Los a?os de Fern¨¢ndez y Amancio
Me contaba Asensi que cuando el Bar?a pasaba por delante de la Plaza de Toros de Granada, camino del viejo campo de Los C¨¢rmenes, Rexach dec¨ªa:
¡ª?Qu¨¦ suerte tienen los toreros! ?Ellos lo tienen m¨¢s f¨¢cil!
Ese humor negro ten¨ªa que ver con la feroz actitud de dos defensas del Granada, Aguirre Su¨¢rez, argentino, y Fern¨¢ndez, paraguayo. Primero lleg¨® ¨¦ste, a trav¨¦s del Barcelona, donde no cuaj¨®. Aguirre Su¨¢rez vino despu¨¦s, con la peor de las recomendaciones: se hab¨ªa distinguido por su brutalidad en una final Intercontinental entre el Estudiantes y el Mil¨¢n, televisada al mundo. El dictador argentino, H¨¦ctor Ongan¨ªa, le encarcel¨® dos meses junto a sus compa?eros Poletti y Manera por dar mala imagen de la naci¨®n. Fue suspendido por 30 partidos en Argentina y cinco a?os para el f¨²tbol internacional.
Entonces no se pod¨ªan fichar extranjeros, pero s¨ª oriundos. Todos sudamericanos, claro. Se distingu¨ªan por su buena t¨¦cnica. Los defensas, adem¨¢s, por sus malas ma?as. El Granada, presidido por Candi, exportero del club y directivo activo y audaz, fich¨® a Aguirre Su¨¢rez a despecho de esos precedentes, o quiz¨¢ por ellos. Vino con papeles falsificados, haci¨¦ndose pasar por paraguayo. Col¨®, entre una multitud de casos as¨ª que se dieron en la ¨¦poca, y que ya he contado en esta secci¨®n.
Fern¨¢ndez ya se hab¨ªa hecho su cartel de duro, pero, digamos, de un duro m¨¢s, en un f¨²tbol en que los hab¨ªa. Con Aguirre Su¨¢rez al lado se crecer¨ªa. Junto a ellos se asilvestr¨® Ja¨¦n, un medio espa?ol que hab¨ªa empezado su carrera con buen estilo.
El primer gran estallido fue el partido en Los C¨¢rmenes contra el Valencia, el 28 de noviembre del 71. El Valencia era el campe¨®n, el Granada andaba fuerte. Antes del pitido inicial, Adorno, fino interior del Valencia, argentino y por tanto conocedor del pa?o, fue a confraternizar con Aguirre Su¨¢rez. Cruz¨® al campo para darle la mano:
¡ªEst¨¢ bien. Pero record¨¢ que de esta raya para all¨¢ comen tus hijos, y de esta para ac¨¢ comen los m¨ªos.
La respuesta anunciaba la brutalidad con que se iba a emplear. En los c¨®rners, Aguirre Su¨¢rez gritaba a sus compa?eros: ¡°?Estos vienen a quitarnos la prima!¡±. Quino, delantero centro ch¨¦, se retir¨®, cegado, porque le meti¨® los dedos en los ojos. Gan¨® el Granada, 1-0. Di St¨¦fano, entrenador del Valencia, estalla en sus declaraciones contra Aguirre Su¨¢rez, al que acusa de premeditaci¨®n y alevos¨ªa. ¡°La palabra que le corresponde no entra en el Espasa¡±. ¡°Podemos estar contentos de que nadie se vaya con una pierna rota¡±. Bautiza a Fern¨¢ndez como ¡°el comando de Aguirre Su¨¢rez¡±. Ese d¨ªa echa a correr un error que a¨²n persiste: que Aguirre Su¨¢rez estaba suspendido a perpetuidad en Argentina. No era as¨ª, el suspendido a perpetuidad fue Poletti.
Al hilo de aquello empez¨® a comentarse por aqu¨ª y por all¨¢ lo que pasaba en Los C¨¢rmenes y la condescendencia de los ¨¢rbitros con ello. (El ¨²nico expulsado de la refriega fue el valencianista Fuertes). La buena mano de Candi, posiblemente.
La siguiente gran escena es en el Bernab¨¦u, el 12 de diciembre. El Madrid marca en los minutos uno y cinco. Pero los granadinos estiman que el bal¨®n ha salido fuera antes de que Grosso marcara el 2-0 y protestan en masa. Llegan a zarandear al ¨¢rbitro, Santana, que no reacciona. Luego hay una escapada de Amancio en la que se?ala fuera de juego; Amancio, que no ha o¨ªdo el pitido, sigue su carrera y Aguirre Su¨¢rez le entra violentamente por detr¨¢s. No hay falta, ya que el juego estaba parado, ni tampoco tarjeta, aunque la entrada fue brutal. Mientras Amancio se retuerce en el suelo, Aguirre saca ¨¦l mismo el fuera de juego. La bronca es monumental.
"En lugar de traer a Cruyff, nos traemos a estos indios", bram¨® Miguel Mu?oz?
Poco despu¨¦s hay un bal¨®n alto dividido entre Amancio y Fern¨¢ndez, al que el madridista va con la cabeza y Fern¨¢ndez con la plancha. Los dos caen. Amancio se levanta y patea a Fern¨¢ndez en el suelo. Acude Vel¨¢zquez, Ja¨¦n le da una patada, llega Pirri, llegan todos. Se monta la marimorena. Santana expulsa a Amancio. Fern¨¢ndez sale en camilla, le dan ox¨ªgeno en la banda. Por fin se levanta dispuesto a volver y entonces se entera de que tambi¨¦n ha sido expulsado. O lo sab¨ªa y ha hecho comedia.
El Madrid llega a ponerse 4-0, con uno de los goles de penalti protestado por el Granada. Finalmente Porta, salido del banquillo, hace dos. El 4-2 final permite al Granada echar cuentas: sin el de Grosso y el penalti, ser¨ªa 2-2. Ambos equipos terminan indignados y enfrentados. Miguel Mu?oz, entrenador del Madrid, carga las tintas:
¡ªEn lugar de traer a Cruyff, nos traemos a estos indios.
(Mu?oz so?aba con la apertura de fronteras y con que Bernab¨¦u le fichara a Cruyff).
A?os despu¨¦s Amancio estuvo a punto de convertirse en el entrenador de Fern¨¢ndez
Fern¨¢ndez se la jur¨® expl¨ªcitamente a Amancio. Tan fue as¨ª, que a ¨¦ste, que siempre fue valiente hasta la temeridad, le ahorraron el viaje a Granada en las dos siguientes ligas. Pero en la Copa de 1974, se decidi¨® que fuera de nuevo. Ya hab¨ªa extranjeros, Cruyff hab¨ªa fichado por el Bar?a y le hab¨ªa hecho campe¨®n de Liga. Fue el a?o de la ca¨ªda de Miguel Mu?oz tras trece temporadas, y el 0-5 en el Bernab¨¦u, que ya se comi¨® Molowny. El Madrid necesitaba la Copa para salvar la temporada.
Y ah¨ª est¨¢ Amancio en Los C¨¢rmenes, el 8 de junio del 74. Cuartos de final. No est¨¢ Aguirre Su¨¢rez, lesionado en octavos, ante el Castell¨®n, justo en la acci¨®n en la que marc¨® su ¨²ltimo gol para el Granada. Pero s¨ª est¨¢ Fern¨¢ndez¡
En el minuto 15, Amancio avanza por el campo del Granada, bal¨®n controlado a ras de c¨¦sped. Fern¨¢ndez viene de frente y le entra con el pie en alto, al muslo derecho. El bal¨®n llega a Santillana, que marca. Pero Oliva ha se?alado la falta. Eso s¨ª, sin tarjeta. Amancio sale sostenido por Garc¨ªa Rem¨®n y Mara?¨®n, con el muslo hinchado visiblemente. Al momento le ha salido un bulto del tama?o de una manzana, que impacta en las fotos.
El partido acaba 0-0. El d¨ªa siguiente se ve la jugada en el telediario y mueve a espanto. Amancio se queja: ¡°Gente como Fern¨¢ndez no deber¨ªa estar en el f¨²tbol. Yo quiz¨¢ no vuelva a jugar, pero ya tengo 34 a?os. Pero ?y si le hace esto a uno que empieza?¡±.
La contenida indignaci¨®n nacional contra el Granada salt¨® como un resorte. Hasta Oliva, catal¨¢n, fue muy criticado en Barcelona por ni siquiera amonestar a Fern¨¢ndez, al que le cayeron quince partidos. La vuelta, en el Bernab¨¦u, se vivi¨® en una atm¨®sfera extra?a, con el Granada entregado. Gan¨® el Madrid 7-3. Luego eliminar¨ªa a Las Palmas y ganar¨ªa la final, 4-0, a un Bar?a sin Cruyff. La Copa no admit¨ªa a¨²n extranjeros.
Amancio no estuvo, claro. Regres¨® mediada la temporada siguiente, incluso se dio el gusto de marcarle el ¨²nico gol del partido al Granada en el Bernab¨¦u, en la jornada veintis¨¦is. A¨²n jugar¨ªa otro curso, el 75-76.
Candi dio la baja a Aguirre Su¨¢rez, pero mantuvo a Fern¨¢ndez por el clamor de la asamblea en verano. El Granada baj¨® dos a?os despu¨¦s. El entrenador del descenso fue Miguel Mu?oz, que escogi¨® al Granada como primer banquillo tras un a?o sab¨¢tico despu¨¦s de salir del Madrid. Con ¨¦l, Fern¨¢ndez fue titular. Cuenta que Mu?oz le dijo: ¡°Si le hubiera conocido mejor, no hubiera hablado as¨ª de usted¡±.
En la 77-78, en Segunda, Fern¨¢ndez segu¨ªa en la plantilla. En marzo fue cesado el entrenador, Vav¨¢. El primer sustituto que tante¨® Salvador Mu?oz, nuevo presidente, fue Amancio, que hab¨ªa sacado el t¨ªtulo. Amancio se lo pens¨®. Preguntado sobre Fern¨¢ndez, declar¨®: ¡°Aquello fue como jugador. Ahora mi idea est¨¢ en mi nueva profesi¨®n. Y que intervenga o no Fern¨¢ndez en el equipo no es algo que se deba tener en cuenta. Aquello es pasado¡±.
Pero el fichaje no cuaj¨®. La afici¨®n se opuso. Nos quedamos sin ver a Amancio como jefe de Fern¨¢ndez.
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