Ferrer devora el t¨ªtulo ante Fognini

David Ferrer conquist¨® el 23? trofeo de su carrera al ganar 6-2 y 6-3 a Fabio Fognini en la final de Rio. El italiano no se pareci¨® en nada al tenista que hab¨ªa derribado a Rafael Nadal la v¨ªspera. Le pes¨® la importancia del encuentro, pero no solo eso. El alicantino tiene fama de fiero competidor, y eso pesa sobre la cancha, m¨¢s cuando el rival acude al encuentro con siete derrotas en otros tantos partidos, como le pas¨® al aspirante. El n¨²mero nueve mundial, que perdi¨® el saque la primera vez que sirvi¨® por el t¨ªtulo, devor¨® la final de principio a fin. No solo demostr¨® su hambre de victoria. Con su triunfo, Ferrer, de 32 a?os, tambi¨¦n volvi¨® a dejar claro que su pasi¨®n por el tenis puede quemar a la mayor¨ªa de contrarios.

Nadal: "Me canso antes de lo habitual"

J. J. M.

Antes de disputar la final del torneo de R¨ªo contra David Ferrer, Fabio Fognini vio una cosa ¨²nica: a Rafael Nadal hincando una rodilla en la tierra, v¨ªctima de los calambres y del agotamiento, justo antes de inclinarse ante ¨¦l en semifinales por 1-6, 6-2 y 7-5. No fue solo la derrota n¨²mero 25 del espa?ol sobre la superficie que le ha convertido en una leyenda. Fue tambi¨¦n la constataci¨®n de que su bajada en el r¨¢nking es inevitable (perdi¨® el n¨²mero tres) y de que el precio de tener solo 17 partidos en las piernas desde junio de 2014 es alt¨ªsimo.

¡°Ha habido falta de continuidad en la competici¨®n durante muchos meses¡±, subray¨® Nadal, que la v¨ªspera de su derrota jug¨® hasta las 3.30 con Cuevas. ¡°Es l¨®gico que esto afecte al f¨ªsico compitiendo¡±, argument¨®. ¡°M¨¢s que preocuparme, entiendo que son procesos que tengo que pasar. Igualmente me sorprende tener calambres, pero es parte de un camino que tengo que recorrer¡±, a?adi¨®. ¡°F¨ªsicamente mezclo momentos buenos con malos. Me falta continuidad. Me estoy cansando antes de lo habitual. Estaba con calambres por bastantes lugares del cuerpo. Me sorprende¡±.

El mayor problema de Nadal es que nunca sabe con qu¨¦ Nadal va a encontrarse. Si con el que abrum¨® a Anderson en el Abierto de Australia o con el que sufri¨® una p¨¢jara frente a Smyczek en Melbourne. En su estrategia manda el sentido com¨²n. Asume que su r¨¢nking bajar¨¢ en los pr¨®ximos meses. Seg¨²n fuentes de su equipo, su participaci¨®n esta semana en el torneo de Buenos Aires es segura. Sin embargo, al espa?ol le preocupa m¨¢s el futuro que el presente. Lo expres¨® con una met¨¢fora. Habl¨® de subir ¡°la escalera¡±. Escal¨®n a escal¨®n, espera utilizar los pr¨®ximos meses para llegar listo a Roland Garros.

El partido se discuti¨® desde la l¨ªnea de fondo y seg¨²n las viejas leyes del tenis sobre tierra. Los intercambios fueron largos y tranquilos. Buscaron el desgaste. Los dos rivales se analizaron y convinieron que el mejor golpe del otro era el drive y el peor el rev¨¦s. En consecuencia, se aplicaron a los intercambios cruzados para luego intentar ganar la iniciativa cambiando. Ferrer tuvo la paciencia que dan a?os de batallas ganadas, finales disputadas y contrarios eliminados. A Fognini le pas¨® lo que tantas veces: en ocasiones, tener muchas posibilidades t¨¦cnicas es peor que no tenerlas. Es tanto su talento, y tantas las opciones que tiene para elegir en su mu?eca, que a veces se enreda en imposibles.

Y a Ferrer es muy dif¨ªcil ganarle inventando. O se le desborda por fuerza o se le ense?a una distancia insalvable de talento o se acaba enredado en la asfixiante persistencia de su tenis de cemento. Ya en la treintena, el espa?ol sigue teniendo piernas para perseguir bolas que otros solo miran desde la distancia y se aplica con la fe del converso a la liturgia del tenis de alto ritmo. Empapado en sudor, el alicantino se llev¨® la primera manga en poco m¨¢s de media hora. Sin que se le moviera un pelo, el italiano se fue a sentar en el banquillo sin que le inquietara lo m¨¢s m¨ªnimo haber cometido 17 errores no forzados en 37 minutos. "Este es mi tenis", habr¨ªa dicho si le hubieran preguntado.

Con eso no basta. De la paciencia del inicio, el italiano pas¨® a las prisas, y con ¨¦l se diluyeron sus opciones. Le pesaron los fantasmas, esas siete derrotas precedentes en otros tantos partidos. Ferrer conquist¨® as¨ª su segundo t¨ªtulo de la temporada, que le ha visto ya celebrar trofeos en cemento y tierra, y sum¨® un buen pu?ado de puntos para impulsarse en su sue?o de escalar posiciones dentro del top-10. Pasan los a?os y su tenis sigue pesando en el circuito. Tiene mucho m¨¢s talento del que se le suele reconocer, pero sobre todo le distingue una cosa que no se ense?a en las academias y que le separa de la mayor¨ªa de tenistas: ilusi¨®n por el oficio.