Los bocinazos de Ibra
El delantero sueco busca su primer gol como visitante en el Camp Nou
Vestido de negro, de la cabeza a los pies, Zlatan Ibrahimovic?asom¨® ayer por el Camp Nou, donde vivi¨® durante un a?o y donde no dej¨®, precisamente, muchos amigos. Vuelve el sueco a un sitio que no siente como su casa, porque nunca se acostumbr¨® a vivir a la sombra de Messi y menos a la de Iniesta o Xavi. Inadaptado desde cr¨ªo, creci¨® en el extrarradio de Malmoe a golpe de ego, imponiendo su talento futbol¨ªstico por fuerte y tenaz. As¨ª se hizo grande y se convirti¨® en un futbolista de leyenda, con 701 partidos y 373 goles, a m¨¢s de medio gol por encuentro. Vuelve con molestias en el tal¨®n de Aquiles, una dolencia cr¨®nica y que le ha impedido rendir a su altura ¡ªlleva 8 goles en 9 partidos de Liga¡ª, pero ni por esas le resta protagonismo en un equipo donde es m¨¢s que un l¨ªder.
Futbolista tan bueno en el campo como complicado en el vestuario, Ibra reta al Barcelona, al que le marc¨® un gol con el PSG, pero al que nunca ha podido marcar en el Camp Nou, ni con el conjunto franc¨¦s ni antes con el Milan. ¡°El PSG no s¨®lo tiene un jugador muy importante pero Ibra puede marcar siempre las diferencias. Conocemos sus cualidades y veremos qu¨¦ pasa¡±, asegura Ter Stegen. ¡°Es un grande, uno de los mejores del momento. Tenemos que mantenerle lejos porque siempre crea problemas a las defensas. No hay que darle la oportunidad y, si la tiene, tengo que hacerlo lo mejor posible para evitar el gol¡±.
El diccionario incluy¨® la palabra ¡®zlatanear¡¯ para definir el acto de imponerse a la fuerza
¡°El PSG nos gan¨® sin Ibra porque tiene una plantilla potente y de nivel. Ahora con ¨¦l recuperado, aumenta su potencial porque Ibra es top. Si est¨¢ en su nivel habitual es muy dif¨ªcil de parar¡±, admite Luis Enrique. ¡°Defendemos de manera colectiva, pero si lo hacemos con ayudas, coberturas y como bloque, le llegar¨¢n menos balones y as¨ª disminuye su peligro. Est¨¢ el ejemplo del Ajax, donde demostr¨® que en cualquier momento es capaz de decidir. Hay que tener especial atenci¨®n, como con Cavani¡±, afirma el entrenador del Bar?a. ¡°Es un grand¨ªsimo jugador, con experiencia y en partidos de estas caracter¨ªsticas es bueno recuperarle¡±, admite su compa?ero David Luiz. ¡°Siempre es mejor tenerlo, aunque no est¨¦ al cien por cien¡±, remacha Laurent Blanc, su entrenador.
Dicen que Ibra ha intentado, sin ¨¦xito, redibujar su imagen en los ¨²ltimos a?os, pero es complicado. El intento m¨¢s descarado de abrir su corazoncito lo protagoniz¨® en forma de documental. El foco sobre Zlatan se llam¨® y bati¨® todos los r¨¦cords de audiencia en Suecia. Para un hombre que casi no habla con los medios, aquel reportaje, avalado por la federaci¨®n sueca, represent¨® un bombazo, hasta que se supo que la productora era del propio Zlatan y alguien repar¨® en que rezumaba testosterona. No aparec¨ªa ninguna mujer: ni su madre, ni su hermana, ni su esposa hablaban ante la c¨¢mara. S¨ª lo hacia su padre, para explicar un curioso ritual: No va a los partidos que juega su hijo y, sentado en el sof¨¢ de su casa, celebra los goles a bocinazos, como si fuera Harpo Marx, para que se enteren los vecinos de que su hijo ha marcado. No es extra?o que durante la ¨²ltima gala del Bal¨®n de Oro sueco la presentadora le regalara una bocina para que se la hiciera llegar a su padre. En esa escena, Ibra se mostr¨® sentimental por vez primera en p¨²blico. Recib¨ªa su octavo bal¨®n de oro como mejor jugador sueco en una gala presidida por el recuerdo de dos futbolistas fallecidos este a?o por culpa de un c¨¢ncer ¡ªSegerstrom y Ingesson, uno de los h¨¦roes del Mundial de 1994¡ª, cuando Ibra desvel¨® que su hermano Sapko, de 40 a?os, falleci¨® en abril tambi¨¦n v¨ªctima de un c¨¢ncer.
Zlatan parece sentirse c¨®modo en Par¨ªs, a no ser por el acoso de los paparazzi, que le encuentran f¨¢cil cuando deja a sus hijos en el club donde juegan a tenis. Dicen que es la raz¨®n por la que se ha vuelto a cambiar de casa, van tres mudanzas, y se ha instalado cerca del Arco del Triunfo. Lo que es evidente es que en el club manda casi tanto como el propietario. Valga una an¨¦cdota. Cuando aterriz¨®, se reuni¨® con el presidente para mostrarle su disgusto porque el equipo pasaba pocas horas junto. As¨ª que el jeque aconsej¨® a Leonardo que el equipo comiera en la ciudad deportiva. Al a?o, Ibrahimovic cambi¨® de cocinero porque no le gustaban sus guisos. No puede resultar extra?o teniendo en cuenta que en el diccionario sueco hace dos a?os se incluy¨® la palabra zlatanear para definir el acto de imponerse a la fuerza.
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