La vida en diez metros cuadrados

Es el primer martes de diciembre, hace mucho fr¨ªo y m¨¢s aire. Afuera, en alta mar, la velocidad del viento alcanza los 40 nudos. Y amarrado, en el puerto de Barcelona, se queda el Hugo Boss, un monocasco de la clase Imoca 60 que aspira a completar antes que nadie la vuelta al mundo a vela, a dos y sin escalas, esto es, la Barcelona World Race. Pepe Ribes (Benissa, Alicante; 43 a?os) es su patr¨®n, y se queda con las ganas de completar la visita al barco con un paseo por el Mediterr¨¢neo. El mar le ha retado con condiciones todav¨ªa m¨¢s extremas, pero 40 ya son muchos nudos. ¡°En la anterior regata salimos por el Estrecho de Gibraltar casi sin viento. Al volver, entramos con viento en contra de 65 nudos, pr¨¢cticamente no pod¨ªamos controlar el barco¡±, recuerda.

Recupera memorias al tiempo que explica c¨®mo ser¨¢ su vida a bordo. A bordo de un velero hecho de fibra de carbono, lo m¨¢s r¨ªgido y ligero posible, de 60 pies (18,29 metros), con un m¨¢stil de 28 metros de altura y una quilla de 4,5 metros; un velero largo como un cami¨®n de tres ejes, alto como un edificio de diez plantas, y cuya superficie v¨¦lica ser¨ªa tan grande como tres pistas de tenis juntas. Claro que la vida la har¨¢ en un habit¨¢culo de no m¨¢s de 10 metros cuadrados, donde guardar¨¢ todos sus enseres y los de su compa?ero, cocinar¨¢, dormir¨¢ y controlar¨¢ la meteorolog¨ªa, clave para el dise?o de una estrategia ganadora.

¡°En esta zona de cartas es donde m¨¢s tiempo se pasa: muchas de las horas en las que no se hace guardia uno las dedica a estudiar la meteorolog¨ªa y dise?ar la t¨¢ctica; es muy importante saber c¨®mo colocarse respecto a los otros contrincantes¡±, explica. Las guardias son de tres horas y los dos tripulantes se turnan. El descanso, sin embargo, se ocupa en muchas m¨¢s cosas a parte de dormir. ¡°Dormimos seis o siete horas al d¨ªa en periodos de una hora u hora y media¡±, concede, ni un asomo de queja en su discurso.

Dormimos seis o siete horas al d¨ªa en periodos de una hora u hora y media¡± Pepe Ribes, patr¨®n del Hugo Boss

Ni siquiera le molesta dormir en una cama estrecha y bien pegada al casco del barco. Cuesti¨®n de seguridad. ¡°Se trata de no dejar espacio para poder caerse, ya que el barco siempre est¨¢ escorado unos 45 grados¡±, concede. Ya est¨¢ acostumbrado a esas literas y a esos ciclos de sue?o tan at¨ªpicos. Como lo est¨¢ a alimentarse de comida liofilizada. ¡°No est¨¢ nada mal, y algunos de los postres que hay en cada men¨² no se comen en los restaurantes. Tenemos una mousse de chocolate...¡±, se relame. E incluso, guarda peque?os lujos para cada d¨ªa: unos d¨ªas toca jam¨®n y otros, parmesano.

Ribes ha trabajado duro ¨²ltimamente: unas dos horas y media de gimnasio al d¨ªa. Y muchas horas de navegaci¨®n: ¡°Es importante entrenarse en el mar cinco o seis horas¡±. Lo que menos le preocupa es el peso, pero debe estar preparado para la dureza f¨ªsica de la prueba. ¡°Dentro de tres meses pesar¨¦ ocho kilos menos¡±.

Donde m¨¢s horas se pasan es frente a la zona de cartas y navegaci¨®n, para dise?ar la estrategia

Sabe de lo que habla. Esta ser¨¢, despu¨¦s de participar tambi¨¦n en cuatro ediciones de la Volvo Ocean Race (competici¨®n por equipos), su sexta vuelta al mundo. Partir¨¢ hoy (13.00 horas) del Puerto de Barcelona y lo har¨¢ subido al barco que gan¨® la ¨²ltima edici¨®n, el Hugo Boss de Alex Thomson, que ser¨¢ su compa?ero inseparable durante los pr¨®ximos tres meses.

Ser¨¢n tres meses o algo menos. Pues las ocho embarcaciones participantes ya no pasar¨¢n por el Estrecho de Cook, lo que, calculan, reducir¨¢ la traves¨ªa. Si la ¨²ltima Barcelona World Race se complet¨® en 93 d¨ªas, esta tercera edici¨®n no durar¨¢ m¨¢s de 85, seg¨²n los expertos. De hecho, Guillermo Altadill, patr¨®n del Neutrogena, ha confesado que s¨®lo embarca comida para 82 d¨ªas. ¡°Si es necesario, en los ¨²ltimos d¨ªas en lugar de comer dos veces, comeremos una¡±, apunta. Ribes, m¨¢s cauto, ha programado un men¨² diario para 90 jornadas.

90 jornadas ¡ªu 82, qu¨¦ m¨¢s da¡ª de dormir poco y desgastarse mucho, de duchas espor¨¢dicas ¡ªsiempre que caiga un chaparr¨®n en los Doldrums (zonas de interconvergencia tropical de condiciones meteorol¨®gicas cambiantes¡ª y sesiones de navegaci¨®n tan intensas que no haya tiempo ni equilibrio para comer un preparado en diez minutos. 90 jornadas vigilantes, mimando el m¨¢stil y las velas, para que no se rompa nada, y que la velocidad del Hugo Boss no sea in¨²til. 90 jornadas para recorrer unas 23.000 millas n¨¢uticas repartidas entre el Mediterr¨¢neo y los oc¨¦anos Atl¨¢ntico, ?ndico y Pac¨ªfico. 90 jornadas para regresar a Barcelona.