¡°Soy t¨ªmido pero Messi es m¨¢s; me daba verg¨¹enza preguntarle¡±
El entrenador del Arsenal y m¨¢ximo artillero de la historia del Boca J¨²niors analiza su vida en el f¨²tbol
Mart¨ªn Palermo (La Plata, Buenos Aires; 1973) no regatea ning¨²n tema. Multicampe¨®n y m¨¢ximo artillero de la historia del Boca J¨²niors (236 goles), en Espa?a su carrera fue fugaz entre Villarreal, Betis y Alav¨¦s, y no pudo explotar su fetiche, el gol. El exdelantero, y ahora t¨¦cnico del Arsenal FC, sereno y reflexivo, analiza su vida en el f¨²tbol.
Pregunta. ?Usted de peque?o iba a todos lados con el bal¨®n?
Respuesta. S¨ª, con el f¨²tbol siempre. De muy chico, en el barrio, estaba siempre con la pelota. Yo era el que llevaba el bal¨®n al colegio.
P. Eso es m¨¢s de portero que de goleador.
R. Y bueno¡ era arquero. A los seis a?os comenc¨¦ de portero en el Estudiantes. Todo era por mi hermano, que es mayor que yo, y de chiquito quer¨ªa hacer todo lo mismo que ¨¦l. Hasta que a los once a?os pas¨¦ a jugar de delantero y no lo dej¨¦ nunca m¨¢s.
P. ?Qu¨¦ le aconseja a los j¨®venes jugadores?
R. Que si eligieron ser futbolistas tienen que explotar al m¨¢ximo todo, ser inteligentes y profesionales. No se vive solo del momento de alcanzar la posibilidad de comprar el coche, el tel¨¦fono, o estar todo el tiempo viviendo cosas de adolescentes. Hoy en el f¨²tbol argentino para un chico es m¨¢s f¨¢cil llegar a Primera, hay equipos con menos recursos y es abismal la diferencia de conocimientos y preparaci¨®n que tienen los j¨®venes al llegar a la Primera Divisi¨®n. En cualquier plantilla hay seis o siete futbolistas que no han jugado ni 10 partidos y, por el solo hecho de estar con el grupo se creen con derecho a muchas cosas.
P. ?En su ¨²ltima etapa como jugador del Boca usted fue a buscar a compa?eros j¨®venes a la discoteca?
R. Fue algo que sucedi¨® una o dos veces. Recuerdo una situaci¨®n en la que hab¨ªamos perdido un cl¨¢sico y me enter¨¦ que hab¨ªa uno de los chicos dando vueltas. Fui a buscarlo, m¨¢s que nada, para evitar problemas con algunos aficionados que hab¨ªa en el lugar. Imag¨ªnese que despu¨¦s de perder un cl¨¢sico no es com¨²n para los hinchas ver un jugador en la discoteca.
P. ?C¨®mo se cuida al futbolista de todo lo extradeportivo?
R. Para eso nunca est¨¢s preparado. Yo tuve que aprender much¨ªsimas cosas solo. Gente que se te acerca, amigos del momento y que despu¨¦s desaparecen, la noche, la prensa, y un mont¨®n de situaciones que en las divisiones inferiores no te preparan para afrontar. Tambi¨¦n est¨¢ la educaci¨®n y formaci¨®n de los padres, pero hay cosas para las que no te pueden preparar y hay que vivirlas.
P. ?C¨®mo son los equipos de Palermo entrenador?
R. Tienen orden, algo que es primordial. Son equipos seguros, bien estructurados, con una identidad, y con jugadores que se entregan al m¨¢ximo durante los 90 minutos. Y despu¨¦s, seg¨²n las caracter¨ªsticas de los jugadores, la propuesta de juego puede cambiar.
P. ?No est¨¢ aferrado a un sistema?
R. No, todos los equipos tienen las alternativas que, como consecuencia de la t¨¦cnica de los jugadores, te pueden permitir implementar tu forma de juego. Es f¨¢cil ser el Bar?a y el Madrid, tener esos jugadores, y morir con tus formas. Yo siempre quiero un equipo protagonista, con presi¨®n alta y agresividad para atacar.
P. ?Su mejor recuerdo en el f¨²tbol es el Mundial de Sud¨¢frica?
R. Ser¨ªa injusto si solo marco a Sud¨¢frica. Aunque un Mundial no se compara con nada, no hay final de la Libertadores, no hay final de la Intercontinental, no hay final de nada que se asemeje a algo tan grande [jug¨® solo unos minutos, y marc¨® un gol].
P. ?Messi lleg¨® a Sud¨¢frica mejor que a Brasil?
R. No, yo creo que le faltaba todav¨ªa. Le faltaba asumir el rol de l¨ªder. Sentirse importante dentro del grupo. No s¨¦ si fue la capitan¨ªa o la experiencia pero en Brasil estaba m¨¢s formado. En Sud¨¢frica lleg¨® despu¨¦s de ganar muchas cosas pero todav¨ªa, en la selecci¨®n, le faltaba asumir ese rol. En Brasil se vio un Messi m¨¢s participativo a nivel de grupo.
P. ?Usted comparti¨® un viaje de dos horas y media con ¨¦l en el autocar sin hablar?
R. S¨ª, el viaje a Pretoria.
P. ?Un silencio inc¨®modo?
R. No, para nada, ya lo conoc¨ªa porque viaj¨¢bamos siempre juntos y hasta nuestras familias viv¨ªan en el mismo complejo. Yo hablaba m¨¢s con sus hermanos que con ¨¦l. Yo soy t¨ªmido pero Leo es m¨¢s que yo. A m¨ª hubiera gustado preguntarle cosas del Barcelona pero me daba verg¨¹enza.
P. ?Qu¨¦ le hubiera preguntado?
R. Lo que significa estar en un club tan importante como el Barcelona, c¨®mo es el d¨ªa a d¨ªa, o c¨®mo es la gente. Yo s¨¦ lo que es el Boca pero no creo que el Madrid y el Barcelona se asemejen en nada. Yo quer¨ªa que un representante tan importante como ¨¦l me lo cuente.
P. ?Joaqu¨ªn Sabina le pidi¨® permiso para utilizar su nombre en la canci¨®n Dieguitos y Mafaldas?
R. No. Me sorprendi¨® porque yo no sab¨ªa nada y un d¨ªa lo conoc¨ª en M¨¢laga. Est¨¢bamos concentrados con el Villarreal y alguien me dijo que Sabina me hab¨ªa nombrado en una canci¨®n y que me quer¨ªa conocer. Yo pensaba: ¡°?Qu¨¦ le digo?¡± Le agradec¨ª y ¨¦l dijo que cuando volviera a Argentina quer¨ªa que lo fuera a ver a un concierto. Cumpl¨ª, fui tres veces.
¡°En Europa me falt¨® que no se me cayera la pared en la pierna¡±
Palermo guarda un recuerdo agridulce de su paso por Espa?a. Lleg¨® en 2001 al Villarreal, y de amarillo disput¨® 81 partidos y celebr¨® 21 goles. Peor le fue en sus otros dos destinos: 11 partidos y un gol en el Betis, y 14 encuentros y tres dianas en el Alav¨¦s.
P. ?De los entrenadores que tuvo en Espa?a [V¨ªctor Mu?oz, Benito Floro, V¨ªctor Fern¨¢ndez y Pepe Mel] qui¨¦n le influy¨® m¨¢s?
R. Ninguno. Pepe Mel fue el ¨²nico que me hizo sentir a gusto. Despu¨¦s ninguno de los otros tres me dej¨® nada.
P. ?Qu¨¦ le falt¨® para triunfar en Europa?
R. Que no se me cayera la pared en la pierna [en un partido de Copa en el campo del Levante se rompi¨® el tobillo derecho al caerle encima un muro mientras celebraba con los aficionados un gol]. Cuando mejor estaba se me cay¨® la pared.
P. ?Qu¨¦ pens¨®?
R. ?Qu¨¦ iba a pensar? Un choque, una patada, pero, ?una pared? Me hubiese gustado tener la posibilidad de dar el salto que yo buscaba. Cuando llegu¨¦ al Villareal sab¨ªa que no iba a mostrar todo, no era el equipo que se arm¨® despu¨¦s. Mi idea era estar uno o dos a?os y progresar a un equipo m¨¢s competitivo. Pero a los nueve meses me pas¨® lo de la lesi¨®n y me hizo volver atr¨¢s. Fue lesi¨®n que m¨¢s me cost¨® en mi carrera para volver a jugar un nivel bueno. Me fui al Betis y al Alav¨¦s, que estuvimos a un punto de ascender. Si hubi¨¦ramos logrado el ascenso me hubiese quedado.
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