El f¨²tbol son unas frases
En su cuarta cerveza, el periodista Rafa M¨¦ndez se separ¨® un palmo de la barra, para no extraviarse, y dijo con aplomo: ¡°El Atl¨¦tico gan¨® 0-0¡±. L¨¢stima que en el bar El Tercer no hubiese pianista, porque habr¨ªa dejado de tocar. Los que est¨¢bamos a su lado nos volvimos hacia la frase, a tiempo de ver c¨®mo se alejaba en tacones fatales. Tres horas antes, en el Vicente Calder¨®n, Rafa y yo apenas hab¨ªamos articulado resoplidos, entre grandes sufrimientos, pero aquella frase nos desagravi¨®. El jefe de secci¨®n de Deportes, que acababa de llegar al bar, la estudi¨® con nostalgia y rabia, apretando los pu?os, y todos notamos que por dentro pensaba ¡°c¨®mo pudo escap¨¢rsenos ese titular¡±. En f¨²tbol, a veces, todo se reduce a una frase maravillosa, que rara vez encuentras, y que debes suplir con un juego al primer toque y un par goles. El f¨²tbol es para leer y escribir, aunque cuando no es posible, porque no se dan las condiciones, hay que bajar al vestuario, calentar, y en ¨²ltima instancia jugar. Pero de entrada, el f¨²tbol son unas frases. Y no s¨®lo el f¨²tbol. Hace dos a?os, en A Mezquita (Ourense), un tipo atrac¨® un banco sin usar armas, s¨®lo con gestos y un par de frases que doblegaron la voluntad del empleado, quien le solt¨® 20.000 euros sin discutir. ¡°?Qu¨¦ le dir¨ªa?¡±, se estuvieron preguntando los vecinos durante varios d¨ªas.
¡°El Atl¨¦tico gan¨® 0-0¡± suena a tocata y fuga en fa mayor. Hay partidos aciagos de los que sales vivo, sin parar de re¨ªrte
Despu¨¦s del partido del Atl¨¦tico en Leverkusen, donde el equipo de Simeone perdi¨® por la m¨ªnima, un amigo dijo que se trataba de ¡°un resultado tan malo, tan malo, tan malo, que casi es bueno¡±, pues en realidad se pudo perder por cinco. La frase me infundi¨® esperanzas, y a la postre se super¨® la eliminatoria en los penaltis. Contra el Real Madrid sucedi¨® algo muy parecido, si bien distinto. Las ocasiones de gol ante la porter¨ªa de Oblak resultaron de tanta crudeza y realismo, que empatar a cero supo a goleada colchonera. Pero hab¨ªa que decirlo bien, como M¨¦ndez. Carlo Ancelotti, que conoce la relevancia del lenguaje, apunt¨® maneras al afirmar que el empate sin goles ¡°es el mejor de los peores resultados¡±. Una frase as¨ª cura la resaca. Pero ¡°El Atl¨¦tico gan¨® 0-0¡± suena a tocata y fuga en fa mayor para piano.
Hay partidos aciagos de los que, incomprensiblemente, sales vivo, sin parar de re¨ªrte. Te cae encima la casa y ni siquiera se posa sobre ti el serr¨ªn. No tiene explicaci¨®n, a menos, claro, que descubras una frase que imponga sentido donde no lo hay, decretando el milagro. De esta manera, un Atl¨¦tico que estuvo muerto durante buena parte del encuentro, llegar¨¢ la semana que viene al Bernab¨¦u con la camisa limpia y planchada, despu¨¦s de que los rumores sobre su fallecimiento se debiesen a otra exageraci¨®n madridista. Cuando finaliz¨® la primera Guerra Mundial, y Julio Camba reanud¨® sus viajes por Europa, decidi¨® que la mejor forma de tomar el pulso a la Inglaterra post-b¨¦lica era dirigi¨¦ndose a un bar. Ni a Buckingham, ni a Westminster, ni al British. All¨ª encontr¨® una de las frases m¨¢s bellas de nuestro columnismo, que resumen hasta qu¨¦ punto despu¨¦s de algunas calamidades todo parece seguir como si nada: ¡°Inglaterra sigue bebiendo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.