El arte de la especulaci¨®n
El Chelsea vence al Tottenham en Wembley (2-0) y se adjudica la Copa de la Liga, su primer t¨ªtulo en dos a?os y el primero de Jos¨¦ Mourinho tras su regreso al equipo londinense
Es como aquella escena de los documentales en la que, por m¨¢s que corra por la campi?a de un lado a otro y retrase un final irremediable, el espectador sabe que el cervatillo de turno va a caer en las fauces de ese felino voraz y veloz que se recrea en la carrera. Al final, por puro desgaste y abatimiento, o bien por un patinazo inoportuno, la v¨ªctima sucumbe a su cruento destino. Una secuencia similar ejecuta el Chelsea, fr¨ªo y calculador hasta el extremo, astuto para extenuar al Tottenham (2-0) y certero a la hora de desenfundar las garras para adjudicarse as¨ª la Capital One Cup -la Copa de la Liga-, su primer t¨ªtulo en casi dos a?os.
CHELSEA, 2 - TOTTENHAM, 0
Chelsea: Cech, Ivanovic, Terry, Cahill, Azpilicueta; Zouma, Ramires; Willian (Cuadrado m. 76), Cesc (Oscar, m.88), Hazard; y Diego Costa (Drogba, m.90).
Tottenham: Lloris, Walker, Dier, Vertonghen, Rose; Townsend (Dembele, m.62), Chadli (Soldado, m. 80), Eriksen, Mason (Lamela, m. 71), Bentaleb; y Kane.
Goles: 1-0, M. 45: John Terry aprovecha un rechace tras un c¨®rner; 2-0, M. 56: Diego Costa bate con la zurda a Lloris.
?rbitro: Anthony Taylor. Amonest¨® a Willian, Cahill, Cuadrado, Dier y Bentaleb.
Unos 89.000 espectadores en Wembley.
En el terreno de la especulaci¨®n, pocos t¨¦cnicos se desenvuelven con mayor lucidez que Jos¨¦ Mourinho. A falta de juego y f¨²tbol, su equipo, el Chelsea, tiene la virtud de saber madurar los partidos y seleccionar el momento preciso para abatir a su adversario. Rara vez perdona. Domina el factor cronol¨®gico, la medici¨®n de los tiempos y el arte de la caza; sabe c¨®mo y cu¨¢ndo golpear. Sin adornos ni atav¨ªos, si acaso los que se permiten de vez en cuando Cesc y Hazard, los dos futbolistas m¨¢s heterodoxos entre una n¨®mina de pretorianos.
Pese a que Roman Abramovich se afane en confeccionar un equipo menos ¨¢spero, m¨¢s amable a ojos del p¨²blico, en la naturaleza de los jugadores del Chelsea prima el deseo de la victoria. Y m¨¢s si se trata de un peregrinaje al santuario de Wembley, surtidor de t¨ªtulos. Mourinho ten¨ªa la oportunidad de levantar el primero desde que regresase a la entidad blue, el curso pasado; n celebraba uno desde que se hizo con la Supercopa de Espa?a en 2012, al frente del Real Madrid, as¨ª que no desperdici¨® la ocasi¨®n. Sus hombres le ofrecieron al Tottenham una falsa ilusi¨®n de paridad hasta encorsetarlo poco a poco y asestarle la punzada.
Lo hizo el viejo Terry, curtido en un buen pu?ado de litigios en los que el pragmatismo pesa m¨¢s que el espect¨¢culo. Justo antes de que el ¨¢rbitro pitase el final del primer acto, caz¨® una pelota rechazada tras un c¨®rner botado por Willian y la estamp¨® en las mallas, previo toque en un defensor rival. A partir de ah¨ª, despu¨¦s de ese primer zarpazo, con un efecto psicol¨®gico tremendo para los spurs, el resto fue coser y cantar. Mourinho, consciente de que ese primer golpe era ya casi definitivo, regal¨® un par de besos a la grada e incluso juguete¨® con la c¨¢mara que le segu¨ªa tras su banquillo.
Los 'blues' tienen la virtud de saber madurar los partidos y seleccionar el momento para abatir a su rival
Y sus hombres, esa vieja guardia simbolizada en la figura de Ivanovic, un defensor de tanto recorrido como bien aleccionado para seguir al pie de la letra las consignas de su t¨¦cnico, redondearon la faena. A excepci¨®n de un fogonazo del joven Eriksen que se estrell¨® en el larguero cuando a¨²n no se hab¨ªa movido el 0-0, el Tottenham no intimid¨®. El cuadro de Mauricio Pochettino no tuvo el m¨¢s m¨ªnimo margen de maniobra. Ni siquiera Kane, ese ariete al que Inglaterra observa con esperanza y brilla en la Premier, pudo impedir un final fatal. Terry, a tiempo, dibuj¨® un tackle para evitar el gol de delantero y Cech, bajo palos, lo agradeci¨®. En la otra ¨¢rea, todo lo contrario. Escorado a la izquierda, Diego Costa fint¨® a Dier y dispar¨® con violencia viendo el hueco enorme que hab¨ªa dejado Lloris, m¨¢s confiado en el centro. Otra dentellada, esta ya s¨ª definitiva. El inicio del fest¨ªn de los blues.
Pellegrini no levanta cabeza
La ¨²ltima semana puede tener un elevado peaje para el Manchester City. Despu¨¦s de caer en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Barcelona (1-2), en su propio estadio, el equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini volvi¨® a perder. Esta vez fue en la Premier, contra el Liverpool, en Anfield Road.
Los reds se adelantaron mediante un gran disparo desde la frontal del ¨¢rea de Henderson, pero el bosnio Dzeko logr¨® neutralizar el tanto al aprovechar una asistencia de Kun Ag¨¹ero. Superior en el segundo acto, el Liverpool sell¨® la victoria gracias a un hermoso lanzamiento de Coutinho desde el v¨¦rtice izquierdo del ¨¢rea. Tras la marcha de Luis Su¨¢rez al Barcelona, el brasile?o es la gran referencia ofensiva del conjunto de Brendan Rodgers, que tras un mal inicio de curso suma 11 duelos sin perder y se queda a s¨®lo dos puntos de los puestos de acceso a la Liga de Campeones.
La derrota, por el contrario, supone un serio tropiezo para los citizen de cara a revalidar el t¨ªtulo de Liga logrado la campa?a pasada. Ahora se sit¨²an a cinco puntos del Chelsea, l¨ªder y con un partido menos. El Arsenal, mientras, venci¨® al Everton en el Emirates (2-0) con los goles de Giroud y Rosicky y es tercero en la liga inglesa.
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