sobresaliente de la temporada, impecable en todos los resquicios del juego. Un equipo compacto, mejor agrupado que otras veces, sin una tacha para nadie. Vale que el rival est¨¢ en el cuarto oscuro, pero los madridistas no les dieron respiro. En el Madrid m¨¢s coral despuntaron tres solistas grandiosos: Cristiano, Bale y Benzema. Indomables para un contrario de plastilina, solo sostenido por su portero Iraizoz. Al Madrid le sobra gol y ya se sabe que el gol no siempre es hijo del juego. Ante el Athletic s¨ª lo fue. La manita no lleg¨® por sus eminentes delanteros, como en tantos d¨ªas, sino fruto de un f¨²tbol estupendo. La consecuencia de un equipo redondo.
R. MADRID, 5 - ATHLETIC, 0
Real Madrid: Casillas, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Varane, m.46), Marcelo, Kroos (Illarramendi, m.74), Modric, James, Bale, Cristiano y Benzema. No utilizados: Navas, Chicharito, Arbeloa, Nacho.
Athletic: Iraizoz, De Marcos, Gurpegui, Laporte, Balenziaga, Iturraspe, Rico, Be?at (Ibai, m.46), Susaeta (Unai L¨®pez, m.62), Muniain (Etxeita, m.74) y Guillermo. No utilizados: San Jos¨¦, Herrer¨ªn, Iraola, Viguera.
Goles: 1-0. M. 3. Cristiano Ronaldo. 2-0. m. 41. Benzema. 3-0. M. 55. Cristiano Ronaldo. 4-0. M. 69. Benzema. 5-0. M. 89. Cristiano Ronaldo.
?rbitro: Alejandro Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez. Amonest¨® a De Marcos, Sergio Ramos yBalenciaga.
77.987 aficionados en el Bernab¨¦u.
El Athletic lleg¨® a Chamart¨ªn con el coraz¨®n en los huesos y el alma en los pies. No lo pudo disimular ni dos minutos, lo que tard¨® Cristiano en doblegarle al cabecear con pericia un centro de Bale con la derecha. No era la primera llegada del Madrid. El gal¨¦s ya hab¨ªa anticipado un centro similar que Iraizoz desvi¨® con un croch¨¦ a la pelota. Esa fue toda la pegada de los muchachos de Valverde, irreconocibles en este comienzo de curso, en descenso en su peor arranque en 35 a?os. No hay rastro de aquel Athletic en combusti¨®n, vitalista y din¨¢mico que hace solo unos meses se gan¨® con brillo una plaza de Champions. Tampoco del que hace nada despach¨® con garbo al N¨¢poles en el protocolo europeo. En ocasiones, la Copa de Europa hipnotiza m¨¢s de la cuenta, exige otras rutinas y no han sido pocos los equipos que han pagado el peaje. En tiempos no lejanos, el Celta, el Betis, la Real¡ Un mal de altura, quiz¨¢, para equipos sin mucha reserva.
El equipo bilba¨ªno no se alej¨® un mil¨ªmetro de lo que es estos d¨ªas. Blando, sin chicha, con los pies torcidos y la cabeza distra¨ªda. Como muestra, por ejemplo, un par de saques de esquina. No hay aficionado que desconozca las tiritonas del Madrid para defender jugadas a bal¨®n parado. El ¨²nico que parece desconocer ese cap¨ªtulo es Be?at, empecinado en sacar en corto, para brindis de los madridistas, que tiraban confetis. Atrofiado con la pelota, sin dos pases de m¨¦rito, el Athletic solo acert¨® a ajustar su defensa para poner en fuera de juego a los blancos. Solo con esa argucia y pu?ados de buenas paradas de Iraizoz logr¨® evitar un escarnio mayor. Al Madrid le falt¨® algo de diligencia para evitar la trampa, pero tampoco se sinti¨® apremiado en toda la jornada.
El conjunto de Ancelotti super¨® a su adversario de principio a fin en un duelo sin curvas, siempre al antojo de un Madrid exquisito, que jug¨® con soltura, eficacia y brillantez. Porque es admirable lo que este equipo hace a toda mecha, con la dificultad que conlleva ser preciso y clarividente a mil por hora. Y es que el Athletic de hoy es tan ingenuo, tan desaplicado, que hasta consinti¨® correr al Madrid. Por esa v¨ªa no hay quien eche el lazo a esa manada de gente como Cristiano o Bale. El gal¨¦s fue un fulgurante cometa para Balenziaga, que ni le vio la matr¨ªcula. Bale cada vez tiene mayor repertorio, lo que ya es mucho: vuela, no tira con fogueo y asiste. Lo hizo de nuevo en el segundo tanto de Cristiano tras una excelente combinaci¨®n con ese l¨²cido gu¨ªa ofensivo que es Benzema. Gato listo este chico. El franc¨¦s, al primer toque, dio carrete a Bale, que lleg¨® al ¨¢rea como el galgo que es y cit¨® a CR con el gol. Pim, pam, pum¡ Demasiado para cualquiera y m¨¢s para este Athletic sin chasis ni para defender un c¨®rner cabeceado por Benzema, que no se distingue en esas suertes. Fue el segundo del Madrid, al filo del descanso.
El festival de Cristiano, Bale, Benzema y el resto a¨²n dur¨® otro acto, el segundo tiempo, cuando el Athletic solo intervino para la rehabilitaci¨®n de Casillas, que parece ir por buen camino. Su respuesta a un cabezazo de Ibai ante sus narices fue propia del Casillas de casi toda la vida. Quien tambi¨¦n va cogiendo el molde es James, obligado a surcar por las zonas de Di Mar¨ªa sin dejar de ser James. El colombiano no es un gladiador, pero poco a poco va descubriendo cu¨¢ndo cubrir al menos su zona como volante zurdo y cu¨¢ndo engancharse en la sala de espera del gol. El partido de James fue notable en su doble faceta de interior y media punta, lo que m¨¢s le gusta. Cerca de la meta rival se ilumina, como en su maravillosa entrega de tac¨®n a Bale, al que se le fue el remate por un dedo. Para dedos los de Iraizoz, que cape¨® la tormenta. El Madrid, que nunca baj¨® el pist¨®n, fue un torrente, de juego ¡ªtambi¨¦n muy animado por Modric¡ª y oportunidades. Sus tres atacantes resultaron irresistibles para todos sus contrarios salvo para el portero vasco. Sin ¨¦l, la escabechina pudo haber sido de ¨¦poca. El Athletic se vio sacudido por fuera, con Marcelo y Carvajal m¨¢s extremos que laterales, y por dentro, con una presi¨®n alta que le asfixiaba.
Era el Madrid contra Iraizoz, no hubo m¨¢s partido que ese. Hizo otra diana Benzema, que los necesita para quienes no le leen otro juego. Y, faltar¨ªa m¨¢s, Cristiano, al que ya no hay quien le lleve la cuenta. Lo mismo los mete de cuatro en cuatro que de tres en tres, lo que ha dejado de ser portada. Esta vez cerr¨® el bot¨ªn con un gol con el codo. Lo mismo da, cualquier d¨ªa marcar¨¢ con el juanete. Ante tipos as¨ª y un gran Madrid colectivo el Bernab¨¦u no era el mejor div¨¢n para un Athletic al que le urge una terapia de choque. El Madrid a lo suyo, con el mazo afilado y con un f¨²tbol cada vez m¨¢s poderoso y creativo.
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