La fortuna auxilia al Deportivo, que empata frente al C¨®rdoba en casa

Con el Deportivo muerto, con un jugador menos, sin f¨²tbol ni coraje, un saque de esquina que rebot¨® en Flor¨ªn Andone rescat¨® un punto que es oro, un magro bot¨ªn que no salvar¨¢ la cabeza de V¨ªctor Fern¨¢ndez, pero que mantiene al equipo fuera de los puestos de descenso y casi condena al C¨®rdoba, que cerca estuvo a punto de situarse a cinco puntos del sue?o de la salvaci¨®n y sigue a ocho, golpeado por la fortuna adem¨¢s.

A falta de f¨²tbol el Deportivo puso alguna dosis de coraz¨®n. De ambas raciones andaba escaso ¨²ltimamente, pero llega un momento en el que ah¨ª est¨¢ la casta como sencillo recurso ante la incapacidad. Con ella encontr¨® alg¨²n atisbo futbolero el equipo de V¨ªctor Fern¨¢ndez, conect¨® de inicio a Luis Fari?a y con ¨¦l un escape ante la planicie. Pudo marcar en esa salida codiciosa el Deportivo, en una puesta en acci¨®n gaseosa que muri¨® en un cuarto de hora despu¨¦s de que el mediapunta argentino e Isaac Cuenca, justo dos de los hombres sobre los que estaba puesto el foco de la falta de rendimiento, olfatearan el gol. Tambi¨¦n tras una dudosa acci¨®n sobre Luisinho en la que se pidi¨® penalti. Se asust¨® de inicio del C¨®rdoba, cuyo plan era sencillo: juntarse atr¨¢s y al recuperar la pelota buscar el sprint de sus delanteros sin que el medio campo fuese una estaci¨®n. As¨ª creci¨® porque adem¨¢s el Deportivo se perdi¨® en la irrelevancia de un centro del campo incapaz de gobernar el partido porque ?lex, siempre generoso en los esfuerzos, hace su trabajo y el de Borges, que deslumbr¨® a su llegada pero desde hace varias jornadas tampoco mejora de manera sustancial el rendimiento de otros futbolistas que pasaron por all¨ª y ahora esperan en el banquillo.

No estaban Lucas P¨¦rez y Cavaleiro, dos habituales del bullicio, en la grada cumpliendo sanci¨®n. Se le agot¨® pronto el ¨¢nimo al Deportivo, lleg¨® la nada futbol¨ªstica y el partido vir¨® hacia la comodidad para el C¨®rdoba, un sosiego sin alardes por m¨¢s que Florin Andone llevara la congoja a la grada con un gol anotado en fuera de juego o Luisinho sufriera en el flanco zurdo para contener el galope de Beb¨¦, que propici¨® una clara llegada de Borja Garc¨ªa mal finalizada. Se fue el Deportivo del partido, resignado a no mandar y a desperdiciar el bal¨®n con pases imposibles en la b¨²squeda del delantero para que lo bajase de espaldas a la meta y lo manejase entre los dos centrales, pero regres¨® en los instantes finales de la primera parte, de nuevo con tes¨®n e insistencia, con un gol bien anulado a Toch¨¦ en la ¨²ltima jugada antes del receso. Pero para entonces Fari?a y Cuenca ya no tocaban bola y en el regreso el partido fue claramente del C¨®rdoba, que marc¨® por mediaci¨®n de Florin Andone y hurg¨® en la herida de un equipo da?ado.

Maniobr¨® el banquillo deportivista e hizo los tres cambios casi de inmediato. Encontr¨® otro aire con Medunjanin, por fin un centrocampista que se mostraba, pero justo cuando el Deportivo comenzaba a rearmarse Luisinho cometi¨® una temeridad en una entrada a exceso de revoluciones y dej¨® a su equipo con diez. No era momento para amabilidades. Riazor brot¨® en grito contra V¨ªctor Fern¨¢ndez y desde el fondo de los Blues se record¨® a Fernando V¨¢zquez, que es una especie de dos en uno, una manera de golpear al inquilino del banquillo, pero tambi¨¦n al del palco. Y de pronto, entre todo el batiburrillo, lleg¨® el inopinado autogol que llev¨® el partido hacia un final surrealista, con el C¨®rdoba en busca de la victoria, el Deportivo partido, su portero (que evit¨® la derrota en ulterior remate de Krhin) dejando pasar los segundos en cada saque para mantener el magro bot¨ªn y media grada exigi¨¦ndole que pusiese el bal¨®n en juego para apostar a doble o nada. En medio un t¨¦cnico al que le hab¨ªan dicho antes del partido que si empataba se iba a la calle.