Hay que cambiar la f¨®rmula
Si hasta ahora Bernie Ecclestone siempre se hab¨ªa burlado de todos aquellos que alertaban de la deriva que estaba cogiendo el Mundial de F¨®rmula 1 econ¨®micamente hablando, el asunto estuvo a punto de explotarle en la cara en Austin.
A las ausencias ya anunciadas de Marussia y Caterham, esto es cuatro coches menos y una parrilla de 18 en total, a punto estuvo de sum¨¢rsele el boicot que llegaron a planear Lotus, Sauber y Force India. De haberse llevado a cabo, el espect¨¢culo, con s¨®lo 12 coches, habr¨ªa sido pat¨¦tico. Como es l¨®gico, el elemento de discordia es el dinero, en este caso, el desigual reparto que hace el promotor (F¨®rmula One Management) de los derechos de explotaci¨®n del campeonato.
La f¨®rmula est¨¢ firmada en el famoso Pacto de la Concordia, y tiene en cuenta el palmar¨¦s hist¨®rico de cada escuder¨ªa y los resultados conseguidos en la temporada anterior. Esta distribuci¨®n premia aquellas formaciones que lo hacen mejor, y es normal que as¨ª sea, pero a la vez condena a las peque?as, que por un lado son las que acumulan menos historia y ¨¦xitos y, adem¨¢s, son las m¨¢s vulnerables del Mundial y las que m¨¢s ayuda necesitan.
La distribuci¨®n del dinero premia aquellas formaciones que lo hacen mejor, pero a la vez condena a las peque?as
Este desencuentro se hizo visible a ojos de todo el mundo en la conferencia de prensa de los jefes de equipo del pasado viernes, en la que los responsables de las estructuras m¨¢s modestas y los de las m¨¢s potentes se tiraron los trastos a la cabeza. Fue especialmente significativo el caso de ?ric Boullier, que hace un a?o formaba parte de la escuder¨ªa Lotus y que ahora est¨¢ enrolado en McLaren, y cuyas reivindicaciones se quedaron en Enstone.
La F¨®rmula 1 es una especialidad con una tecnolog¨ªa de por s¨ª muy cara. Tambi¨¦n es importante que tengamos presente que vivimos una ¨¦poca de recesi¨®n, con una crisis econ¨®mica a nivel global que evidentemente tambi¨¦n ha tenido eco en la F-1. Hace unos a?os era mucho m¨¢s f¨¢cil que ahora encontrar patrocinadores. Si a ello le a?adimos el cambio en el reglamento que la FIA ha implantado, lo que obtenemos es un certamen que solo es viable para aquellas grandes marcas como Mercedes, Ferrari o McLaren. Hasta este 2014, los motores costaban unos cinco millones de euros, pero la nueva especificaci¨®n h¨ªbrida se ha disparado hasta superar los 20.
Con todo, cada vez ser¨¢ m¨¢s habitual que nos encontremos con casos como el de Sauber, que este s¨¢bado anunci¨® como piloto a Marcus Ericsson. La ¨²nica justificaci¨®n de su fichaje es la bolsa de dinero que llevar¨¢ consigo y eso es algo muy peligroso que puede anunciar el principio del fin de Sauber. M¨¢s que nada, porque el otro coche se lo disputar¨¢n Esteban Guti¨¦rrez y Guido Van de Garde. Lo m¨¢s triste de todo este asunto es que los responsables de Sauber no est¨¢n analizando qui¨¦n de ellos es m¨¢s r¨¢pido y tiene m¨¢s experiencia, sino el que tiene una cartera m¨¢s abultada.
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