El circo de Putin

El recelo por parte de los miembros de seguridad que controlan los accesos al circuito de Sochi refleja perfectamente el empe?o de la organizaci¨®n de la carrera y del gobierno de Vladimir Putin en que nada se tuerza este fin de semana. La prensa, por ejemplo, tiene que pasar por dos arcos de seguridad como los de los aeropuertos antes de poder acceder al paddock,y no es extra?o que a uno le pidan explicaciones por el monedero que lleva o que le obliguen a tirar unos pa?uelos. Si las previsiones m¨¢s optimistas sue?an con una asistencia cercana a las 55.000 personas de cara a la carrera (13.00, A-3, Movistar TV y TV3), los efectivos policiales para hacerse cargo del p¨²blico llegan a los 27.000 efectivos, una cifra que supone un polic¨ªa para cada dos aficionados. En los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno que se disputaron aqu¨ª hace solo unos meses el despliegue global fue de 37.000 agentes. El Autodrom cost¨® m¨¢s de 140 millones de euros, y al igual que las instalaciones de alrededor, impresiona mucho.

"Lo ¨²nico que queremos es que todo aquel que se vaya de aqu¨ª el domingo tenga ganas de volver", reflexiona Richard Gregan, el consultor que se ha encargado de supervisarlo todo.

Habr¨¢ 27.000 polic¨ªas, uno por cada dos aficionados, y se cerrar¨¢ el espacio a¨¦reo

Nadie ha confirmado oficialmente a¨²n la presencia de Putin pero se da por descontado que asistir¨¢ al primer Gran Premio de F¨®rmula 1 de la historia de su pa¨ªs. A m¨¢s de uno le dar¨ªa un patat¨²s si despu¨¦s de haber implantado un protocolo digno de pel¨ªcula de Hollywood decidiera finalmente no venir. Las divisiones m¨¢s condicionadas son las que se encargan de la seguridad y las televisiones. Estas ¨²ltimas recibieron el viernes por la ma?ana algunas directrices que deber¨¢n seguir si no quieren arriesgarse a que su se?al se caiga de forma repentina. Obviamente, la reuni¨®n con los responsables de Formula One Management (FOM), titular de los derechos comerciales del campeonato, fue de palabra porque, en caso de ponerse negro sobre blanco alg¨²n operador podr¨ªa demandar a la compa?¨ªa por incumplimiento de contrato. Los operarios de c¨¢mara de las cadenas, por ejemplo, no podr¨¢n enfocar directamente al mandatario, que llevar¨¢ su propio equipo, y tampoco deben acercarse a ¨¦l ¡ªaunque la tropa de 24 personas que le custodiar¨¢n tampoco se lo pondr¨ªa f¨¢cil¡ª. Tambi¨¦n se ha visto en apuros el departamento de acreditaciones: las escuder¨ªas las pasan canutas para conseguir una y el gabinete del pol¨ªtico ha solicitado m¨¢s de 500, todas ellas sin nombre ni rostro.

Putin llegar¨¢ en un coche blindado una media hora antes del arranque de la carrera y ser¨¢ trasladado por una escalera hasta un palco con cristales antibalas y tintados. Ese es, seg¨²n parece, el lapso de tiempo que m¨¢s preocupa a su guardia de corps, que baraja la posibilidad de hacer un barrido de se?al para evitar que nadie pueda detonar un artefacto a distancia. Eso implicar¨ªa que durante ese tiempo ning¨²n piloto podr¨ªa recibir mensajes por radio, lo que mosquea a los equipos.

Por si acaso, el espacio a¨¦reo permanecer¨¢ cerrado durante la prueba ¡ªa excepci¨®n de los helic¨®pteros de la organizaci¨®n¡ª, y est¨¢ por ver si el presidente querr¨¢ entregar el trofeo al ganador en el podio. En caso de que algo vaya mal siempre se podr¨¢ recurrir a Steven Seagal, el actor favorito de Putin y una de las celebridades a las que se esperan.