Recreo de Messi en Riazor
Un triplete del argentino firma una pl¨¢cida victoria del Barcelona ante un Deportivo rendido Los azulgrana esperan a¨²n al mejor Iniesta y a que Rakitic logre m¨¢s continuidad
Hubo un momento, a la media hora de partido y con ventaja m¨ªnima del Barcelona, en el que Mascherano se qued¨® con la pelota en los pies, la jug¨® con un cierto aire ab¨²lico con Piqu¨¦, se la pasaron en dos ocasiones hasta que la pelota volvi¨® a quedar a pies del zaguero argentino. El futbolista m¨¢s adelantado del Deportivo, Oriol Riera, observaba la acci¨®n a varios metros sin atreverse a arriesgar en una presi¨®n en la que obviamente le iba a castigar la inferioridad num¨¦rica. Veinte metros m¨¢s atr¨¢s el resto de sus compa?eros basculaban en sendas l¨ªneas de cuatro y cinco piezas sin m¨¢s plan que esperar, sin mayor ambici¨®n que aguardar que el error del rival, que se le olvidasen las llaves y no abriese la puerta del gol.
Deportivo, 0-Barcelona, 4
Deportivo: Fabricio; Juanfran, Sidnei, Lopo, Luisinho; Alex Berganti?os, Juan Dom¨ªnguez, Medunjanin (Lucas P¨¦rez, min.78); Cuenca, Cavaleiro (Jos¨¦ Rodr¨ªguez, min.46); y Oriol Riera (Toch¨¦, min.63).
Barcelona: Bravo; Alves, Piqu¨¦, Rakitic, Mascherano, Jordi Alba; Busquets (Bartra, min.66), Rakitic, Iniesta (Rafinha, min.66); Luis Su¨¢rez, Messi y Neymar (Pedro, min.70).
Goles: 0-1. M. 10. Messi. 0-2 M. .33. Messi. 0-3 M.62. Messi. 0-4. M.83. Sidnei, en propia meta.
?rbitro: Mart¨ªnez Munuera. Amonest¨® a Riera, Toch¨¦, Bartra y? Alves.
25.173 espectadores en Riazor.
Ese fue el Deportivo que se opuso al Barcelona con las armas de un peque?o sin fe, carente de agresividad y pujanza, de alma, goleado al fin porque a Messi pocos candados se le resisten: apareci¨® cuatro veces antes del descanso y pasaport¨® dos balones a la red, el primero lo hab¨ªa sacado a c¨®rner Fabricio en una intervenci¨®n prodigiosa, el ¨²ltimo lami¨® el larguero. Entre medias marc¨® con excelencia el fen¨®meno argentino, del que ya se sabe que convierte lo extraordinario en cotidiano. En media hora solvent¨® el partido al rematar de cabeza como el mejor de los arietes un preciso servicio de Rakitic, luego entr¨® con el bal¨®n en la porter¨ªa de Fabricio tras evitarlo con una suave vaselina.
El astro del equipo de Luis Enrique convierte lo extraordinario en cotidiano
Venci¨® el Barcelona, que convirti¨® Riazor en un balneario, un espacio para solazarse, olvidar pasados desastres y disfrutar del manejo del bal¨®n, lo mejor que le puede pasar a un equipo como el de Luis Enrique. Se encontr¨® con un rival que dimiti¨® de toda disputa, que le permiti¨® un ritmo pl¨¢cido, relajado para atacar y defenderse, que no le exigi¨® la necesidad de apretar tras cada p¨¦rdida porque jam¨¢s encontr¨® la manera de desplegarse, como si cada vez que ten¨ªa que avanzar unos metros fuera prisionero del p¨¢nico. Sum¨® el Bar?a tres puntos para mantener el ritmo de la cabeza en un mon¨®logo en el que por momentos se abandon¨® al relajo, en el que le pudo golpear el rival en un momento complicado si hubiesen tenido algo de pegada Isaac Cuenca y Medunjanin en sendas llegadas que agitaron Riazor, un coliseo menos efervescente que de costumbre, como resignado a la manifiesta inferioridad de su equipo.
Luis Su¨¢rez estuvo desafortunado hasta la desesperaci¨®n en el remate
Ocurri¨® que la suma final de oportunidades ti?¨® de una cierta dignidad el partido del Deportivo, m¨¢s suelto tras el descanso, un punto m¨¢s atrevido para que Bravo se estirase tras una punterita de Juan Dom¨ªnguez que se iba a la red. Para entonces las batallas del Barcelona se enfocaban a mantener la ventaja con una cierta econom¨ªa de esfuerzos y activar a algunas de sus piezas, por ejemplo a Luis Su¨¢rez, de nuevo esforzado en la brega y desafortunado hasta la desesperaci¨®n en el remate, en la b¨²squeda de la diana que alimentase su hambre de goleador, que busc¨® hasta la ¨²ltima jugada del partido y volvi¨® a pasar de largo. O a Neymar, bullicioso, siempre con alguna pirueta digna de aparecer en los highlights de la jornada, apenas decisivo.
Los visitantes hicieron de A Coru?a un balneario en el que disfrutar del manejo del bal¨®n
A la espera a¨²n del mejor Iniesta o de que Rakitic, excelso en el pase del primer gol, encuentre m¨¢s continuidad y peso en el juego, al Barcelona siempre le dan argumentos para imponerse la debilidad de tantos rivales del pelaje de este Deportivo de supervivencia y sobre todo Messi, que dej¨® un tercer prodigio, un triplete coronado al encontrar por bajo un ¨¢ngulo inveros¨ªmil para el meta local. Parti¨® desde la derecha y acab¨® en la mediapunta, aparentemente inactivo sin la pelota, destilando esa sensaci¨®n vaporosa que se convierte en tempestad en cuanto se activa. Transit¨® hacia la mediapunta a medida que avanz¨® el partido, mientras ca¨ªan los goles, contundente y sutil en la definici¨®n. Su aire ausente no enga?¨® a nadie, se lo pas¨® como un ni?o en un parque de bolas, disfrut¨® tanto que su entrenador, puestos a reservar piezas, dosific¨® los esfuerzos de otros compa?eros. Prefiri¨® que fuese el ¨¢rbitro el que con su pitido final fuese el que le dijese que se acab¨® el recreo. Y se llev¨® la pelota bajo el brazo. Una m¨¢s.
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