Nadal coge impulso
El espa?ol, ¨¢gil y decidido, debuta en el primer grande del curso con una contundente victoria sobre Youzhny (6-3, 6-2 y 6-2)
Rafael Nadal se deshizo por 6-3, 6-2 y 6-2 de Mikhail Youzhny en la primera ronda del Abierto de Australia. Fue mucho m¨¢s que la primera victoria del espa?ol en 2015. Tras jugar solo ocho partidos desde julio de 2014, v¨ªctima de una lesi¨®n de mu?eca y de una apendicitis, el campe¨®n de 14 grandes dej¨® pistas alentadoras para sus intereses. Bajo el sol australiano, el drive del balear fue como una guada?a en un campo de trigo: el arma que impone la ley del m¨¢s fuerte sin posibilidad de oposici¨®n. A Youzhny, de 32 a?os, el partido le vino demasiado grande. Tras caer contra el n¨²mero 171 en el torneo anterior, el n¨²mero 49 mundial jam¨¢s compiti¨® con la convicci¨®n que requer¨ªa la prueba. Nadal fue justo lo contrario. Pese al margen de mejora que hay en su juego, le sobraron fe, intensidad, movilidad y deseo.
Derrota de Carla Su¨¢rez
Carla Su¨¢rez, la n¨²mero 17 del mundo, perdi¨® a la primera en el Abierto de Australia: la alemana Carina Witthoeft, que es la n¨²mero 104, la venci¨® por 6-3 y 6-1. No fue la ¨²nica sorpresa en el cuadro femenino, que vio c¨®mo se desped¨ªan un buen pu?ado de cabezas de serie. As¨ª, Ivanovic, Kerber, Safarova, Pavlyuchenkova, Kuznetsova, Lisicki o Bencic dijeron adi¨®s a Melbourne.
¡°Jugu¨¦ sin muchos errores. Faltan cosas, pero son cosas que solo puedo conseguir jugando partidos. Lo m¨¢s importante es la victoria¡±, fotografi¨® el ganador.
Nadal arranc¨® posicion¨¢ndose demasiado atr¨¢s. En consecuencia, muchos de sus tiros se quedaron cortos. Youzhny no le castig¨® y el espa?ol creci¨® hasta devorar el partido con la glotoner¨ªa de un Carpanta. El n¨²mero tres, sin referencias tras tantos meses sin competir con frecuencia, busc¨® seguridades en la regularidad. Le hinc¨® el diente al partido sin intentar virguer¨ªas ni probar locuras. Pronto impuso su ritmo intermedio frente al de Youzhny, forzado siempre, obligado a demasiado, intentando cazar en la red lo que se le escapaba desde la l¨ªnea de fondo. Cuando Nadal se radiografi¨® a s¨ª mismo, al rival y al encuentro, aceler¨®. Youzhny, que solo sum¨® un pu?ado de puntos al resto en todo el duelo, ni le vio partir. Adi¨®s. Chao. Nos vemos en la siguiente.
El campe¨®n de 14 grandes se enfrentar¨¢ ahora al estadounidense Tim Smyczek. Ni ¨¦l mismo sabe todav¨ªa d¨®nde est¨¢ su tenis y para cu¨¢nto alcanza en Melbourne, aunque las se?ales son alentadoras. Hay cosas que no se explican desde la debilidad del contrario: la movilidad, por ejemplo. Nadal tuvo piernas para cubrirse el rev¨¦s rodeando la pelota y esprint¨® con ligereza de un lado al opuesto, igual que si fuera en patinete. Acunado por su buen d¨ªa al saque, faltan pruebas mayores para saber si el cuerpo, la cabeza y el coraz¨®n est¨¢n listos para afrontar las dificultades, los marcadores adversos y los cruces a cara de perro. Para empezar, un partido de una ¨²nica direcci¨®n y un Nadal reconocible.
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