El Bar?a es velocidad y alegr¨ªa

Acostumbrado el Bar?a a que los rivales le defiendan atr¨¢s y le den los espacios en la zona de creaci¨®n, el equipo se las ingenia con mayor o menor suerte para trasladar el bal¨®n a los tres delanteros universales, que resuelven desde hace tiempo cualquier entuerto. Por eso y mucho m¨¢s suma el equipo nueve triunfos seguidos explicados con 34 goles a favor por siete en contra. Ocurri¨® que este fin de semana el Athletic corri¨® la alfombra hacia delante, acoso alto que desbroz¨® el Bar?a con salida limpia y ataques vertiginosos, feliz el equipo porque los mencionados espacios se dieron a la espalda de la zaga rival.

¡°Lo bueno es que todos participan en el ataque y juegan seguros¡±, se?ala Arrigo Sacchi. ¡°El equipo est¨¢ hecho y el t¨¦cnico no tiene las dudas del principio. Los grandes equipos, los que se recitan de memoria, siempre fueron s¨®lidos a base de competir juntos¡±, sentencia C¨¦sar Luis Menotti. ¡°Tras pasar por una ¨¦poca turbulenta, han encontrado los resultados y tiene m¨¦rito porque el ambiente que rodeaba al equipo era complicado¡±, abunda Radomir Antic. ¡°Lo que no se puede hacer¡±, tercia Miguel ?ngel Lotina; ¡°es comparar a este Bar?a, que es m¨¢s terrenal, con el de Guardiola. Entre otras cosas porque si el rival les pilla al contragolpe Luis Enrique lo achaca al repliegue y Guardiola se lamentaba por perder el bal¨®n¡±. Pero si la recuperan, este Bar?a tiene una buena contra. ¡°Es un equipo m¨¢s rico en opciones¡±, subraya Jabo Irureta.

Equipo de ida y vuelta. Frente al Athletic, el Bar?a se sinti¨® c¨®modo con el intercambio de golpes. ¡°Lo siento, me gusta atacar y hacerlo al espacio aunque eso signifique que los futbolistas tengan que correr¡±, dice Luis Enrique. ¡°Encontr¨® generosidad en el juego del adversario [Athletic] y se siente c¨®modo con el pase r¨¢pido m¨¢s que con el traslado pausado de la pelota. La ida y vuelta le conviene¡±, explica Menotti. ¡°No tiene tanta paciencia en la creaci¨®n como antes¡±, se?ala Antic. ¡°Es un equipo con velocidad y alegr¨ªa¡±, agrega Sacchi. ¡°Con espacios, a la carrera, este Bar?a te mata¡±, aclara Irureta; ¡°y como tienen mucha vitalidad, les gusta correr¡±. As¨ª, el equipo se amolda a las exigencias rivales; corri¨® 117 kil¨®metros ante el Villarreal en un duelo abierto y se qued¨® en 102 con el Elche, que se cerr¨® en su ¨¢rea. Remacha Lotina: ¡°Antes el Bar?a recuperaba y se abr¨ªa para tocar y buscar el hueco. Ahora, tiene contra¡±.

Los medios se dan relevo. Para Luis Enrique hay dos l¨ªneas de piezas inflexibles, la zaga y la delantera [ver gr¨¢fico]; rotan los medios. ¡°Aunque en el f¨²tbol moderno todos trabajan mucho, los medios son siempre los que m¨¢s corren y por eso hay que dosificarlos¡±, entiende Sacchi; ¡°aunque tambi¨¦n depende de las caracter¨ªsticas de los jugadores porque unos son m¨¢s f¨ªsicos, otros no recuperan tan r¨¢pido¡­¡±. Coge el testigo Irureta: ¡°El ejemplo es Xavi. No es lo mismo tener 27 a?os que 35¡­ y si Rafinha o Rakitic ¡ªha pasado de ser un se?or en el Sevilla a un servidor en el Bar?a¡ª dan rendimiento, pues se puede alternar¡±. Se suma Lotina: ¡°Xavi es importante para partidos concretos, y ante el Athletic Iniesta no jug¨®. Creo que quiere que los jugadores lleguen frescos al final de la temporada¡±. Menotti rese?a: ¡°Y los medios del Bar?a tienen diversas aptitudes para aplicarlas seg¨²n los partidos. Como los de arriba, pero esos se cambiar¨¢n poco¡±. As¨ª piensa Irureta: ¡°Es que los delanteros son inamovibles. Si hasta est¨¢ Pedro, un campe¨®n del mundo, es suplente¡­ ?Es la leche!¡±. Intercede Lotina: ¡°Pero Messi quiere jugarlo todo¡­ y no siempre se puede cambiar a Neymar y Luis Su¨¢rez¡±.

Arriba no se falla. Contabiliza el Bar?a una media de 3,8 goles en los ¨²ltimos nueve triunfos, lejos del 2,4 que ten¨ªa hasta entonces. ¡°Los de arriba marcan la diferencia¡±, dice Antic. ¡°Est¨¢n felices, se han encontrado y cada d¨ªa los veo mejor¡±, a?ade Menotti. ¡°Cuando marca uno de ellos, los tres lo celebran igual. Neymar y Luis Su¨¢rez aceptan que Messi es el n¨²mero uno. Otros no lo entendieron y se tuvieron que ir¡±, cuenta Lotina. Y son unas m¨¢quinas del remate, hasta el punto de que en las nueve victorias suman 143 disparos (15,9 de media). ¡°Neymar ha superado su problema de adaptaci¨®n porque el equipo no estaba bien el a?o pasado y el ¨²ltimo en llegar lo paga¡±, expone Sacchi. ¡°Ha mejorado mucho¡±, constata Irureta. ¡°Pero yo veo a Su¨¢rez sin su autoridad en el juego. A¨²n no ha encontrado su sitio ni el gol¡±, remarca Antic. ¡°Pero los har¨¢¡±, replican todos.

Acoso infatigable. No hace mucho desde el vestuario se felicitaban por haber recuperado la voluntad a la hora de presionar. ¡°Nos falta un poco¡±, se autoexigen. Lo mismo cree Sacchi: ¡°No es como con Guardiola, pero el equipo est¨¢ compacto. Aunque la presi¨®n es lo m¨¢s dif¨ªcil de conseguir y la ejecutan bien¡±. Le sigue Lotina: ¡°Defienden mejor en campo contrario. De hecho, cuanto m¨¢s cerca de su porter¨ªa, m¨¢s dificultades tienen¡±. Antic opina: ¡°La clave es lo que dijo Luis Enrique, que los jugadores empiezan a sentirse c¨®modos sin bal¨®n. Con el talento que tienen, si hacen esa presi¨®n, todo ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil¡±. Apunta Menotti: ¡°S¨ª, han mejorado, pero hay que verlo en m¨¢s confrontaciones¡±.

No se pierde el pase. Aunque en siete duelos seguidos (M¨¢laga, Granada, Rayo, Eibar, Madrid, Celta y Almer¨ªa) sum¨® s¨®lo 572 pases de media, ahora est¨¢n en los 700. ¡°No ha perdido tanto toque, por m¨¢s que no tenga tanta tranquilidad en la composici¨®n¡±, confirma Antic. ¡°Tiene una buena posesi¨®n del bal¨®n, pero lo juegan muy r¨¢pido¡±, concuerda Sacchi. Apostilla Menotti: ¡°El Bar?a siempre ha sido r¨¢pido con espacios. Lo que pasa es que ahora siempre le defienden atr¨¢s¡±. Irureta matiza: ¡°Para m¨ª el equipo no ha cambiado demasiado. Ante el Athletic jug¨® casi siempre desde atr¨¢s, pase, pase, pase. Creo que ha mejorado en la velocidad de traslaci¨®n y en la ejecuci¨®n de las acciones¡±. Y cierra Lotina: ¡°Ayuda c¨®mo aguantan el bal¨®n Neymar y Su¨¢rez de espaldas, aseguran posesi¨®n y las contras¡±.