El oto?o de Ibrahimovic
El ariete del PSG, elogiado por el vestuario, sigue sin encontrar su deseado trono europeo
Zlatan Ibrahimovic creci¨® a golpe de ego, por eso seguramente fue siempre tan altivo. Pero la vida no se detiene y el hombre que llen¨® el futbol parisino de champ¨¢n, recogiendo el icono de Beckham, ha zlataneado lo suficiente como para que a estas alturas ya le rega?e hasta el jeque propietario del club. Regresa al Camp Nou con la sensaci¨®n de que ha vuelto a perder el camino de la historia, el reto de meter al PSG en semifinales por vez primera en su vida. Lleg¨® el oto?o para el sueco y para el PSG. El t¨¦cnico, Laurent Blanc, recupera el faro de su equipo tras 10 d¨ªas sin disputar un partido, sancionado en Champions por una patada que no dio (a Oscar, del Chelsea), y en la Liga por bocazas (por unos insultos contra el ¨¢rbitro y contra Francia el pasado 15 de marzo).
¡°Es un jugador trascendental para nosotros¡±, dijo Pastore antes de reconocer que se entiende bien con el sueco. ¡°Me conoce y yo tambi¨¦n a ¨¦l. Tratamos de jugar bien y ayudar al equipo. Pero no s¨®lo jugamos para ¨¦l y eso es beneficioso para el equipo¡±, a?adi¨® el argentino. ¡°Tiene un gran impacto porque es un jugador que no duda, est¨¢ muy seguro de s¨ª mismo. Le gustan estos partidos. A los grandes jugadores y goleadores es importante tenerlos y cuando no est¨¢n se nota, como se vio en el partido de la ida¡±, defendi¨® Blanc. ¡°No ha jugado los ¨²ltimos partidos, pero se encuentra en una gran forma. Vendr¨¢ descansado; mejor para nosotros¡±, a?adi¨® el t¨¦cnico.
Seis veces se enfrent¨® Ibrahimovic al Barcelona, marc¨® tres goles y dio tres asistencias, con el Milan y con el PSG, pero siempre le pas¨® lo peor que le puede pasar a un exjugador del Bar?a: generar indiferencia en el Camp Nou. Ibrahimovic quedar¨¢ para la historia del f¨²tbol tres pelda?os por debajo de lo que a ¨¦l le hubiera gustado y lo que se cree merecer por su f¨²tbol de extrarradio. El chaval que luch¨® contra su padre antes de hacerlo contra el barrio y que se gan¨® el derecho a vivir entre estrellas, se busc¨® a s¨ª mismo en Par¨ªs tratando de ser el m¨¢s grande, pero perdi¨® otra vez. Ibra nunca encontr¨® su trono.
Se midi¨® seis veces al Bar?a y marc¨® tres goles, pero gener¨® indiferencia en el Camp Nou
Al sueco no se le recuerda un partido definitivo, m¨¢s all¨¢ de goles puntuales en los cl¨¢sicos del Milan o contra el Madrid, algunos extraordinarios, pero sin t¨ªtulos europeos y con poca historia con su selecci¨®n. En Par¨ªs le hicieron creer que era el mejor del mundo y le pagaron como si lo fuera, pero hace tiempo que se hundi¨® el souffl¨¦ y, a estas alturas, aunque se rebele, encara su oto?o deportivo dejando a su paso la estela de lo que pudo ser y nunca fue. En tres a?os, dos Ligas, dos Copas de Francia y punto.
El vestuario del Bar?a siempre le respet¨® m¨¢s a ¨¦l que ¨¦l al vestuario. As¨ª lo verbaliz¨® ayer Luis Enrique: ¡°Es un jugador diferente en ataque, capaz de rematar de primeras con cualquier parte del cuerpo y en cualquier situaci¨®n. Tiene facilidad para asociarse y generar superioridades en el medio. Es uno de los mejores delanteros del panorama internacional. Ya lo tuvimos en el Barcelona, lo conocemos y me imagino que tendr¨¢ una motivaci¨®n extra¡±. Y tambi¨¦n Luis Su¨¢rez: ¡°Todo el mundo sabe de su trayectoria y lo que ha logrado. Es uno de los tres o cinco mejores del mundo desde hace tiempo. Eso refleja la calidad que tiene. Tendremos que tener mucho cuidado con ¨¦l¡±.
No parece que est¨¦ fino aunque haya marcado 28 goles en 33 partidos en lo que va de curso. La lesi¨®n en el tal¨®n de Aquiles al inicio de curso supuso un punto de inflexi¨®n y a su regreso no fue el mismo ni en el campo ni fuera; se le agri¨® el car¨¢cter. No encaj¨® bien las cr¨ªticas por considerarlas injustas y como no se sent¨ªa c¨®modo en el campo, escupi¨® fuera. Sus declaraciones perdieron gracia y sonaban amargas hasta que, tras un partido en Burdeos, las c¨¢maras le pillaron descalificando a los ¨¢rbitros y a Francia, a la que llam¨® ¡°pa¨ªs de mierda que no merece un equipo como el PSG¡±. El s¨ªndrome del patito feo otra vez.
¡°Es un honor para m¨ª, pero la idea es ponerme en el sitio de la Torre Eiffel¡±, dijo al inaugurar su estatua en el Museo de Cera de Par¨ªs, cuando beb¨ªa champ¨¢n, ser del PSG era muy chic y se le re¨ªan todas las gracias. Ya no brinda en copa Pompadour al mediod¨ªa parisino, sino que golpea las barras de bar con vasos de absenta al amanecer. Aunque desde el balc¨®n de su casa divise el Arco del Triunfo, as¨ª es la vida del perdedor.
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