El colista se rebela ante el invicto

El marchamo de invicto del Valencia muri¨® en Riazor ante un rival que le recib¨ªa como colista. Acab¨® con una goleada que aclara el panorama sobre las aspiraciones del equipo de Nuno y las ilusiones de quien pudiera apuntar a lo m¨¢s alto. M¨¢s all¨¢ de su excepcional inicio de campa?a est¨¢ la exigencia de un campeonato que no permite dudas y que castiga como nunca los tropiezos en escenarios propicios. En una Liga donde el list¨®n del t¨ªtulo se sit¨²a en el entorno, o por encima, de los noventa puntos, el fiasco inesperado ante equipos sobre el papel inferiores lamina cualquier deseo de llegar a esa cota. Porque primero est¨¢ el marcador y luego las sensaciones. En alguna otra salida ya hab¨ªa dejado dudas el Valencia, en Riazor cay¨® con estr¨¦pito y merecimiento.

Acab¨® el partido y el estadio se alz¨® para ovacionar a los suyos. Ya lo hab¨ªa hecho al descanso cuando algunos futbolistas se iban abrazados a la caseta, con la satisfacci¨®n provisional del trabajo bien hecho, con la grata sensaci¨®n de la revancha. La ¨²ltima vez que hab¨ªan jugado como locales se marcharon silbados y entre reproches, el ¨²ltimo partido en Sevilla tocaron fondo. El Deportivo es hoy un modesto de Primera, pero cabe pedirle siempre un m¨ªnimo en lo futbol¨ªstico y en el esfuerzo, un escueto tope al que no se hab¨ªa acercado en la jornada anterior y que propici¨® quince d¨ªas de reuniones y contrici¨®n. Lo superaron con la zozobra de alg¨²n desajuste, pero la serenidad de un equipo honrado en el trabajo. Atr¨¢s qued¨® el Valencia, el m¨¢s ilusionante en bastante tiempo, superado, con pocos recursos para enfrentar una zaga cerrada y doliente cuando lo expon¨ªan al galope.

El Deportivo gan¨® porque subi¨® varias marchas respecto al rival. Sufri¨® en aspectos puntuales que le pudieron da?ar: las dudas para tapar la espalda de su lateral Luisinho o alguna desatenci¨®n defensiva sobre todo en el repliegue tras no finalizar las acciones de ataque, importante detalle sobre el que deber¨¢ incidir. Pero jug¨® a c¨¢mara r¨¢pida el Deportivo y se incomod¨® el Valencia, incapaz de sujetar ya de inicio la alternancia de posiciones de los tres mediapuntas y el delantero en los que confi¨® V¨ªctor Fern¨¢ndez. Cuestionado por los resultados, el t¨¦cnico aragon¨¦s introdujo seis cambios respecto a su ¨²ltima alineaci¨®n, a un s¨¦ptimo futbolista (Juanfran) lo reubic¨® en el lateral. Gan¨® un nuevo aire, fue m¨¢s voraz en defensa, donde sobresali¨® el polaco Wilk ante la zaga, y punzante en ataque. El Valencia asisti¨® al despliegue rival con la displicencia del que sabe superior. Esper¨® su momento, pero mientras llegaba se encontr¨® con dos goles y la sensaci¨®n al descanso de estar roto. Encaj¨® un gol fantasma en propia puerta tras un saque de esquina que bot¨® Medunjanin justo despu¨¦s de haber enviado un libre directo al larguero. A la espera de la tecnolog¨ªa que ya impera en la Premier League para resolver ese tipo de situaciones, en Espa?a se recurre al oj¨ªmetro. El del asistente de Estrada Fern¨¢ndez vio el bal¨®n dentro desde treinta metros de distancia. El golpe castig¨® a¨²n m¨¢s al Valencia, que se descompuso y propici¨® un agujero que aprovech¨® Lucas P¨¦rez para marcar el segundo la tarde de su debut.

Nuno recompuso a su equipo tras el descanso, ya lo hab¨ªa hecho de inicio cuando una lesi¨®n en el calentamiento de Diego Alves dio la alternativa al meta Yoel. Retir¨® del campo al irrelevante Filipe Augusto y al desapercibido Piatti, dio las alas a Feghouli y Carles Gil y plant¨® un 4-4-2 con Paco Alc¨¢cer y Rodrigo muy juntos, quiz¨¢s un preludio de lo que espera cuando acople a Negredo en el equipo. El Deportivo se qued¨® sin la pelota, que tampoco nunca hab¨ªa querido, pero sobre todo perdi¨® algo de aliento. El marcador obligaba al Valencia, el esfuerzo lastraba a los locales, pero V¨ªctor Fern¨¢ndez actu¨® con correcci¨®n y relev¨® a sus dos hombres m¨¢s adelantados para que la presi¨®n inicial no se rebajase. Riazor contuvo la respiraci¨®n y abri¨® el paraguas como cuando se avecina el peor de esos chaparrones que recibe desde el cercano oc¨¦ano.

El Valencia interpret¨® bien la situaci¨®n, pero ejecut¨® mal. Abri¨® el campo y, sobre todo, Carles Gil comenz¨® a producir. Conect¨® con Rodrigo, que ya hab¨ªa sido su futbolista m¨¢s incisivo cuando oper¨® por la banda derecha en la primera parte, pero no lleg¨® a Paco Alc¨¢cer, que pareci¨® menos prol¨ªfico en el desmarque de lo que acostumbra. Le falt¨® ese punto de codicia al Valencia, le falt¨® frescura tras el refresco que pretendi¨® su entrenador porque adem¨¢s el Deportivo gestion¨® con solidez el reloj y la ventaja antes de encontrar en un solo pase un latifundio ante Yoel para que Toch¨¦ le diese con el tercer gol la tranquilidad de un triunfo bals¨¢mico que le saca de las catacumbas de la tabla, tambi¨¦n del descenso.