Cuesti¨®n de inercia
Espa?a vence sin alardes a una Chile muy tierna (37-16) y se asegura su presencia en los cruces del Mundial
Paseaban los jugadores de Espa?a el d¨ªa anterior por el Zoco de Doha, nido de quincaller¨ªa, a ver si encontraban entre esas tiendas y esas callejuelas alg¨²n souvenir y, ya de paso, a ver si se colaban por ah¨ª algunas musas que les inspirasen sobre la pista. Ante Chile, en un partido plano m¨¢s destinado a ajustar las tuercas que a extraer conclusiones, aparecieron por momentos, pero no se llegaron a quedar. Las siguen buscando los Hispanos, que en esa labor de investigaci¨®n consiguieron la victoria (37-16) y su pase a los cruces de este Mundial de Qatar.
El bal¨®n, pobre ¨¦l, no hizo m¨¢s que deambular de un lado a otro sin encontrar un destinatario, como si nadie quisiera tenerlo entre las manos en el inicio. De aqu¨ª all¨¢, perdido, desorientado por las imprecisiones de todos los jugadores. Tuya, no; m¨ªa, tampoco; del otro, menos. Tal fue el enredo que hasta el 4:09 no lleg¨® el primer gol. Lo hizo Frelijj, que por poco tiene que pedir perd¨®n. Por eso de no desentonar, Espa?a tambi¨¦n tard¨® lo suyo. Ra¨²l Entrerr¨ªos se cans¨® de la broma y par¨® el cron¨®metro en el 5:58. Tipo serio el capit¨¢n.
Espa?a, 37-Chile, 16
Espa?a: P¨¦rez de Vargas, Rocas (3), Maqueda (1), Andreu (4), Entrerr¨ªos (1), Garc¨ªa (4) y Ugalde (6) --siete inicial--; Morros, Guardiola (1), Ca?ellas, Tom¨¢s (4), Dujshebaev (4), Aginagalde (1), Chema Rodr¨ªguez (1) y Rivera (7, 3 de p).
Chile: Oliva, Jofr¨¦ (2), Frelijj (3), Caniu (1), E.Salinas, R. Salinas y Oneto (2) --siete inicial--; Salazar, Callejas (1), Del R¨ªo, Reyes (1), D¨ªaz (1), Araya (3, 2 de p), Ceballos (1), Moll (1) y Barrientos (ps).
Parciales cada 5 minutos: 0-1, 3-1, 6-3, 8-5, 10-6, 14-7 (descanso). 19-8, 23-9, 27-11, 32-12, 33-15 y 37-16.
?rbitros: S.Lee y B.Koo (COR). Excluyeron a Ca?ellas, Andreu y Rocas, por Espa?a; y a D¨ªaz, por Chile.
Lusail Multipurpose Hall.
Andreu, titular, disfrut¨® de sus primeros minutos en el torneo. Y para abrir boca, un plato contundente. ¡°?Tapa a Oneto (2,04 y 110 kilos), que no se gire, Juan!¡±, le gritaron desde el banquillo. A la orden. ?l, Viran Morros y Guardiola chocaron una y otra vez contra el gigant¨®n chileno, con dos rodilleras en las piernas que, unido a su porte inmenso, le hac¨ªan parecer un transformer. Se emple¨® a fondo la defensa para cerrarle el paso. Buen trabajo. Hasta el 11:58 no logr¨® marcar. A falta de efectividad, por lo menos todo el mundo estaba de acuerdo en la idea de fondo y nadie se desmarc¨® del guion.
Tampoco Rocas ni V¨ªctor Tom¨¢s, aquellos que casi nunca fallan. Con un ocho de ocho en los siete metros de Espa?a hasta el momento, el primero se top¨® con el larguero y el segundo con la mano de Oliva. Que no, que no. Que nosotros tampoco vamos a ser m¨¢s, parec¨ªan decir los extremos. Pero en esas, una vez abierta la veda por eso de no hacer de menos a los 200 asistentes al recinto, poco a poco los hombres de Manolo Cadenas fueron tomando distancia. Pero por inercia, m¨¢s que nada. Por una cuesti¨®n de cach¨¦.
Se animaron Antonio Garc¨ªa, Ugalde y Dujshebaev, el uno con un latigazo, el otro en carrera y el tercero desde una posici¨®n extra?a para ¨¦l, desde el costado derecho. As¨ª de raruno estaba el panorama esta vez. Despu¨¦s, abierto el tarro, Rocas demostr¨® su glotoner¨ªa y tambi¨¦n quiso picar. Un golpe de mu?eca exquisito y un par de vuelos m¨¢s para sellar el primer acto. 14-7 y a la caseta. Ca?ellas y Aginagalde pr¨¢cticamente todo el rato sentados, porque no hizo falta mucho m¨¢s.
En el segundo, un poquito remozada, Espa?a puso el turbo. Ahora s¨ª. Oneto, como un maestro, instru¨ªa y correg¨ªa continuamente a sus compa?eros, a voces todo el rato, intentando arreglar la cosa a trav¨¦s del debate. Igual que su t¨¦cnico, Fernando Capurro, al que el ¨¢rbitro le llam¨® la atenci¨®n por hablar. Los Hispanos se olieron el despiste y lo decidieron aprovechar. 27-12 de un plumazo, sin excesiva exigencia ni alardes en el juego. El 5-1 defensivo de los andinos, con Esteban Salinas en el avanzado, era un fil¨®n.
Lo que est¨¢ claro es que a Espa?a le va la velocidad. Y en cuesti¨®n de cilindros se desenvuelven como pocos Valero Rivera y V¨ªctor Tom¨¢s. Salieron una y otra vez como meteoritos, lanzados, si bien es cierto el meta Barrientos les fren¨® alguna que otra vez. En el otro marco, el joven P¨¦rez de Vargas rindi¨® a un gran nivel. Fue designado hombre del partido. Sin minutos dos d¨ªas antes, frente a Brasil, jug¨® el partido completo y a Sierra le toc¨® descansar.
Y, en medio de todo este batiburrillo, las musas se asomaron alguna que otra vez, de modo fugaz. Espa?a, esa Espa?a de la doble velocidad, sigue busc¨¢ndolas aqu¨ª y all¨ª, en la cancha y en las calles de Doha. El ejercicio ante Chile se tradujo en una mera cuesti¨®n de inercia. Ahora espera Qatar. ?Vendr¨¢n?
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