La teor¨ªa de la escalera
Dos federativos catalanes, Moreta y Viladoms, idearon la estructura que ha hecho de Espa?a la cantera del motociclismo mundial
Fabio Quartararo naci¨® en Niza. Cumplir¨¢ 16 a?os el 20 de abril. Aunque eso no ser¨¢ un impedimento para que debute este domingo en el Mundial de motociclismo. Siempre hay excepciones a la regla -la edad m¨ªnima para competir son los 16-, y con ¨¦l, campe¨®n de Espa?a con 14 a?os, han hecho una excepci¨®n. Es un prodigio franc¨¦s, aunque siempre ha corrido (y competido) con licencia espa?ola. "No me quiero imaginar el d¨ªa que suba al podio y escuche el himno franc¨¦s... Un d¨ªa se lo dije a su padre, que siempre me est¨¢ dando las gracias, y me contest¨®: 'Te entiendo". Habla ?ngel Viladoms, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Motociclismo (y antes de la catalana), uno de los responsables de la excelente salud del motociclismo espa?ol, uno de los culpables de que Quartararo est¨¦ donde est¨¢. El franc¨¦s es el primer producto de lo que Joan Moreta, el otro culpable, llama "la teor¨ªa de la escalera".
Viladoms y Moreta empezaron a construir a principios de los noventa la estructura de formaci¨®n que ha convertido hoy a Espa?a en la cantera del Mundial. Desde la Federaci¨®n Catalana, con la ayuda del RACC y de Dorna, que en 1992 compr¨® los derechos del Mundial, y de patrocinadores como Cepsa, Repsol o Telef¨®nica, empezaron a dotar de los medios necesarios a los j¨®venes talentos catalanes. Entonces hab¨ªa campeonatos de trial, de enduro o de motocr¨®s para los m¨¢s peque?os, pero no de velocidad. "En Espa?a apenas hab¨ªa circuitos, se corr¨ªa en Calafat y hac¨ªamos carreras de resistencia, pero poco m¨¢s. Sab¨ªamos que por detr¨¢s de Checa y Alzamora no hab¨ªa nadie m¨¢s", recuerda Moreta.
Desde el RACC les dieron un empuj¨®n. Y en 1994 pusieron en marcha la Copa RACC, en la que compitieron pilotos como Toni El¨ªas o Joan Oliv¨¦, con motos estilo criterium de 80cc. "Motos demasiado pesadas para chicos tan j¨®venes", apunta Viladoms. "Ven¨ªan de las minimotos, autom¨¢ticas, y en la primera carrera, en Montmel¨®, ninguno se acord¨® de reducir al llegar a la primera frenada. As¨ª nos dimos cuenta de que ten¨ªamos que hacer motos peque?as con cambios de marchas", a?ade. Y Moreta encontr¨® a la empresa espa?ola que les ayudar¨ªa a hacerlo: Conti. "Hicieron una moto, con motor Derbi y seis marchas, a la que no hab¨ªa manera de alinearle las ruedas, pero nos ven¨ªa muy bien para ver el talento de toda aquella pandilla", a?ade Viladoms. Y en la pandilla y en aquella Copa Conti -se proporcionaba a los participantes todo el material por una cifra modesta- estaban, por ejemplo, los hermanos Espargar¨®, Aleix y Pol.
Y as¨ª fue como, poco a poco y de susto en susto, fueron perfeccionando las motos y las categor¨ªas para que los ni?os, que hasta los diez a?os jugueteaban con m¨¢quinas de 17cv no dieran el salto directamente a una de 70cv como las 125cc de gran premio, como le ocurri¨® a Marc M¨¢rquez, el campe¨®n del mundo m¨¢s joven de la historia. Lo recuerda Viladoms: "Todav¨ªa me tiemblan las piernas cuando recuerdo el d¨ªa en que Marc, emocionado, me dijo: '?He pasado de 200, eh!' Ten¨ªa once o doce a?os y era muy peque?o. ?l estaba content¨ªsimo, pero Joan y yo est¨¢bamos muy acojonados. Por eso nos inventamos las Pre125cc, que primero fueron de 50cv y ahora ya son de 35cv. Hoy los pasos que dan los pilotos son mucho m¨¢s naturales, van de m¨¢s a menos". Como ha hecho Quartararo.
Sentadas las bases en Catalu?a, Viladoms negoci¨® para que Moreta se convirtiera en el responsable de velocidad de la Federaci¨®n Espa?ola y extrapolara el modelo al resto de territoriales y, tambi¨¦n, al CEV. Y vistos los resultados lo hizo muy bien. Pues no s¨®lo se preocup¨® de los pilotos. Tambi¨¦n convenci¨® a tipos como Emilio Alzamora, Guim Roda o Dani Amatria¨ªn para que crearan estructuras que pudieran ayudarles en su carrera. "Al final, resulta que no s¨®lo hemos logrado que salgan buenos pilotos, sino tambi¨¦n tener buenos equipos y hasta una n¨®mina de mec¨¢nicos expertos que han llegado al Mundial", concede Viladoms.
Tan bien trabajaron, que una vez reordenado el panorama espa?ol tuvieron que hacer esfuerzos por dar oportunidades a pilotos de otros pa¨ªses -en la mayor¨ªa, los chicos siguen compitiendo con motos autom¨¢ticas- que no lo ten¨ªan tan f¨¢cil en sus lugares de origen. Con Viladoms al frente de la Federaci¨®n se dieron facilidades a los extranjeros que quisieran correr el Campeonato de Espa?a de Velocidad (CEV), caso de chicos como Bradl, Redding o Miller. Y terminaron por convertir el campeonato espa?ol en una suerte de europeo, como ocurri¨® el a?o pasado, cuando se unieron al calendario las carreras en Francia o Portugal; este a?o ya se llama Mundial Junior (a partir de 13 a?os) y el CEV tiene una r¨¦plica, low cost, con las llamadas PreMoto3 (a partir de 11).
Para muestra de c¨®mo ha evolucionado el motociclismo en Espa?a, una cifra: este a?o hay m¨¢s pilotos espa?oles en MotoGP -ocho, cinco de ellos catalanes, de un total de 25- que en las categor¨ªas inferiores, se?al de que la tendencia se invierte: a nadie le interesa que el Mundial s¨®lo lo ganen espa?oles, ni siquiera a Moreta, el hombre que m¨¢s orgulloso se siente de haber copado los podios del ¨²ltimo lustro. "No s¨¦ donde est¨¢ el secreto. Hemos perdido d¨ªas y semanas de nuestras vidas por esto. Y no lo hubi¨¦ramos hecho sin pasi¨®n. Aunque que salga un Marc M¨¢rquez es una casualidad", dice, emocionado y modesto. ?l, que fue fan de Hailwood, molde¨® a los campeones del presente y del futuro. Apunten: Quartararo.
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