Neymar tiene la sangre caliente
Puestos a jugar a las bravas y al intercambio de golpes, nadie tiene la sangre caliente de Neymar ni el punch de Luis Enrique
El Bar?a evoluciona tanto en su f¨²tbol que ayer pareci¨® la mejor versi¨®n del Atl¨¦tico. Jug¨® estupendamente al espacio, sus transiciones resultaron tan vertiginosas como efectivas e incluso tir¨® de estrategia para reconducir el encuentro cuando el marcador le era adverso por un gol concedido por el ¨¢rbitro: no hab¨ªa falta de Mascherano y, puestos a discutir la infracci¨®n, el derribo de Juanfran era fuera del ¨¢rea de Ter Stegen. La jugada no tuvo mayor incidencia a efectos de inventario de errores porque el 2-3 lleg¨® despu¨¦s de que la pelota rebotara en el codo de Alba y, ante el silencio de Gil Manzano, el propio lateral habilitara a Neymar despu¨¦s del centro de Messi, desequilibrante desde la derecha, muy h¨¢bil a la hora de sancionar los despliegues y la p¨¦rdida de posici¨®n de Siqueira.
Acept¨® el Bar?a disputar el encuentro en los t¨¦rminos fijados por el Atl¨¦tico y sali¨® claramente vencedor no solo porque ha perdido cualquier complejo de inferioridad despu¨¦s del escarnio de la temporada pasada sino que tuvo un mayor dominio emocional del partido del Calder¨®n. Los rojiblancos se electrocutaron en su propia carga ambiental y su reacci¨®n en la grada y en la cancha result¨® desmedida, opuesta a la que protagonizaron los azulgrana cuando perdieron la Liga en el Camp Nou.
El litigio futbol¨ªstico qued¨® finiquitado en el descanso, cuando el ¨¢rbitro expuls¨® en el t¨²nel de vestuarios a Gabi, despu¨¦s que Neymar se las tuviera tiesas con la mitad del equipo de Simeone. No hay futbolista que refleje mejor el cambio barcelonista que el brasile?o, autor de dos goles, definitivo ante la porter¨ªa, inalcanzable en carrera para los centrales, protagonista de las muchas trifulcas de la noche, a gusto en el cuerpo a cuerpo, desafiante con el Atl¨¦tico.
Han cambiado las tornas: los azulgrana suman tres victorias tras seis partidos sin ganar a los rojiblancos
Los azulgrana supieron competir con el marcador en contra y a favor, convencidos de su superioridad, seguros de que la eliminatoria se hab¨ªa decidido en el Camp Nou con el gol de Messi. Al Atl¨¦tico el partido se le acab¨® a los 38 segundos con el tanto de Torres, que penaliz¨® un doble error de Mascherano. Hay pocos equipos que castiguen tanto los fallos del adversario como el Atl¨¦tico. La respuesta barcelonista, sin embargo, fue categ¨®rica con 1-0 y despu¨¦s con 2-1.
Los centrales sacaron el bal¨®n en largo, Messi arm¨® la contra con su juego de pies, Su¨¢rez le dio continuidad con su cuerpo y Neymar resolvi¨® ante Oblak. Neymar desquici¨® al Atl¨¦tico, retratado cuando Turan le tir¨® la bota al linier y con la roja de Mario. Los azulgrana evitaron riesgos, no perdieron la bola, fueron resolutivos y descansaron con el cuero a partir del 2-3. No hubo tiempo para el control, ni para la elaboraci¨®n ni para el ataque est¨¢tico, sino que se impon¨ªa jugar de acuerdo a la ley del Atl¨¦tico. Y el Bar?a sac¨® lo peor del plantel de Simeone, abatido tres veces por Luis Enrique despu¨¦s de seis veces invicto ante Martino. Han cambiado las tornas. Puestos a jugar a las bravas y al intercambio de golpes, en ausencia de Diego Costa nadie tiene la sangre caliente de Neymar y Luis Enrique rivaliza con el punch de Simeone.
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