El Madrid se queda sin cham¨¢n
La lesi¨®n de Modric, que podr¨ªa estar tres meses de baja, despoja al equipo del jugador con m¨¢s experiencia y sentido t¨¢ctico en la n¨®mina de centrocampistas de Ancelotti.
Todos los futbolistas del Madrid son excepcionales. Pero no todos son esenciales y hay tal abundancia de recursos que muy pocos parecen insustituibles. Luka Modric pertenece a esta categor¨ªa. El croata, de 29 a?os, reune condiciones de jugador fundamental en una plantilla opulenta en cada l¨ªnea menos en el mediocentro. Su lesi¨®n durante el partido que enfrent¨® el domingo a Italia y Croacia en San Siro, clasificatorio para la Eurocopa de 2016, devuelve al Madrid a la situaci¨®n experimental de principio de temporada.
Modric fue sometido a una resonancia magn¨¦tica ayer en Madrid. Los m¨¦dicos de Sanitas detectaron un ¡°arrancamiento del tend¨®n proximal del [m¨²sculo] recto femoral izquierdo¡± pero en el parte que hicieron p¨²blico no estimaron un tiempo de recuperaci¨®n. Antes de ver las im¨¢genes, los especialistas de la federaci¨®n croata especularon con que el infortunio podr¨ªa mantenerle hasta dos meses de baja. Otras fuentes m¨¦dicas consultadas prolongan la recuperaci¨®n hasta los tres meses. Si es as¨ª, Modric se perder¨ªa el Mundial de Clubes de Marruecos, las visitas al Eibar, el M¨¢laga, el Almer¨ªa y el Valencia, y los encuentros contra el Celta y el Sevilla en el Bernab¨¦u.
El reconocimiento de Modric es notable dentro del club, principalmente en el vestuario. El mercado estival hab¨ªa alcanzado su punto de ebullici¨®n a mediados de agosto cuando Carlo Ancelotti se dirigi¨® a los ejecutivos del Madrid para aclararles un punto importante de su gesti¨®n del personal. Seg¨²n testigos del vestuario y la directiva, el t¨¦cnico quiso que los mandatarios supieran que Di Mar¨ªa, Khedira, Alonso y Modric deb¨ªan gozar de una consideraci¨®n especial dentro de la plantilla siempre y cuando siguieran en la n¨®mina. Si el club no les vend¨ªa, para ¨¦l estos cuatro futbolistas tendr¨ªan prioridad a la hora de tomar decisiones deportivas. Se lo merec¨ªan en raz¨®n de su experiencia y sus logros como madridistas.
La baja devuelve al conjunto blanco a la fase experimental de agosto y septiembre
Los jugadores m¨¢s veteranos contemplaron el espect¨¢culo con curiosidad. ¡°Aqu¨ª acabar¨¢n jugando Xabi, Khedira y Modric¡±, dec¨ªan, cuando imaginaban el mediocampo titular despu¨¦s de la venta de Di Mar¨ªa. Nadie en Valdebebas pasaba por alto que las alineaciones ser¨ªan el resultado de la pol¨ªtica de fichajes impulsada por Florentino P¨¦rez y las preferencias de Ancelotti. Y muchos aventuraban que al final, en los partidos trascendentales, James y Kroos dar¨ªan paso a los tipos que de verdad valoraba el t¨¦cnico. Esos volantes con suficiente vocaci¨®n defensiva y resistencia f¨ªsica como para aguantar atr¨¢s cuando los tres puntas se descolgasen.
Florentino P¨¦rez obr¨® con determinaci¨®n. En las semanas subsiguientes al aviso de Ancelotti el Madrid traspas¨® a Di Mar¨ªa y Alonso. La lesi¨®n muscular de Khedira ¡ªde origen incierto, y con cruce de acusaciones entre el Madrid y la federaci¨®n alemana¡ª acab¨® por abrir el camino a los nuevos fichajes. Kroos y James pasaron de ser complementos de lujo a fijos en las alineaciones. Y Modric, hasta entonces el menos valioso de los mediocampistas, a ojos de Ancelotti, se constituy¨® en una especie de cham¨¢n. Rodeado de j¨®venes inexpertos (James, 23; Kroos, 24; e Isco, 22) el peque?o mediapunta pudo presumir de un ramillete de cualidades ¨²nicas para desarrollar el oficio de jugador en el mediocentro del Madrid. Ninguno de sus compa?eros ten¨ªa su conocimiento, su recorrido, su resistencia f¨ªsica y su oficio.
Kroos: ¡°Para nosotros es un golpe duro porque Luka ha jugado casi todos los partidos¡±
¡°Para nosotros es un golpe duro¡±, dijo ayer Toni Kroos, ¡°porque Luka ha jugado casi todos los partidos y estaba en plena forma. Su lesi¨®n ha sido una mala noticia¡±.
Obligado a improvisar, Ancelotti logr¨® articular al equipo alrededor del centro del campo reformado. Kroos y Modric se transformaron en los administradores. Las figuras en torno a las que gravit¨® el juego de un equipo cuya proyecci¨®n parec¨ªa imparable hasta el ¨²ltimo partido disputado, contra el Rayo (5-2). Solo el Chelsea y el Bayern rivalizaban en solvencia con la nueva obra de Chamart¨ªn. El juego del Madrid merec¨ªa todos los elogios y disipaba dudas. Pero la lesi¨®n de Modric obliga a un profundo replanteamiento.
La influencia de Modric en el funcionamiento del equipo ha sido tan decisiva como su sentido t¨¢ctico para permitir que Kroos se ajuste a una posici¨®n en la que pr¨¢cticamente nunca hab¨ªa jugado. Las cifras son elocuentes. Modric es el cuarto madridista que m¨¢s balones recupera (88), por detr¨¢s de Kroos (112), Marcelo (92) y Ramos (89). Es el segundo que m¨¢s pases buenos da (1.005) despu¨¦s de Kroos (1.210). Es el que m¨¢s toques de bal¨®n hace (1.350) despu¨¦s de Kroos (1.526). Ha dado tres asistencias de gol y ha metido uno.
En Valdebebas le llaman Ronaldinho por ese aire de artista, de brujo de la pelota, con que aborda los entrenamientos. Pero las apariencias no siempre coincidieron con la realidad. Sobre el terreno de juego Modric dio el ejemplo con su sentido del sacrificio, m¨¢s atento que nadie ¡ªde la defensa hacia adelante¡ª para tapar los huecos que se abr¨ªan frente a los centrales. El domingo no se lesion¨® conduciendo el bal¨®n. Se rompi¨® corriendo detr¨¢s de Immobile, el nueve de Italia. Inmediatamente se tir¨® al suelo y pidi¨® asistencia m¨¦dica. Hizo los gestos que denuncian los desgarros fuertes.
Accidentado en todas sus vertientes, el partido entre Italia y Croacia acab¨® en empate (1-1) despu¨¦s de que el ¨¢rbitro lo suspendiera por lanzamiento de bengalas. Hubo hasta 17 croatas detenidos en Mil¨¢n por participar en disturbios. Pero el mayor perjudicado de la jornada puede que no sea ni la hinchada, ni las selecciones nacionales, ni el propio Modric, cuya dolencia tiene cura. El primer damnificado ser¨¢ el Madrid si Ancelotti no consigue recomponer la estructura por segunda vez en tres meses.
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