Racismo, insultos y lanzamiento de objetos en el Feyenoord-Roma

El Feyenoord se ha despedido de la Liga Europa tras perder por 1-2 contra el Roma, en un partido marcado por la tensi¨®n dentro del estadio De Kuip, de Rotterdam. Antes del descanso, un pl¨¢tano hinchable de grandes dimensiones ha sido lanzado al c¨¦sped por los hinchas holandeses, y el ¨¢rbitro, el franc¨¦s Cl¨¦ment Turpin, ha interrumpido el juego. Se presume que el objeto era una burla racista dirigida contra Gervinho, el jugador negro del conjunto italiano. Durante la segunda parte, el campo se ha llenado de basuras arrojadas de nuevo por los ultras del conjunto local. Todos los jugadores han sido conducidos a los vestuarios para evitar heridos. Esta vez, las gradas han reaccionado ante la expulsi¨®n de Mitchell te Vrede, por una entrada muy dura a Manolas. La direcci¨®n del Feyenoord ha animado a los seguidores a ¡°apoyar a su club de manera m¨¢s positiva¡±, a trav¨¦s del servicio de megafon¨ªa del campo, pero la prensa holandesa habla ya ¡°de otra p¨¢gina negra en la historia del equipo¡±.

Fuera del estadio, la polic¨ªa de ?msterdam y de Rotterdam se ha mantenido durante todo el d¨ªa en estado de alerta ante la llegada de los aficionados del Roma. Se esperaba a unos 2.500, que han sido conducidos a De Kuip en trenes especiales. Aunque antes del partido no ha habido incidentes, dos autobuses repletos de hinchas italianos s¨ª han sido detenidos en la autopista para que no entraran en la capital holandesa sin vigilancia. Las fuerzas del orden hab¨ªan recibido informaci¨®n de sus colegas romanos acerca de los viajeros, entre los que pod¨ªa haber ultras fichados en su tierra. Una vez en Rotterdam, se les ha permitido presenciar el encuentro.

Al director general del Feyenoord, lo ocurrido durante el partido puede salirle caro. Eric Gudde teme que le impongan una multa por los objetos arrojados y por las dos interrupciones. ¡°Pueden multarnos y ese es un dinero que preferir¨ªa invertir en formar a los juveniles¡±, ha dicho, al abandonar De Kuip. La semana pasado, en el partido de ida, los radicales del Feyenoord da?aron la fuente de la Barcaccia, a los pies de las escalera de la plaza de Espa?a de la capital italiana, cuando su equipo empat¨® 1-1. El bochorno en Holanda ha llegado al Parlamento, que se plantea abonar los 10.000 euros que costar¨¢ la restauraci¨®n.