¡°Estamos orgullosos de representar a un pa¨ªs¡±
El Andorra, subvencionado por el Gobierno y patrocinado por un banco, logra su primera victoria tras ser el primer club en seis a?os en poder pagar el canon de ascenso a la ACB, casi cinco millones
En ese lanzamiento de David Navarro a tres segundos del final volaba algo m¨¢s que la posibilidad para el MoraBanc Andorra de ganar su primer partido este curso en la ACB. Era tambi¨¦n ¡°el orgullo de un pa¨ªs¡± lo que estaba en juego. La pelota entr¨®, dio al equipo del principado el triunfo ante el Baskonia por 87-85 e hinch¨® los corazones de los casi 3.000 aficionados en el pabell¨®n Govern Andorra. En su encuentro 150 en la ¨¦lite, el club volvi¨® a saborear una victoria despu¨¦s de 6.742 d¨ªas, m¨¢s de 18 a?os, desde aquel 3 de mayo de 1996 en el que venci¨® al Huesca y comenz¨® una ca¨ªda sin red.
El que fuera Festina Andorra en el que jug¨® Jos¨¦ Luis Llorente desapareci¨® como equipo profesional. Lo dejaron con vida los jugadores de la cantera. Hoy esos chicos son el presidente, Gorka Ais¨¤s, y varios miembros de la junta. Y disfrutan de una nueva vida. El verano pasado el club culmin¨® su resurrecci¨®n como campe¨®n de la Adecco Oro, y con la chequera necesaria para subir a la ACB, un muro econ¨®mico que en los ¨²ltimos a?os ha dejado a clubes como Burgos y Alicante sin poder recoger el fruto de su trabajo en la pista. El Andorra pag¨® cada euro, casi cinco millones entre el abono de entrada en la ACB (3.123.000 euros), la aportaci¨®n al fondo de ascensos y descensos (1.561.000) y la cuota de valor patrimonial (132.000), convirti¨¦ndose as¨ª en el primer club desde el CAI Zaragoza en 2008 en poder hacer frente a estos requisitos para ascender. Aunque en su caso se beneficiara de no abonar el IVA gracias al r¨¦gimen fiscal especial del principado.
El abono de entrada solo se paga una vez, pero el Andorra debi¨® volver a desembolsar el dinero porque el club de los noventa desapareci¨® y este es uno nuevo, con una entidad fiscal diferente (lo mismo pas¨® con el Zaragoza). Es la dura realidad econ¨®mica de la ACB, que condiciona los logros o fracasos deportivos. Si no hay ascensos, no hay descensos, y as¨ª se salvaron de bajar el Estudiantes y el Manresa, por ejemplo. Las quejas han sido constantes entre los clubes que no pueden afrontar el canon (aunque los que ya han pagado no quieren que se concedan rebajas a otros), y la ACB estudiar¨¢ flexibilizar los pagos del abono a partir de ahora en lugar de exigir un pago ¨²nico.
En la plantilla est¨¢n veteranos como Jordi Tr¨ªas y V¨ªctor Sada
Andorra ha salvado el obst¨¢culo con el patrocinio de un banco, MoraBanc, y una subvenci¨®n p¨²blica del Gobierno por tres a?os, con 2,3 millones recibidos el primer curso. ¡°Han cre¨ªdo en nuestra gesti¨®n. Es un producto muy bueno¡±, asegura Francesc Solana, el director general. ¡°Somos un equipo que representa al pa¨ªs y eso socialmente se valora mucho. No representamos a una ciudad ni a una comunidad, sino a un pa¨ªs. Estamos muy orgullosos de eso. Si no fu¨¦ramos un producto del pa¨ªs, no funcionar¨ªamos. Es lo que nos da el espaldarazo. Nuestro lema es Somos un pa¨ªs. Hemos tenido un crecimiento realista. No podemos pagar tanto como otros, pero lo que prometemos lo pagamos¡ ?Un r¨¦gimen fiscal especial? Tambi¨¦n lo tiene el Pa¨ªs Vasco¡±.
El Andorra ha remodelado su pabell¨®n para tener el m¨ªnimo exigido de 5.000 espectadores, cuenta con m¨¢s de 2.000 socios (entre una poblaci¨®n de 35.000 habitantes) y un presupuesto de tres millones. El exjugador Joan Pe?arroya dirige desde el banquillo a una plantilla en que veteranos como Jordi Tr¨ªas (33 a?os) y V¨ªctor Sada (30) se mezclan con debutantes en la ¨¦lite. ¡°Somos algo especiales. Al bajar la gente se desconect¨® del baloncesto, pero ahora se han vuelto a enganchar¡±, dice Marc Blanch, capit¨¢n junto a Sada. Es el orgullo de jugar por un pa¨ªs.
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