Nadal: ¡°No he superado los altibajos¡±
El mallorqu¨ªn, lejos de su mejor forma y con lagunas en su cabeza, cae (6-4 y 7-6) ante un s¨®lido Fognini
Las dudas persisten. A sus 28 a?os, Rafael Nadal vive una situaci¨®n a la que nunca se hab¨ªa enfrentado hasta ahora. A lo largo de su carrera hab¨ªa tenido d¨ªas mejores y peores, grandes victorias y derrotes inesperadas, pero ante cualquier circunstancia su cabeza permanec¨ªa inalterable. No hab¨ªa nada ni nadie capaz de romper el hermetismo y generar fisuras en la fuerza mental que siempre le distingui¨®. Cuando entraba en una pista su rival sab¨ªa de antemano que para ganarle deber¨ªa jugar a un alt¨ªsimo nivel y que no podr¨ªa bajar el list¨®n hasta la ¨²ltima bola, porque el mallorqu¨ªn no le har¨ªa ninguna concesi¨®n.
No he sido agresivo, tal como me hab¨ªa planteado, y he fallado m¨¢s de lo habitual"
Sin embargo, en su partido de octavos de final del Open Banc Sabadell de Barcelona frente al italiano Fabio Fognini, las dudas volvieron a aparecer y le costaron la derrota por 6-4, 7-6 (8-6). Es cuestionable saber si llegaron como consecuencia del mal juego que despleg¨® o si, por el contrario, es su mentalidad la que no le permite ir m¨¢s lejos en su juego en este momento. La conclusi¨®n del silogismo, sin embargo, es la misma: Nadal no est¨¢ bien. Y, tal como el mismo reconoci¨® en su conferencia de prensa posterior a su derrota, ¡°sin velocidad ni profundidad en mi drive y sin el control necesario del rev¨¦s, mi juego se convierte en vulgar¡±.
El momento es especialmente delicado, porque llega cuando empezaba a levantar la cabeza despu¨¦s de un inicio de a?o dubitativo en el que lleva ganado solo un t¨ªtulo menor, en Buenos Aires. Hace una semana, en Montecarlo, Nadal pareci¨® recuperar las buenas sensaciones cuando venci¨® a David Ferrer y jug¨® a un alt¨ªsimo nivel de forma espor¨¢dica contra Novak Djokovic en las semifinales, que acab¨® perdiendo. ¡°Mis sensaciones fueron muy buenas¡±, reconoci¨® entonces Nadal. ¡°Comenc¨¦ a jugar bien y me liber¨¦ de la ansiedad que me hab¨ªa estado atenazando¡±.
En Barcelona, tuvo un debut dif¨ªcil frente a un Nico Almagro que se estaba recuperando de una larga lesi¨®n, a quien gan¨® sin necesidad de ofrecer su mejor versi¨®n. Pero frente a Fognini, 28? mundial, precisaba de un paso m¨¢s y no acert¨® a darlo. ¡°He jugado mal¡±, reconoci¨® Nadal sin tapujos. ¡°No he sido agresivo, tal como me hab¨ªa planteado, y he fallado m¨¢s de lo habitual. Y ni siquiera he sabido mantener la ventaja cuando he logrado el break tres veces en la segunda manga. As¨ª no merec¨ªa ganar¡±.
La derrota fue dur¨ªsima. Porque el manacor¨ª, cuarto jugador mundial, comenzaba a vislumbrar la salida del t¨²nel. ¡°En Barcelona deb¨ªa confirmar que estaba en la buena l¨ªnea y que mi progresi¨®n era real¡±, explic¨® Nadal. ¡°Pero no ha sido as¨ª. No s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ en el futuro. Estaba convencido de que la situaci¨®n de altibajos por la que pas¨¦ estaba superada. Pero veo que no. Quiero darme opciones para el futuro y s¨¦ que solo las tendr¨¦ trabajando. Debo poder recuperar la pista cuando defiendo y atacar mejor. Abrir m¨¢s ¨¢ngulos con el rev¨¦s¡ no me sent¨ª c¨®modo, chocaba con la bola. Y con el drive no consigo tirar al rival hacia atr¨¢s ni cuando lo pego en buenas condiciones. No penetro bien la bola con la raqueta, me falta potencia y velocidad. Y cuando ocurre todo eso soy un jugador vulgar. ?se no es el juego que me ha llevado hasta el n¨²mero uno¡±.
La respuesta al dilema que tiene planteado Nadal es incierta. ?Es una cuesti¨®n de juego o de cabeza? Las dos cosas se combinan. Pero la proximidad de Roland Garros acelera las urgencias. Hay que resolver el problema y restablecer la l¨ªnea de continuidad y regularidad que se hab¨ªa iniciado en Montecarlo. Puede hacerlo, porque mantiene todav¨ªa el esp¨ªritu de trabajo y sacrificio que le inculc¨® su t¨ªo, Toni, y que le permiti¨® escalar hasta lo m¨¢s alto del tenis mundial y ganar 14 t¨ªtulos del Grand Slam. Madrid, a primeros de mayo, ser¨¢ una nueva etapa en su recuperaci¨®n. Y le quedar¨¢ todav¨ªa Roma antes de la cita parisina que, como cada a?o, marcar¨¢ el nivel real de su temporada y de su juego. All¨ª se resolver¨¢ el dilema.
En Barcelona, Nadal no luchar¨¢ ya por su novena corona. Ahora, los nombres de Kei Nishikori y David Ferrer, que alcanzaron los cuartos de final sin grandes problemas, adquieren m¨¢s relevancia. El valenciano ve abiertas las puertas de un torneo con el que lleva tiempo so?ando, tras haber perdido cuatro finales. Venci¨® al sueco Elias Ymer, una de las revelaciones, salvando un 0-4 en la segunda manga para ganarle 6-3, 6-4. Pero su camino hacia la final es todav¨ªa muy largo. Kohlschreiber ser¨¢ su pr¨®ximo obst¨¢culo.
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