Orgullo ¡®Hispano¡¯
Los de Cadenas resisten al brazo de Markovic y a Qatar (25-28) y acarician el primer puesto del grupo tras su reacci¨®n ante el anfitri¨®n
Qatar, ese prefabricado, es toda una realidad. La selecci¨®n dirigida por Valero Rivera extenu¨® a los hombres de Manolo Cadenas, que cuanto m¨¢s se inclin¨® el terreno y m¨¢s fea se puso la cosa, m¨¢s supieron dar. Olvidados los titubeos y exigidos por el despliegue rival, con el agua al cuello, volvieron a esa esencia campeona que les llev¨® hasta la corona hace dos a?os. A remolque una buena parte del pulso, supieron revolverse y reaccionar. Ahora acarician la primera plaza de su grupo ¨Cpuede permitirse el lujo de caer ante Eslovenia, su ¨²ltimo rival en la fase de grupos, por dos goles?¨C. Se repuso pese la bravata de la anfitriona. Y es que ya lo dicen: saber sufrir, sabe ganar.
Qatar, 25-Espa?a, 28
Qatar: Stojanovic; Al-Karbi (1), Benali (-), Mabrouk (-), Capote (5), Mallash (1) y Madadi (1) -equipo inicial- Saric (ps), Markovic (10, 2p), Roine (-), Murad (1), Memisevic (1), Damjanovic (1), Hamdoon (-), Hassab Alla (4) y Zakkar (-).
Espa?a: Sierra; V¨ªctor Tom¨¢s (6, 3p), Maqueda (3), Ra¨²l Entrerr¨ªos (1), Ca?ellas (4), Rivera Folch (7, 1p) y Aginagalde (4) -equipo inicial- P¨¦rez de Vargas (ps), Rocas (-), Ugalde (1), Andreu (-), Chema Rodr¨ªguez (-), Morros (-), Antonio Garc¨ªa (-), Gede¨®n Guardiola (2) y Dujshebaev (-).
Marcador cada cinco minutos: 1-2, 2-4, 4-5, 5-6, 7-8 y 10-8 (Descanso) 14-12, 17-15, 18-18, 21-21, 24-24 y 25-28 (Final).
?rbitros: Stoijkovic y Nikolic (SRB). Excluyeron por dos minutos a Zakkar por Catar; y a Rocas, Morros (2), Chema Rodr¨ªguez y Gede¨®n Guardiola por Espa?a.
Lusail Hall de Doha: Unos 7.000 espectadores.
Al subir el tel¨®n, todo fueron buenas formas. El saludo entre Cadenas y Valero fue g¨¦lido, un simple apret¨®n de manos. No as¨ª el del seleccionador catar¨ª con el resto del cuerpo t¨¦cnico. Un abrazo por aqu¨ª, otro achuch¨®n por all¨¢, que para algo hab¨ªa llegado con dos horas de antelaci¨®n al pabell¨®n, otros d¨ªas una c¨¢mara frigor¨ªfica en la que se pod¨ªa escuchar hasta los susurros. Esta vez no. Esta vez fue una caldera ruidosa, pero de las que no molestan a los vecinos. Todo lo contrario. M¨¢s de tres cuartos del aforo completo ¨Cen el Lusail Multipurpose Hall caben 15.000 espectadores??¨C, ruido, color, incluso olas de los aficionados. Ebullici¨®n. Ahora s¨ª. Qu¨¦ gustazo. Por fin.
El caso es que por eso de corresponder al protagonismo que hab¨ªa suscitado en la previa su apellido, Rivera j¨²nior quiso llamar la atenci¨®n. El primer bal¨®n que lleg¨® a sus manos acab¨® en gol. Y el segundo. Y el tercero. ¡°?Maldita sea!¡±, mascullaba su padre desde la banda. Hijo, esto no se hace, debi¨® de pensar. Se desga?itaba el s¨¦nior, de aspaviento en aspaviento, in crescendo conforme la diferencia de Espa?a menguaba y los suyos se crec¨ªan. El portero Stojanovic, colosal, punte¨® la picaresca de Rivera desde los siete metros y, a partir de ah¨ª, Qatar revent¨® como un volc¨¢n.
Hassab Alla hac¨ªa da?o por el pasillo de en medio y Al Karbi gener¨® un bramido en las gradas con un lanzamiento de rosca que parec¨ªa que se iba al garete y al final decidi¨® cambiar de trayectoria. Sierra, el hombre, hizo lo que pudo en este primer acto. Detuvo un mano a mano con Madadi, pero acto seguido Stojanovic hizo ver que ¨¦l no iba a ser menos enfrente de V¨ªctor Tom¨¢s. Del 7-8 a favor de Espa?a se pas¨® al 9-8 para Qatar.
Rugidos y decibelios. Un ambiente sensacional. La anfitriona va en serio, muy en serio. Tiene mimbres, a golpe de billetera e importaci¨®n ¨Cocho de sus jugadores, la mitad, son extranjeros¨C. Pero los tiene. Y en la banqueta, al mejor mariscal. Valero y sus jugadores pusieron el cepo y Espa?a cay¨® en la trampa. No funcionaba el 6-0 defensivo. Hab¨ªa demasiadas rendijas y Markovic (10 goles), un mazo desde el lateral derecho, con el 1 a la espalda, lo pudo aprovechar.
Bonito espect¨¢culo, hasta que el ¨¢rbitro puso un borr¨®n. Ca?ellas, ese genio en slow motion, se invent¨® un rectificado sobre la bocina. El bal¨®n golpe¨® la red, pero incomprensiblemente el tanto no subi¨® al marcador. ¡°?Por qu¨¦? ?Por qu¨¦? ?Lo hab¨¦is visto?¡±, exclamaba Maqueda desde el banquillo, en direcci¨®n a la tribuna de prensa. ¡°?Apuntadlo, apuntadlo!¡±, insist¨ªa a los periodistas espa?oles.
El paso por el vestuario no alter¨® mucho el panorama. Markovic, un l¨¢tigo con una carrocer¨ªa descomunal, golpeaba una y otra vez. No pod¨ªan frenarle. Ni Viran, ni Maqueda, ni Guardiola. No hab¨ªa manera. Nada. Encima se enchuf¨® el cubano Capote, incisivo en las penetraciones. Cadenas lo rumiaba sentado, mientras que Valero miraba al videomarcador. 17-14, mal asunto para Espa?a. Fue V¨ªctor Tom¨¢s (6/6) quien sac¨® la garra y Valero (7/10) j¨²nior qui¨¦n m¨¢s percuti¨®.
Se equilibr¨® la balanza hasta el 20-20 y Maqueda, todo casta, sac¨® el brazo de paseo. Guardiola, de brazos kilom¨¦tricos, dibuj¨® un bloqueo y le sigui¨® el juego Tom¨¢s a la carrera, certero una vez m¨¢s. 24-25. Vaya sufrimiento. La situaci¨®n exig¨ªa un golpe de efecto y por eso Ca?ellas se invent¨® un par de trucos. Tambi¨¦n demandaba gladiadores y, en ese contexto de brega, ah¨ª apareci¨® Aginagalde en el pivote. Uno, dos, tres cuatro tantos en los ¨²ltimos seis minutos. El vasco, anulado hasta ese momento, emergi¨® porque ¨¦l lo sabe. Es fundamental.
Resisti¨® Espa?a la embestida. Firme, con mucho pundonor, sin volver la cara. Esto es un Mundial. La retaguardia mut¨® en un 5-1, en avanzado, y la cosa cambi¨®. Volvi¨® el muro. Espa?a volvi¨® por fin a ser Espa?a. Volvi¨® el orgullo Hispano. Cuando estaba sometida, contra las cuerdas, supo defender, supo sufrir, supo ganar. Nadie dijo que esto fuera f¨¢cil. Los Rivera se fundieron en un abrazo, padre e hijo. Qu¨¦ hermos¨ªsimo final.
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