La catarsis de Caicedo mete al Espanyol en cuartos

Salva Sevilla calz¨® al bal¨®n por debajo y puso un centro envenenado, de fuera para dentro, insufrible para un Yoel que sali¨® a la aventura y se llev¨® una bofetada de realidad. All¨ª, imperial en su salto, Caicedo puso la cabeza y el gol que tanto jale¨® el Espanyol, equipo gallito e incombustible desde el inicio. Era la primera pelota que tocaba el delantero ¡ªsuplente y recurso de ¨²ltima hora anoche que firm¨® un doblete¡ª y ser¨¢ la ¨²ltima que ver¨¢ el Valencia en esta competici¨®n, eliminado por m¨¢s que aguantara el tipo como pudo a su inferioridad de condiciones (Mustafi fue expulsado de buenas a primeras), abatido al fin tras no mantener el 2 a 1 del encuentro de la ida. Catarsis purificadora, en cualquier caso, para el espa?olismo.

Plante¨® Nuno un duelo de artificiero, convencido que de superpoblar la media ¡ªjug¨® con un 3-5-2¡ª le dar¨ªa el bal¨®n y el protagonismo, quiz¨¢ tambi¨¦n llegadas desde la segunda l¨ªnea, armas en definitiva suficientes para desbravar la energ¨ªa e ilusi¨®n de un Espanyol que se aferraba a la Copa como la ¨²nica alegr¨ªa posible en la temporada, am¨¦n de la salvaci¨®n liguera. La propuesta del Valencia, sin embargo, dur¨® apenas un santiam¨¦n; el tiempo que tard¨® Mustafi en pifiarla porque m¨¢s que internacional alem¨¢n pareci¨® un alev¨ªn de segunda. Resulta que primero se le escap¨® el cuero en un control de lo m¨¢s sencillo y despu¨¦s, travieso como es un Sergio Garc¨ªa que ya le hab¨ªa pispado el esf¨¦rico, le derrib¨® con agarr¨®n incluido. ¡°?Roja eh, roja!¡±, se desga?it¨® el 9, tan reivindicativo como agresivo, consciente de que le hab¨ªa tumbado a la lona el ¨²ltimo defensa. Y, reglamento en mano, atendi¨® el colegiado a sus plegarias. Alborozo para el Power8 Stadium, que se aliment¨® de la zozobra rival, tambi¨¦n de la inquietud de Nuno, que pas¨® al 4-4-1 y a la media hora ya hab¨ªa relevado a Alc¨¢cer para dar cabida a Negredo. Se?al de que el Valencia cambiaba la pelota por el pelotazo.

Lo mismo le dio al Espanyol el baile de pizarra rival, en combusti¨®n desde el principio y con las ideas de lo m¨¢s di¨¢fanas. No le interes¨® amasar el bal¨®n en medio, sino que atendi¨® a los desplazamientos laterales de Sergio Garc¨ªa y se catapult¨® por las bandas con carrileros de luces largas, siempre predispuestos a forzar el dos contra uno sobre los laterales adversarios. Una t¨¢ctica que le sali¨® de rechupete porque Javi L¨®pez y sobre todo Duarte ¡ªjugador del filial que pidi¨® turno en la ¨¦lite¡ª lanzaron centros a m¨¢s no poder, siempre con Stuani como objetivo. No se qued¨® ah¨ª la cosa porque las carreras del habilidoso Lucas V¨¢zquez tambi¨¦n dieron r¨¦ditos. As¨ª, se invent¨® una rabona y, tras el rechazo, el propio Duarte chut¨® al bulto, al cuerpo de Yoel. Jugada calcada a la que se produjo despu¨¦s, cuando el pase hacia atr¨¢s de V¨¢zquez lo complet¨® Duarte con otro disparo que Vezo pudo desviar al tirarse en plancha.

Sin complejos, prosigui¨® el Espanyol en su ataque y gol, haciendo grande el campo y remarc¨¢ndose desde los costados. Le falt¨® una u?a a V¨ªctor ?lvarez para definir un centro del ya omnipresente Duarte y a Javi L¨®pez le sobr¨® Yoel en su remate de cabeza a la salida de un c¨®rner. El peque?o se com¨ªa al grande, atrincherado el Valencia en su ¨¢rea, apenas oxigenado por la conjugaci¨®n de Gomes y Enzo P¨¦rez en el eje, secundados por la brega de De Paul y las carreras de Gay¨¤. Nada que festejar y mucho por defender.

De ah¨ª que perdiera tiempo el Valencia, con la lengua fuera de tanto correr, lament¨¢ndose a buen seguro de la ingenuidad de Mustafi. Y supo sufrir el equipo de Nuno hasta que Sergio Gonz¨¢lez puso a tres defensas y aline¨® a Caicedo. Al remate festejado de cabeza le sigui¨® otro ob¨²s con la zurda que tambi¨¦n acab¨® en gol, ¨¦xtasis del Power8; triunfo de garra, fe y alma, tambi¨¦n de f¨²tbol, que cita al Espanyol con el Granada o el Sevilla en cuartos.