Anfield aclama al Madrid
El equipo espa?ol sale ovacionado de Liverpool tras golear a los ¡®reds¡¯ con un gran f¨²tbol
En Europa tampoco hay remedio contra el Real Madrid, que lleva semanas de paseo por la Liga y la Champions. En Anfield, donde hay m¨¢s pasado que presente, no consinti¨® nada al fr¨¢gil Liverpool, al que mand¨® a la lona antes de concluir el primer acto, en el que se dio un paseo de buen f¨²tbol. La supremac¨ªa blanca fue absoluta, y as¨ª lo reconoci¨® la extraordinaria hinchada local, que despidi¨® al vencedor con devoci¨®n, con el reconocimiento indisimulado al mejor de la noche, a un gran equipo. No solo eso, sino que rindi¨® honores al adversario que le acababa de propiciar la mayor paliza que se ha llevado el Liverpool en casa en todo su hist¨®rico tr¨¢nsito por Europa. Cosas as¨ª dignifican a clubes como este, cuya leyenda es tan merecida como la victoria conseguida por el Madrid, que se exhibi¨® cuando hubo partido. Con el Bar?a a la vista, Ancelotti baj¨® la persiana mediado el segundo tiempo.
Liverpool, 0-Real Madrid, 3
Liverpool: ignolet; Johnson, ?krtel, Lovren, Alberto Moreno; Henderson (Can, m. 67), Gerrard, Allen; Sterling, Balotelli (Lallana, m. 46) y Coutinho (Markovic, m. 68). No utilizados: Jones (p), K. Tour¨¦, Lambert y Manquillo.
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Varane, Marcelo (Nacho, m. 85); Modric, Kroos (Illarramendi, m. 81), Isco; James, Benzema y Cristiano (Khedira, m. 75). No utilizados: Keylor Navas (p), Medr¨¢n, Chicharito y Carvajal.
Goles: 0-1. M. 23. Cristiano, a pase de James. 0-2. M. 30. Benzema, de cabeza. 0-3. M. 41. Benzema.
?rbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonest¨® a Kroos.
Unos 40.000 espectadores en el estadio de Anfield.
El Madrid lo puso todo, el juego y los goles como derivada. A partir del orden en el medio campo, con Isco entregado a la causa de Kroos y Modric, y con James muy productivo, el equipo espa?ol madur¨® a los reds a la espera del que siempre llega. Tampoco se retras¨® esta vez Cristiano, que antes de la media hora se cit¨® con James en el balc¨®n del ¨¢rea para discurrir un gol estupendo. El colombiano templ¨® con la derecha la pelota y le hizo una caricia con la izquierda para que pillara el vuelo justo por encima de los centrales. El portugu¨¦s, infiltrado entre los zagueros, ejecut¨® un remate instant¨¢neo, sutil. Un gol digno de quien ya es el m¨¢ximo goleador de la Copa de Europa junto a Ra¨²l, con 71 festejos. Bueno, seg¨²n se mire, porque hay quien hace contabilidades separadas entre la Champions y la fase previa y en esas cuentas el madrile?o le lleva un gol, ya que a CR se le descuenta el que anot¨® en una preliminar. Qu¨¦ m¨¢s da. Grande fue Ra¨²l y muy grande es Cristiano.
Cuentas aparte, el emboque de Ronaldo mand¨® al garete al Liverpool, que ya no tuvo un segundo aire. As¨ª son los d¨ªas por Anfield, donde el equipo se ha descamisado. La marcha de Luis Su¨¢rez no ha tenido los remiendos oportunos y hoy el conjunto de Brendan Rodgers vacila desnortado. El term¨®metro es Balotelli, a la bartola por la ciudad de los Beatles. Un tiempo le soport¨® la entusiasta y paciente afici¨®n. Para su suerte, el ariete dej¨® la escena en el descanso sin haber dicho ni mu sobre el campo. En su l¨ªnea. Contagiado por el italiano, el equipo se ha extraviado, defiende como en un convento, le cuesta un mundo que la pelota circule en la direcci¨®n adecuada y solo se agita con Sterling, veloz y con una culebra por cintura. Este Liverpool no est¨¢ por ahora para aventuras mayores, como la que supone enfrentarse al campe¨®n.
Los locales recibieron la mayor paliza en su estadio en competici¨®n europea
Desde su titubeante inicio de curso, el Madrid ha ganado en consistencia, tiene otro tonelaje. Al igual que la pasada temporada, Ancelotti ha dado con las teclas en el medio campo, la columna que equilibra a cualquier equipo. No es una mera zona de peaje y el Madrid ya no tiene como ¨²nico registro atajar a la carrera. Ahora mete el turbo cuando la ocasi¨®n lo propicia. James e Isco se han metido en faena y junto a Kroos y Modric dan sentido al juego, en corto, en largo, en media distancia. En Anfield, hasta cantaron alguna nana con el bal¨®n, con sinfon¨ªas de toques desconocidas en un equipo no siempre proclive a las pausas. Lo percibi¨® la pasional gente de Liverpool, que con un marcador para atragantarse despidi¨® a Cristiano, Kroos y Marcelo, lo tres sustituidos, con una ovaci¨®n. La m¨¢s sonora, para el alem¨¢n, que ya impone su f¨²tbol de autor en el eje.
Cristiano ya es el m¨¢ximo goleador de la Champions junto a Ra¨²l
Con el f¨²tbol de su lado era cuesti¨®n de tiempo que el Real Madrid abrochara el resultado. El f¨²tbol coral de los visitantes tuvo sus frutos con dos tantos de Benzema, a cuya ejecuci¨®n no fue ajena la defensa red. Primero le hicieron el vac¨ªo para que cabeceara un centro telesc¨®pico de Kroos. Acto seguido, en un c¨®rner, entre una trama de camisetas rojas, el franc¨¦s sopl¨® la pelota a la red, con un portero descarrilado y unos cuantos defensas de mirones. Pese a las rebajas del Liverpool, enfrente hab¨ªa un equipo de cuerpo entero, redondo en todas las l¨ªneas. Orden y talento por igual.
Con 0-3, sin haber llegado al descanso, acab¨® el partido de Champions y comenz¨® el cl¨¢sico. Un alivio para el Liverpool, que temi¨® llevarse otra de las zurras de esta fecunda semana de Copa de Europa. Cristiano no es alguien que entienda de treguas y en un par de abordajes tras el intermedio estuvo a un paso de aumentar el castigo. Hasta que Ancelotti pas¨® p¨¢gina y se meti¨® al Bar?a entre ceja y ceja. Sin pedir permiso alguno orden¨® el cambio de la estrella al minuto 75 y el luso se fue sin rechistar, con buena cara. Al fin y al cabo acababa de anotar por primera vez en Anfield, donde se qued¨® seco en las cinco visitas precedentes. Lo mismo que el Madrid en sus tres cruces con el Liverpool, al que nunca hab¨ªa derrotado en partido oficial y ni siquiera hab¨ªa marcado un gol. Esta vez se llev¨® toda la gloria y Anfield le aclam¨®. La nobleza por encima de todo. Bienaventurado Madrid y bienaventurado Anfield.
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