La jugada
La sensaci¨®n es que Iniesta era un futbolista de recorrido corto, siempre asociado a una baldosa
Menudo como ha sido siempre, p¨¢lido por naturaleza, hijo del patio del colegio de Fuentealbilla y del Bar Luj¨¢n, Iniesta siempre ha cabido en un trozo muy peque?o de campo. La memoria colectiva ni siquiera recuerda su c¨¦lebre partido como medio centro en Lisboa, aquel que acab¨® 0-0, sino que solo retiene sus exquisitos regates como falso extremo, sus delicadas paredes con Ronaldinho o Messi o sus goles terminales en Stamford Bridge y Johanesburgo.
La sensaci¨®n es que era un futbolista de recorrido corto, un volante desequilibrante, fr¨¢gil y de esfuerzos medidos, de bellos detalles m¨¢s que de grandes partidos, de apoyos, el juego del toco y me voy para volver a recibir, siempre asociado a una baldosa. Hasta que el martes se marc¨® una jugada fuera de cat¨¢logo contra el PSG. Luis Enrique le ha alargado la cancha 15 metros, como anunci¨® Valdano, e Iniesta se la recorri¨® de ¨¢rea a ¨¢rea con la elegancia de un bailar¨ªn y el bistur¨ª de un forense, para habilitar a Neymar.
Iniesta simboliza la esencia del f¨²tbol del Bar?a
La jugada era gol o gol, por la conducci¨®n, por los quiebros y cambios de ritmo con que Iniesta sorte¨® a Cabaye, Cavani, Verrati y Marquinhos, por su determinaci¨®n desde que tom¨® la pelota, se dio la vuelta y traz¨® su carrera campo a trav¨¦s hasta Neymar. La hinchada rompi¨® a aplaudir y core¨® largamente el nombre de Iniesta, hoy un jugador m¨¢s completo e intenso, m¨¢s sabio e igualmente artista, felizmente recuperado para la causa, preocupado como estaba el barcelonismo por su extrav¨ªo.
Iniesta simboliza la esencia del f¨²tbol del Bar?a. Aunque los goles los marcan los tres pepinos, como denomina Piqu¨¦ a Messi, Neymar y Su¨¢rez, el juego fluye cuando el partido lo procesan los centrocampistas y el equipo se organiza a partir de Busquets. La salida de bal¨®n acostumbra a ser m¨¢s aseada y la presi¨®n colectiva en terreno contrario resulta tan sincronizada como efectiva. Juega a ratos Xavi, aprende r¨¢pido Rakitic, no falta Iniesta y Luis Enrique ha recuperado incluso a Sergi Roberto.
La presencia de los medios garantiza el estilo, reconcilia al equipo actual con su historia m¨¢s gloriosa, y las aportaciones de Luis Enrique son capitales para aumentar su competitividad, empeorar a rivales como el PSG y el City y mejorar la lectura de los partidos, como se advirti¨® el martes, una jornada rica en registros y tiempos de juego: el rondo, paciente o r¨¢pido, altern¨® con las transiciones y siempre que fue posible se impuso el ataque corto y veloz. El control fue absoluto y por vez primera se complet¨® un gran partido, sin altibajos, presidido por un f¨²tbol coral serio e inteligente, con y sin bal¨®n. La mezcla funcion¨® tan bien que Alves no meti¨® la pata, sino que jug¨® de manera excelente, y Messi se quit¨® de en medio, pareci¨® uno m¨¢s, convencido de que no le tocaba intervenir, solidario con Iniesta. Y es que su jugada expresa la fusi¨®n Luis Enrique-Bar?a, decisiva para poder aspirar a ganar t¨ªtulos.
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