El Valencia se coloca tercero tras vencer al Deportivo

Agitado por Piatti, el Valencia con muy poco, hizo ver al Deportivo las distancias que les separan. En cuanto se lo propuso, el grupo de Nuno solvent¨® el partido a partir de aumentar la intensidad para hacer valer su superioridad. Sin alardes de ning¨²n tipo. No los necesit¨®. Un primer acto descafeinado por parte del Valencia hizo creer al D¨¦por que Mestalla no era un escenario tan inh¨®spito como se tem¨ªan. Falsa impresi¨®n. El conjunto ch¨¦ tiene en su estadio una garant¨ªa. Tan solo era cuesti¨®n de aplicaci¨®n. Piatti se fabric¨® un penalti y ah¨ª se acab¨® la historia para el conjunto gallego, una v¨ªctima m¨¢s de un Valencia que, al menos moment¨¢neamente, es tercero en la clasificaci¨®n y volvi¨® a disfrutar de Paco Alc¨¢cer que se reencontr¨® con el gol, que desea entrar en la Champions de manera directa.

Vezo y Andr¨¦ Gomes ocuparon las ausencias de Mustafi y Javi Fuego sancionados, mientras Rodrigo dej¨® en el banquillo a Feghouli. Con Enzo P¨¦rez de ancla, Parejo y Andr¨¦ Gomes se encargaban de surtir balones a las bandas para que lleguen posteriormente al ¨¢rea. Negredo es el destinatario final. Sin embargo, al vallecano le falta un punto de velocidad y frescura que le hace llegar unas d¨¦cimas de segundo al remate o, cuando este se produce, no resulta limpio. Apenas dos caz¨® Negredo en el primer acto, ambos de cabeza. El primero fue a las manos de Fabricio y el segundo sali¨® mordido. Escaso bagaje ofensivo para inquietar a un Deportivo conforme con la escasez de producci¨®n atacante del Valencia.

Organizado y bien armado defensivamente, discontinuo en el juego, el Valencia es un equipo de momentos, intimidante si es intenso. No lo fue en la primera mitad ante un D¨¦por necesitado de puntos, con problemas en defensa y en ataque, con las dudas de quien se juega la vida. Concedi¨® el conjunto de Nuno demasiados instantes de respiro al grupo de V¨ªctor Fern¨¢ndez, apenas inquietado, con ciertas licencias para iniciar desde su l¨ªnea defensiva el juego, aclarado cuando interven¨ªa el costarricense Borges, poco exigido por los centrocampistas ch¨¦, picante el D¨¦por en las arrancadas de Cavaleiro partiendo en diagonal desde el costado izquierdo. Por la escasa finura del Valencia, transitaba el equipo gallego por Mestalla sin complejo alguno.

Entendi¨® el Valencia que necesitaba un cambio de actitud, aumentar las revoluciones, exigir mayor esfuerzo y concentraci¨®n al D¨¦por en Mestalla. Y a ello se aplic¨® desde el inicio de la segunda mitad, mientras la grada coreaba a Paco Alc¨¢cer, de nuevo en la convocatoria tras m¨¢s de un mes de ausencia por lesi¨®n. Entr¨® a falta de 25 minutos. Para entonces el Valencia ya ten¨ªa ventaja en el marcador. Oblig¨® el conjunto de Nuno a retroceder metros al D¨¦por, que dej¨® de mirar el ¨¢rea de Alves para preocuparse por la suya.

Nadie mejor que Piatti para agitar el ataque. Con su velocidad, dinamismo y piller¨ªa, fabric¨® un penalti. Se descolg¨® el conjunto gallego con varios jugadores a las cercan¨ªas de Alves y el Valencia encontr¨® espacios para correr. Atendi¨® Andr¨¦ Gomes el desmarque en profundidad de Piatti cuyo disparo fue rechazado por Fabricio. El propio Piatti gan¨® la posici¨®n a Juanfran que, sin intenci¨®n, no pudo sin embargo evitar derribar al argentino. Con la pausa de siempre, Parejo convirti¨® en gol la pena m¨¢xima. La tranquilidad se instal¨® en la grada. Y el ¨¦xtasis lleg¨® a Mestalla con la entrada de Alc¨¢cer. El primer bal¨®n que toc¨® el de Torrent bes¨® la red de Fabricio aprovechando el regalo de Feghouli en forma de asistencia. Un gol sencillo, de puro instinto, de nueve cl¨¢sico, de goleador.