Un anfitri¨®n prefabricado
La mitad de los jugadores de Qatar, dirigida por Valero Rivera y construida al auspicio econ¨®mico del emirato, son for¨¢neos Es un equipo que intimida y hoy se mide a Espa?a
Cuando uno atraviesa las calles de Doha, cincelada a golpe de gas y petr¨®leo, tiene la sensaci¨®n de caminar entre un inmenso decorado. Lo que ayer era un pueblo de pescadores que se nutr¨ªa del cultivo de las perlas, una hermosa bah¨ªa abrigada por el polvo y la arena del desierto, hoy es una metr¨®poli indescifrable para el turista. Casi todo lo que observa es postizo, de cart¨®n piedra. Desde el conglomerado de torres coloreadas que definen su skyline, elevadas sin criterio ni patr¨®n, hasta el archipi¨¦lago artificial que remata la ciudad por la zona alta. Dejando de lado la serigraf¨ªa, los turbantes y el niqab negro que cubre por completo a la mujer catar¨ª, uno no sabe bien si est¨¢ aqu¨ª o all¨¢, en el desierto o en Manhattan. As¨ª de contradictoria es.
Obras fara¨®nicas salpican la mayor parte de Doha. La red de metro se encuentra en plena construcci¨®n y por las noches el traqueteo de las excavadoras y las gr¨²as que levantan m¨¢s y m¨¢s rascacielos interrumpen el silencio. All¨ª, entre los esqueletos de los edificios y las alturas, faenan sin alzar la voz miles y miles de inmigrantes nepal¨ªes, en r¨¦gimen de esclavitud. Y all¨ª abajo, a ras del asfalto, los coches de lujo serpentean de modo ca¨®tico por las principales arterias de la ciudad. En una de ellas se aprecia un letrero de considerables dimensiones que recoge un mensaje en ingl¨¦s: Sport is our future.
Efectivamente, el deporte es la gran apuesta del emirato. Por eso, desde hace ya un tiempo ha efectuado una estratosf¨¦rica inversi¨®n econ¨®mica para acaparar grandes eventos. Ciclismo, tenis, f¨²tbol, motos, nataci¨®n. De todo tipo. Tambi¨¦n otros de menor trascendencia medi¨¢tica como el balonmano, cuya Copa del Mundo se celebra estos d¨ªas en Qatar por fijaci¨®n de uno de los hermanos del emir Tamim bin Hamad Al Zani. Capricho cumplido. Por eso se dise?aron dos pabellones fastuosos. Uno, el Lusail Multipurpose Hall, el hogar de la selecci¨®n nacional. El otro, el Duhail Sports Hall.
¡°Mira, ese de ah¨ª es el despacho de Valero [Rivera]. El m¨ªo est¨¢ por detr¨¢s¡±. Zupo Equisoain, t¨¦cnico navarro, ejerce de cicerone en el segundo recinto. ?l forma parte de un ambicioso proyecto para impulsar la proyecci¨®n internacional del balonmano catar¨ª. Dirige la selecci¨®n j¨²nior, puesto que la absoluta est¨¢ en manos del t¨®tem, del icono. ¡°Valero dirige, es una estructura piramidal. ?l dicta y nosotros seguimos las directrices. Disponemos de absolutamente todos los medios para trabajar. ?l tiene plena libertad para hacer y deshacer¡±, detalla el preparador.
Alquimista de un Barcelona victorioso, Valero Rivera tambi¨¦n coron¨® a Espa?a en 2013 al conquistar el Mundial. Despu¨¦s, recibi¨® una desorbitante oferta del emirato, en torno a los 800.000 euros anuales. Y eligi¨® Qatar. Hasta su llegada, la selecci¨®n de balonmano nunca hab¨ªa ganado nada. Sin embargo, desde su aterrizaje, hace 20 meses, se convirti¨® en un equipo competitivo que hoy intimida a los Hispanos (17.00, Tdp). Gan¨® la Copa de Asia, al igual que el equipo j¨²nior, y ahora aspira a lo m¨¢ximo. ¡°El objetivo no es otro que ganar¡±, precisa Equisoain. Pero Qatar, rico como pocos, tiene su estilo. Ficticio como el pladur, ese material que suple al ladrillo en la construcci¨®n.
Zupo Equisoain, t¨¦cnico navarro,dirige a la selecci¨®n j¨²nior catar¨ª
Despu¨¦s de peinar la ciudad para reclutar a los mejores catar¨ªs y de aportarles una disciplina t¨¢ctica, Valero reforz¨® el equipo nacional. Para ello mir¨® al extranjero y Qatar comenz¨® a nacionalizar. De los 16 jugadores citados, solo ocho son oriundos de Qatar: Al-Karbi, Mabrouk, Murad, Mallash, Mamadi, Hamdoon, Hassab Alla y Zakkar. Llegaron, bajo unas condiciones dif¨ªciles de renunciar, un elenco de figuras: el meta bosnio Daniel Saric, uno de los mejores del mundo; el asturiano Borja Fern¨¢ndez (baja en el Mundial); los montenegrinos Stojanovic, Markovic y Damjanovic; los cubanos Capote y Pav¨¢n (finalmente descartado); y el franc¨¦s Roine. Contrat¨®, incluso, al m¨¦dico Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez, ex del Bar?a y la selecci¨®n.
La adquisici¨®n, criticada, es perfectamente legal. Seg¨²n el Player Elegibility Code de la Federaci¨®n Internacional (IHF), un jugador, siempre que tenga la nacionalidad, puede ser elegido por un pa¨ªs si no ha jugado con su selecci¨®n de origen o si lleva tres a?os sin hacerlo. De hecho, Espa?a ya se benefici¨® en su d¨ªa con los casos del portero serbio Sterbik y el pivote cubano Ur¨ªos. El trasvase hacia Qatar, no obstante, ha levantado algunas ampollas. Pero Valero, enfrascado en uno de los retos m¨¢s grandes de su carrera, esquiva el tema. ¡°Est¨¢ dentro de la legalidad¡±, arguye el entrenador, de 61 a?os.
En 2014, Qatar fue invitado a la Golden League, un prestigioso torneo que organizan Francia, Dinamarca y Noruega. Venci¨® a estos ¨²ltimos y empat¨® contra los galos, los grandes favoritos para alzar el t¨ªtulo en Doha. ¡°Es que vamos a por todas¡±, remata Zupo. Y tanto. Con un envoltorio de oro y diamantes, pero, en el fondo, cart¨®n piedra.
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