El triunfo del desahuciado

De Xabi Etxeita dijo un estilista ex jugador del Athletic, muy ajeno a la protecci¨®n del ¨¢rea propia, que es un ¡°jugadorazo, por su agilidad y, sobre todo, por su capacidad para sacar el bal¨®n con calma¡±. Curiosamente, el futbolista de Amorebieta (Bizkaia, 27 a?os), debut¨® en 2008 con Joaqu¨ªn Caparr¨®s, un t¨¦cnico m¨¢s proclive a los centrales cori¨¢ceos, m¨¢s acentuados en la tarea de destruir que de construir. Era y es un tipo fino (1,85m por 79 kilos de peso) y el domingo ante el Sevilla se gradu¨® con nota en la oposici¨®n al puesto de central. Hace apenas un mes, no le dejaban ni asistir como oyente a las clases pr¨¢cticas. Para ello hab¨ªa opositado primero en el Cartagena y luego tres temporadas en el Elche (que acab¨® ascendiendo) para regresar a Bilbao al cuarto de lo ratones: m¨¢s tiempo en la grada que en el c¨¦sped, m¨¢s veces ninguneado que requerido. Ante el Sevilla firm¨® un partido soberbio, dando la raz¨®n al fino estilista ex jugador, por su agilidad, y a Caparr¨®s, por su contundencia: por vez primera un central del Athletic, en mucho tiempo, consegu¨ªa ser mejor que Laporte, al que ocult¨® algunas aventuras intr¨¦pidas y algunos desajustes defensivos.

Etxeita lleva cinco partidos en esta temporada, dos m¨¢s que en toda en la pasada. Y jug¨® en Oporto, un partido frontera para medir al Athletic. Y marc¨® el gol de la victoria en Almer¨ªa. Cuando regres¨®, de la mano de Valverde, quiz¨¢s pens¨® que sus buenas campa?as en el Elche le har¨ªan tener un m¨ªnimo de atenci¨®n en el equipo de su vida. No fue as¨ª. Le frenaban el imponente Laporte, un valor en alza en la bolsa del f¨²tbol, y la mejor temporada de Gurpegui. O sea, un bocadillo en toda regla: un chico imparable y un veterano en su segunda juventud. Como quiera que San Jos¨¦ era la otra alternativa para el m¨ªstico puesto en la simbolog¨ªa rojiblanca, Etxeita vio m¨¢s partidos en la grada que en el campo. Lo que se llama carne de ca?¨®n para una salida pactada, cuando por detr¨¢s empujan para hacerse sitio en el vestuario.

Oposit¨® en el Cartagena y luego en el Elche para regresar a Bilbao al cuarto de los ratones

Etxeita decidi¨® resistir, a sabiendas de que se mov¨ªa entre el sobresaliente necesario y el no presentado al que le condenaba la realidad a la puerta del examen. Incluso su presencia ante el Oporto se antojaba simb¨®lica: una pieza m¨¢s de un equipo de suplentes. Despu¨¦s gole¨® en Almer¨ªa y el domingo ante el Sevilla fue el m¨¢s destacado. M¨¢s a¨²n, porque el Athletic dedic¨® toda la segunda mitad a defender el gol tempranero de Aduriz.

En Oporto, a pesar de la derrota, Etxeita se las vio con Jackson Mart¨ªnez y consigui¨® que el delantero colombiano pasara desapercibido. El cuarto central rojiblanco, el desconvocado, hab¨ªa anulado al primer delantero del Oporto. La derrota (2-1) turb¨® la felicidad personal por su trabajo. Nadie disfruta cuando pierde. Probablemente hoy sea titular. En un equipo desgastado, Etxeita es un caso de frescura. Si el pasado domingo, Valverde lo hubiera sustituido en el minuto 88 (cosa que no proced¨ªa), San Mam¨¦s se hubiera roto las manos para despedirle. Ya se sabe que La Catedral ha sido siempre muy generosa con los centrales. M¨¢s a¨²n cuando impera el miedo. Y miedo habr¨¢ contra el Oporto, que concentra su arsenal en la delantera m¨¢s que en su defensa, sobre todo cuando para el Athletic solo vale ganar y tendr¨¢ que admitir un f¨²tbol sin concesiones, pero lleno de precauciones.