El Madrid reacciona sobre la bocina

A cinco d¨ªas de la Final Four, el Madrid trataba ante el Andorra de evitar contratiempos en forma de lesiones y de sumar la victoria que le faltaba para certificar el primer puesto de la temporada regular. Consiguieron los de Laso los dos objetivos gracias a un palmeo de Gustavo Ay¨®n a falta de un segundo para el final despu¨¦s de la en¨¦sima remontada del curso, en un partido que el l¨ªder jug¨® con la cabeza en otra parte.

Entendi¨® el conjunto de Laso que la mejor forma de rematar la puesta a punto para la Final Four era ventilarse pronto el compromiso liguero para evitar sofocos. As¨ª lo anunci¨® una trepidante puesta en escena concentrada en apenas seis minutos. Ese fue el tiempo que emplearon los p¨ªvots blancos en agitar al Andorra a base de intensidad defensiva y dinamismo en ataque. Cuatro puntos de Felipe y 10 de Ay¨®n redondearon un contundente parcial de 20-6 que amedrent¨® al rival y pareci¨® allanar una ma?ana soleada que luego se nubl¨® para el l¨ªder. De inicio apenas se revel¨® Trias en el bando visitante. El conjunto de Joan Pe?arroya era incapaz de sostener a un tiempo el plan de ataque, la pugna por el rebote y la aplicaci¨®n defensiva; poco despu¨¦s todo cambi¨®.

Carroll se encarg¨® de mantener las prestaciones ofensivas del Madrid al frente de la segunda unidad hasta alcanzar lo que parec¨ªa iba a ser una c¨®moda velocidad de crucero. La diferencia alcanz¨® los 12 puntos (34-22, m. 15), pero en ese instante los de Laso cometieron la imprudencia de dar por concluida la faena. La precipitada br¨²jula de Campazzo, la err¨¢tica aportaci¨®n de Nocioni y la destemplada aparici¨®n de Bourousis confluyeron en la pista hasta desconectar al equipo madridista. Primero se anim¨® el griego Bogris, despu¨¦s el austriaco Schreiner y entre ambos firmaron un inopinado parcial de 4-23 en tan s¨®lo cinco minutos hasta voltear el partido en la frontera del descanso (38-45, m. 20).

Tras el descanso, Laso recuper¨® el quinteto inicial para enderezar el rumbo, pero para entonces el Madrid era un equipo atribulado, abocado al sobreesfuerzo que pretend¨ªa evitar a toda costa. Lejos de atajar el br¨ªo del Andorra, la diferencia a favor de los visitantes, que lleg¨® a alcanzar los 12 puntos (40-52, m.23), solo decreci¨® en un punto en el tercer cuarto (61-67, m. 30). Para entonces, los puntos de Gomes y los rebotes de Sada se hab¨ªan sumado a la causa de Bogris y Schreiner y el conjunto de Pe?arroya luc¨ªa desinhibido. Fue la carism¨¢tica entrega de Salughter y su conexi¨®n con Sergio Rodr¨ªguez la que rescat¨® a los blancos de la galbana. Los alley-oops del estadounidense, un triple de Nocioni (su primera y ¨²nica canasta) y otro de Maciulis, permitieron al Madrid recobrar el mando (72-71, m. 34), pero s¨®lo cedi¨® el Andorra en el ¨²ltimo segundo. La comuni¨®n del equipo blanco con sus aficionados al t¨¦rmino del partido resumi¨® el estado de ilusi¨®n del club ante el reto de reverdecer laureles en la Copa de Europa 20 a?os despu¨¦s.