Madrid y Joventut, una maravilla

La ACB est¨¢ a salvo si lo que vende es este producto, un baloncesto que entra por los ojos al espectador, de ataques rapid¨ªsimos, con dos equipos con el aro contrario entre ceja y ceja y salt¨¢ndose los sistemas a golpe de talento y de inspiraci¨®n. Puro espect¨¢culo, nada de ajedrez. Es lo que han brindado Real Madrid y Joventut (90-88) en una cita maravillosa que pudo caer de cualquier lado. La decant¨® el Madrid para su orilla con la locura de triples de Rivers en el ¨²ltimo cuarto y una canasta de Felipe Reyes a falta de tres segundos con la que abroch¨® su partido n¨²mero 600 en la ACB (el que m¨¢s entre los jugadores en activo, seguido por Navarro).

Fue un encuentro jugado de poder a poder, plagado de volantazos en el marcador, a mil revoluciones desde el primer al ¨²ltimo chispazo. Kirksay abri¨® el concurso con cinco puntos seguidos. El Joventut dej¨® clara en un suspiro su tarjeta de presentaci¨®n: acciones muy r¨¢pidas (a veces hasta precipitadas y con tiros locos), ataques cortos, muchas piernas para correr. El tanteo se mov¨ªa desde el 7-7 al 14-14 con los dos conjuntos bien agarrados. Hab¨ªa arrancado el Madrid sin Rudy, Llull ni Sergio Rodr¨ªguez, fiado a los muelles de Ay¨®n, s¨ªntoma de que Laso dispone pr¨¢cticamente de dos equipos para una temporada de larga duraci¨®n con la Euroliga de nuevo en el punto de mira. Cuando el t¨¦cnico hizo saltar a la segunda l¨ªnea, a Rudy, Nocioni y Mejri, el Madrid abri¨® una rendija (23-15). De nuevo exhibi¨® un fabuloso caudal ofensivo en el primer cuarto (33 puntos) despu¨¦s de haber comenzado algo remol¨®n en la noche europea contra el Zalgiris.

Donde otros rivales levantan la bandera de rendici¨®n, el Joventut redobl¨® su apuesta. Todo o nada. A tumba abierta, sin variar un ¨¢pice el gui¨®n, el conjunto badalon¨¦s mantuvo pisado el pie en el acelerador. Esprint¨® con un parcial de 0-11 a golpe de triples, uno tras otro (44-49), hasta pasarse de rosca y mandar alguno al limbo. La desbordante energ¨ªa de Llull, con un triple sobre la bocina, dej¨® el partido casi donde hab¨ªa nacido cuando lleg¨® el descanso (50-51).

El p¨²blico quer¨ªa m¨¢s de ese delicioso pastel. Ambos equipos intentaron esforzarse en defensa en la segunda parte, pero no era d¨ªa para amarrar, sino para desatarse en una locura de ataques sin freno. Todos brincaban, todos saltaban, sin un momento de tregua. M¨¢s colectivo el Joventut (22 asistencias), m¨¢s a impulsos el Madrid.

Con 64-66 se entr¨® en el ¨²ltimo cuarto. Su¨¢rez anot¨® un triple para la Penya y eso desat¨® a la bestia Rivers cuando el Madrid lleg¨® a estar contra las cuerdas (67-76, nueve puntos por debajo). El alero se apunt¨® un triple cuando Kirksay comet¨ªa falta sobre Felipe, y la posesi¨®n siguiente repiti¨® la proeza. Otro triple. Florentino P¨¦rez y Jordi Villacampa temblaban en el palco ante tal inyecci¨®n de adrenalina. ?Otro triple de Su¨¢rez, a tablero! ?Otro triple de Rivers, el quinto! Con 88-82, el duelo parec¨ªa resuelto¡­ pero no. Rem¨® el Joventut y Kirksay empat¨®. La canasta final le correspond¨ªa a Felipe en su cita n¨²mero 600. Punto final a un partido locamente bello.

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