Chema, el irreductible
A los 35 a?os y tras una lesi¨®n grave, el central pilota a Espa?a con su estilo particular
Una manada de hombretones se aproxima, a cada cual m¨¢s herc¨²leo. Ah¨ª est¨¢ Viran Morros, longil¨ªneo e interminable; ah¨ª est¨¢n Maqueda, Andreu o Guardiola, Ca?ellas y Entrerr¨ªos, bigardos todos ellos; ah¨ª est¨¢ tambi¨¦n Aginagalde, un armario empotrado; y ah¨ª, en medio de todas esas torres, como un escolar entre los chicos mayores del instituto, aparece con las manos en los bolsillos Chema Rodr¨ªguez (Palencia, 35 a?os), a ritmo alegre y trot¨®n. ¡°Soy el gordito¡±, dice el central de la selecci¨®n, al que le asoman un par de canas en las sienes. ¡°Me tienen respeto porque ya soy un viejecillo¡±, explica antes del encuentro de hoy contra Chile (15.00, Tdp).
La suya es una historia de superaci¨®n, de remar a contracorriente. ?l, palentino de 1,85 y 92 kilos, est¨¢ cortado por un patr¨®n distinto. ¡°Me siento muy orgulloso de haber llegado hasta donde he llegado con el cuerpo que tengo. Encima, el balonmano cada vez ha evolucionado hacia jugadores m¨¢s grandes y m¨¢s fuertes, pero ah¨ª estoy yo, que no soy mucho de maltratarme en el gimnasio, rellenito y no muy alto, con todas las de la ley¡±, se?ala mientras suelta una carcajada y se ajusta la chaqueta negra del ch¨¢ndal.
Soy rellenito, no muy alto... Me toca ser director y compensarlo con visi¨®n t¨¢ctica
Asom¨® la cabeza en 2005. Entonces, el seleccionador Juan Carlos Pastor apost¨® por ¨¦l en el Valladolid y despu¨¦s lo cit¨® para el Mundial. Poca gente daba un duro ni por el uno ni por el otro. ¡°Se la jug¨®, le cayeron muchos palos¡±, indica; ¡°pero parece ser que el tiempo le ha dado la raz¨®n, ?no?¡±. Ese a?o, en T¨²nez, fue decisivo. Aires renovados entre una n¨®mina de referentes como Garralda, Ur¨ªos o Barrufet. ¡°Impon¨ªan¡±, recuerda; ¡°pero no tuve miedo. Me dijeron: ¡®Hala chaval, t¨² eres el que manda en la pista. Te toca dirigir¡±. Y as¨ª lo hizo. Con ¨¦l a los mandos, Espa?a triunf¨®.
Lleg¨® la gloria, el despegue, y despu¨¦s Ciudad Real: ¡°Hab¨ªa firmado un precontrato con el Portland para ir a Pamplona, pero vinieron y pagaron mi cl¨¢usula [800.000 euros]¡±. El traspaso mundial m¨¢s elevado hasta esa ¨¦poca. ¡°Que los pagasen por Rutenka o Karabatic, bien, pero que lo hicieran por m¨ª, un chico de Valladolid¡¡±, relativiza el central, ahora en el Veszpr¨¦m de Hungr¨ªa y al que su tend¨®n de Aquiles le traicion¨® cuando iba como un tiro, en 2008. ¡°Lo ten¨ªa totalmente destrozado, porque no es que se rompiera, es que me explot¨®. Literal. Desapareci¨® y me tuvieron que poner unas cuerdas. Me dijeron que era casi imposible que volviera a jugar, o que si lo hac¨ªa no iba a poder hacerlo a alto nivel. Por suerte tuve a los mejores m¨¦dicos y me machaqu¨¦. Pude salir. Gracias a eso estoy hoy aqu¨ª¡±.
Ese maldito tend¨®n le priv¨® de los Juegos de Pek¨ªn y perdi¨® el tren de la selecci¨®n. El t¨¦cnico Valero Rivera cont¨® con ¨¦l de inicio, pero despu¨¦s desapareci¨®. ¡°No pude ir a los de Londres tampoco, pero nunca perd¨ª la esperanza. Eso s¨ª, ni yo mismo me cre¨ªa que iba a estar jugando a esta edad¡±, admite Chema, el segundo m¨¢s veterano de la selecci¨®n, por detr¨¢s del meta Sierra (36).
¡°Es ¨²nico¡±, apunta el capit¨¢n Ra¨²l Entrerr¨ªos. Opini¨®n a la que se a?ade Viran: ¡°Es irreductible, nunca muere. Tiene ese juego tan especial que le hace diferente. Cuando pone la moto es imparable¡±. Y habla Cadenas: ¡°Se merec¨ªa venir por todo lo que ha hecho¡±, justifica el seleccionador; ¡°no s¨®lo puede llevar el peso del partido, tambi¨¦n puede cambiar la din¨¢mica y nos aporta mucha seguridad¡±.
Si Espa?a se traba, ah¨ª est¨¢ Chema; si hay que poner salsa en el vestuario o echar una mano al compa?ero, ah¨ª se encuentra ¨¦l; y si hay que reivindicar un estilo, una forma diferente y transgresora de moverse sobre el 40x20, todos lo saben. ¡°Me toca ser un director. Compenso el d¨¦ficit f¨ªsico con una visi¨®n m¨¢s t¨¢ctica¡±, retrata ¨¦l. En un momento en el que los centrales de calidad abundan en Espa?a, el seleccionador le ha elegido a ¨¦l, al gordito que sue?a con conquistar su segundo Mundial y estar en R¨ªo. Por algo ser¨¢.
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