M¨¢rquez vuelve a ganar en Austin
El de Honda se impone en el dif¨ªcil circuito texano, que no conoce otro campe¨®n que ¨¦l Dovizioso y Rossi vuelven al podio
El idilio no tiene fin. M¨¢rquez sigue tan enamorado del circuito de Austin como el primer d¨ªa. Ese d¨ªa en el que disputaba su segunda carrera de MotoGP y logr¨® su primer triunfo en la categor¨ªa. Ten¨ªa 20 a?os. Hoy tiene 22 y ya se sabe que aquello no fue casualidad. El circuito de Las Am¨¦ricas se le da bien, le gusta, le van sus extremos: las frenadas fuertes y con pendiente, las curvas en bajada, serpentear sus zonas r¨¢pidas y apurar la frenada al final de una recta kilom¨¦trica a la que se llega a 342 km/h; cuanto m¨¢s le exige el trazado, m¨¢s se divierte, cuantas m¨¢s imperfecciones en una vuelta, m¨¢s reta ¨¦l al crono. Y con esta Honda m¨¢s manejable, m¨¢s imperfecta, y tan dada a las derrapadas, hace maravillas.
No conoc¨ªa el Circuito de las Am¨¦ricas m¨¢s campe¨®n que Marc M¨¢rquez. Y no tendr¨¢ posibilidad de hacerlo hasta el a?o que viene. En los Estados Unidos les cuesta recordar cu¨¢l fue la ¨²ltima carrera que no gan¨® el piloto de Honda, pues van ya seis victorias consecutivas, eso es todas las que ha tenido a su alcance el chico de Cervera desde que debut¨® en MotoGP el a?o 2013. ?l, adem¨¢s, se esforz¨® el s¨¢bado por seguir agrandando el mito cuando se llev¨® una pole al sprint. As¨ª es ¨¦l. Le gustan los retos.
Tras la primera carrera del a?o, en la que termin¨® quinto, el reto de este fin de semana era apuntarse la primera victoria. Y lo logr¨®. Pese al empe?o de Dovizioso. Sali¨® lanzado el italiano, escal¨® la colina y se puso en cabeza. No s¨®lo resisti¨® en primer lugar, sino que amenaz¨® con escaparse al cabo de dos vueltas, cuando le sac¨® medio segundo al catal¨¢n. Pero no cedi¨® el de Honda, que esta vez s¨ª sali¨® como se espera de un campe¨®n del mundo ¨Cfall¨® el embrague en la salida del gran premio de Qatar¨C y al quinto gir¨® encontr¨® un hueco en la frenada de la 11? curva para tomar la delantera. Ya no se pele¨® con nadie m¨¢s. Una vuelta m¨¢s tarde era ¨¦l el que ten¨ªa medio segundo de ventaja, que se convirti¨® en segundo y medio al siguiente giro, y as¨ª hasta pasar la barrera de los dos segundos, margen suficiente para encargarse entonces de endulzar el pilotaje, mantener la concentraci¨®n y cuidar las gomas.
Los adelantamientos quedaron entonces en manos de sus perseguidores. De las Yamaha. Y tambi¨¦n de las Ducati. No se equivoc¨® Rossi cuando, en la primera carrera del a?o, sentenci¨® que este iba a ser un campeonato que se disputar¨ªa entre seis pilotos. Lo nunca visto. Aunque con la p¨¦rdida moment¨¢nea de Pedrosa ¨Cde baja, tras ser operado del s¨ªndrome compartimental¨C, no err¨® el tiro el italiano, a quien los a?os y la cabeza le dan, a menudo, una visi¨®n muy certera de las cosas. Y volvi¨® a batirse cuerpo a cuerpo con Dovizioso y su fant¨¢stica Desmosedici GP15, que esta vez fue mucho m¨¢s que un pu?ado de caballos de potencia. Le busc¨® Valentino las cosquillas en las frenadas m¨¢s bestias, como la de la 11? curva o la de la ¨²ltima. Y acab¨® venciendo aquel entre las curvas r¨¢pidas del primer sector.
Lorenzo lleg¨® bien a la primera curva, pero se despist¨® unos segundos y perdi¨® el hilo que le guiar¨ªa hasta el podio
Las Ducati han irrumpido en el Mundial a lo grande. Tanto como para dejar a una Yamaha oficial en segundo plano. Eso le pas¨® a Lorenzo en Austin. Aunque lleg¨® bien a la primera curva, se despist¨® unos segundos y perdi¨® el hilo que le guiar¨ªa hasta el podio. No se sabe todav¨ªa si acus¨® la elecci¨®n del neum¨¢tico delantero (blando, a diferencia de su compa?ero Rossi, o M¨¢rquez, que optaron por el duro), si se resinti¨® por su estado f¨ªsico (el viernes le diagnosticaron una bronquitis) o si, simplemente, Austin no es su sitio. El caso es que, aunque logr¨® zafarse de Smith, le cost¨® horrores ganarle la partida a Iannone. El mallorqu¨ªn fue perdiendo d¨¦cima a d¨¦cima contacto con el tr¨ªo que pelear¨ªa por el podio ¨Cla victoria era otra cosa¨C. Y s¨®lo alcanz¨® al italiano cuando fue este quien qued¨® descolgado, a cuatro vueltas del final. Entonces, s¨ª, puso el alma en un interior y un cambio de direcci¨®n fabulosos. Aunque de interiores y adelantamientos los que volvieron a dar una lecci¨®n magistral fueron Dovizioso y Rossi. Y esta vez gan¨® el primero. El duelo, claro. La carrera ya ten¨ªa due?o.
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