Al Atl¨¦tico le puede la presi¨®n
Las dos ¨²ltimas derrotas de los rojiblancos, en Vigo y en Leverkusen, han mostrado su incapacidad para jugar bien el bal¨®n cuando el rival le agobia
No deja de ser curioso que las dos ¨²ltimas derrotas del Atl¨¦tico hayan tenido un denominador com¨²n: su incapacidad para salir de la presi¨®n alta. Le ocurri¨® en Vigo y el atasco se le reprodujo en el Bay Arena. Contra el Celta, emergi¨® la ausencia de Arda y Koke como explicaci¨®n a tanto desacierto en el pase y a la falta de control del juego. En Leverkusen estaba Arda, pero dio igual. Arrinconaron en la banda los futbolistas de Schmidt al turco y el equipo se qued¨® sin salida y sin el futbolista con el que tiende a marcar el ritmo del juego.
Como en el primer tiempo de Bala¨ªdos, fue el Atl¨¦tico un equipo incapaz con el bal¨®n, solo que el mi¨¦rcoles extendi¨® esa tara a los dos actos. No le duraba nada la pelota en sus pies y eso provoc¨® una cifra alarmante en el n¨²mero de pases, solo 317. El registro, raqu¨ªtico, se vio empeorado por el porcentaje de acierto: solo 195 entregas correctas, apenas un 60%. Enfrente. el Leverkusen dio 579 pases y 495 buenos, casi un 90%. Las p¨¦rdidas de bal¨®n de Gabi, Arda, Tiago y Griezmann se dispararon en conjunto por encima de los 60. Nunca supieron c¨®mo salir de esas encerronas agobiantes los centrocampistas colchoneros. La ausencia de un delantero que estire al equipo como hac¨ªa Costa se ech¨® en falta anoche, porque Mandzukic no vale para eso.
Simeone anticip¨® en la previa que el que se impusiera en la presi¨®n ejecutar¨ªa un partido importante y as¨ª sucedi¨®.
¡°No somos un equipo fluido con el bal¨®n, pero solemos salir beneficiados del juego sin ¨¦l¡±, analizaba God¨ªn, que en esa sentencia se?alaba tambi¨¦n a la otra gran derrota de los rojiblancos: los balones divididos. Desde la llegada de Simeone, el Atl¨¦tico forj¨® su estilo por su superioridad en las segundas jugadas, que acostumbra a ganarlas por agresividad y colocaci¨®n. No suele importar a Simeone que las transiciones nazcan de un rechace ganado a pocos metros del ¨¢rea contraria. Fue el Leverkusen el que gan¨® esa disputa con claridad. ¡°Nos presionaron muy bien y se impusieron en los balones sueltos cerca de nuestra a¨¦rea. Eso les facilit¨® estar muy cerca de mi porter¨ªa y meternos m¨¢s atr¨¢s de lo que quer¨ªamos¡±, dec¨ªa el meta Moya. ¡°Nos falt¨® ese punto m¨¢s de intensidad en la disputas¡±, abundaba God¨ªn
El central uruguayo, que, como Tiago, se perder¨¢ la vuelta por sanci¨®n, se vio m¨¢s exigido de lo habitual por la velocidad con la que el Leverkusen se desplegaba. Sal¨ªan en manada los Bellarabi, ?alhanoglou, Son, Drmic, Wendell y compa?¨ªa y obligaron a God¨ªn y a Miranda a un ejercicio defensivo en desventaja al que no est¨¢n acostumbrados. ¡°Son jugadores r¨¢pidos y sal¨ªan muy bien¡±, admit¨ªa el zaguero uruguayo.
El paralelismo de lo sucedido en Vigo tiene otra derivada. Frente al Celta, ni Juanfran ni Siqueira apenas se proyectaron en ataque. Fueron v¨ªctimas de esa imposibilidad para salir de su equipo y tambi¨¦n de que los futbolistas de Berizzo les obligaron a plantar la l¨ªnea defensiva muy atr¨¢s. Los laterales son fundamentales en el juego ofensivo del Atl¨¦tico porque Simeone prefiere que los centrocampistas de banda se desenvuelvan m¨¢s por el centro. Sin las subidas de Juanfran y Siqueira, tanto Arda como Griezmann se quedaron sin apoyos para evitar que les acorralaran. En esas coincidencias con lo sucedido en Vigo que apuntan a s¨ªntomas hubo una ¨²ltima que tambi¨¦n se dio en el Bay Arena. Si el Celta le bail¨® con dos extremos, Nolito y Orellna, el Leverkusen lo hizo con Bellarabi y Son.
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