Conferencia sobre inmortalidad
Ciertos hombres, cuando llegan los momentos cr¨ªticos de la temporada, se van al cine a ver Ben-Hur en horario fuera de Semana Santa
Ancelotti se deposit¨® este lunes en la sala de prensa como italiano puro, una especie ¨²nica de entrenador que saborea el goal average como si chupase un puro. Una vestimenta de Champions que llevan al delirio entrenadores mosqueados si su equipo se sale del plan de empatar a uno fuera y a cero en casa porque se le ha ido la mano con los goles. Bajo ese estado de ¨¢nimo Ancelotti dijo que no hab¨ªa visto al Bar?a porque estuvo en el cine viendo Ben-Hur. Ciertos hombres, cuando llegan los momentos cr¨ªticos de la temporada, se van al cine a ver Ben-Hur en horario fuera de Semana Santa. Bajan de revoluciones hasta situarse con una frecuencia card¨ªaca parecida a la de un muerto. En Lisboa lo ins¨®lito es la reacci¨®n de Ancelotti, que no abre la boca y aprieta los pu?os con sentido de Estado. Hasta a Federico Trillo, cuando asalt¨® Perejil y se le rindieron cinco chavales, tuvieron que secarle las l¨¢grimas entre varios porque parec¨ªa haber entrado en Par¨ªs.
Ancelotti dijo que no hab¨ªa visto al Bar?a porque estuvo en el cine viendo ¡®Ben-Hur¡¯
Los jugadores madridistas recuerdan las horas previas de la final de Champions como un enorme sal¨®n de t¨¦ en el que esperar a que las chicas se pongan de largo. El secreto de Ancelotti fue sacarle al madridismo la ansiedad contra la que se estrellaba en Europa. ¡°A por la D¨¦cima¡±, titulaban los deportivos en agosto cuando se ganaba la semifinal del Carranza. Ancelotti les ense?¨® aquello que dijo Ronaldo cuando le reprocharon que no se sacrificaba: ¡°Yo he venido al Madrid a tocar el piano, no a correr alrededor de ¨¦l¡±. En la rueda de prensa de ayer le falt¨® ponerse a hablar de Charlton Heston. Eso est¨¢ bien porque al Madrid en Europa le sobra electricidad, pero esa tensi¨®n le ha faltado este a?o contra el Atleti, un equipo que juega a la manera aquella de Eusebio Poncela: follando los cerebros. El Madrid ha necesitado seis partidos y dos t¨ªtulos para comprobar que incluso el gol de Ramos no tiene memoria. Tan importante es ir al cine cuando est¨¢ la temporada en juego como que la pel¨ªcula sea precisamente Ben-Hur
Borges se manejaba bien entre boutades. Una de ellas fue convocar en Buenos Aires, el mismo d¨ªa y a la misma hora que el partido de inauguraci¨®n del Mundial del 78, una conferencia sobre la inmortalidad. Ese d¨ªa los argentinos pudieron elegir entre ver un Argentina-Francia o escuchar a un viejo ciego en una calle vac¨ªa. Lo cuenta Eduardo Galeano, que acaba de morir. El escritor defend¨ªa que en el f¨²tbol la locura sobreviv¨ªa a la raz¨®n. Que el f¨²tbol actual condena lo in¨²til, y que lo in¨²til no es rentable. Para el Madrid hay pocas cosas m¨¢s in¨²tiles y menos rentables que jugar contra el Atleti: siempre ganar¨¢ porque es rico y poderoso y siempre perder¨¢ entre grandes escarnios. Pero al mismo tiempo no hay nada m¨¢s feliz que un partido as¨ª. Son cosas que no se explican, y si alguien quiere explicarlas le ponen un partido el mismo d¨ªa y a la misma hora. No era Borges el que contraprogramaba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.