Un M¨¢laga iluminado deprime al C¨®rdoba

Jug¨® de nuevo el M¨¢laga uno de esos partidos divertidos que acostumbra y que tanta luz proyecta gracias a sus vistosos jugadores, acostumbrados ¨²ltimamente a brillar m¨¢s que la propia bombilla. Ayer, ante un C¨®rdoba en la penumbra, rodeado de una sombra espesa y fr¨ªa, volvi¨® a demostrar que su idea de juego es, adem¨¢s de atractiva, efectiva. Los goles de Juanmi y Amrabat acabaron con el achacoso cuadro de Djukic, necesitado m¨¢s que nunca de un rayo de esperanza al que agarrarse antes de que la ceguera sea irreversible.

Jug¨® muy r¨¢pido el M¨¢laga sabiendo que con las revoluciones al m¨¢ximo su f¨²tbol brillar¨ªa con intensidad. Tocaron y tocaron Samu, Castillejo y Juanmi, entreg¨¢ndose la pelota con la conciencia tranquila. Confiaban en que la volver¨¢n a recibir si consegu¨ªan antes hacerse con un espacio vac¨ªo. Por eso le resultaba tan complicado arrebat¨¢rsela al C¨®rdoba, era muy poco el tiempo de posesi¨®n en cada jugador.

A pesar de que el equipo de Djukic se defend¨ªa continuamente de las llegadas del M¨¢laga, de vez en cuando soltaba un pelotazo que Beb¨¦ trataba de transformar en un pase para Ghilas. Weligton y Angeleri, dos centrales fuertes, se vieron tiernos a la hora de chocar con el delantero, lo que desembocaba en la posibilidad de que por s¨ª solo fuera capaz de generar una ocasi¨®n. Mientras que los disparos a porter¨ªa del M¨¢laga en la primera parte pinchaban con mayor frecuencia, fue Ghilas el que dispuso de la mejor oportunidad con un remate a bocajarro que Kameni acert¨® a desviar con una estirada m¨¢s que meritoria. Ese fue el ¨²nico borr¨®n de un M¨¢laga valiente y centrado que hab¨ªa tenido en un disparo de Boka al poste su oportunidad m¨¢s destacada.

Al poco de comenzar la segunda parte Juanmi recibi¨® en posici¨®n adelantaba un pase de vaselina de Castillejo que acert¨® a enviar al fondo de la porter¨ªa del C¨®rdoba con un remate tan discreto como eficaz. El ¨¢rbitro dio validez al tanto y a partir de ah¨ª todo fue sencillo para los de Gracia. El segundo tanto de Amrabat, un disparo raso desde dentro del ¨¢rea, fue la puntilla para un C¨®rdoba al que se le apag¨® la luz de golpe ante un M¨¢laga radiante.