La importancia de ser Ernesto
Probablemente, Ernesto Valverde no hubiera entrenado tres a?os seguidos a ning¨²n equipo del mundo que no fuera el Athletic. Hace tiempo que Valverde decidi¨® ir a?o a a?o, temporada a temporada, en los equipos que entrenaba. Luis Fern¨¢ndez, que dirigi¨® al Athletic cinco temporadas seguidas, dec¨ªa al t¨¦rmino de la ¨²ltima que quiz¨¢s hab¨ªa estado "demasiado tiempo en el mismo equipo". La fidelidad en los banquillos ya no se lleva. El divorcio, amistoso o tormentoso, es la salida m¨¢s habitual. El actual presidente del Athletic, Josu Urrutia, pensaba hace unos a?os que en el f¨²tbol se advierte a veces el cansancio de los nombres repetidos: "A veces la gente se cansa de ver a los mismos futbolistas a?o tras a?o y busca caras nuevas por encima de los resultados. La gente, quieras que no, se cansa de ti".
Valverde ha dado muchas vueltas, casi todas con ¨¦xito, en su justa medida, salvo su paso por el Villarreal donde ocurrieron esas cosas que el t¨¦cnico del Athletic abomina porque predomina en ¨¦l el sentido de pertenencia al sentido de la oportunidad. Esas cosas que, en sentido contrario, le han inducido a seguir por tercer a?o consecutivo en el Athletic. Seguramente, las ofertas se acumulaban en su servicio de contestador del tel¨¦fono m¨®vil. Ofertas m¨¢s c¨®modas (sin cors¨¦s filos¨®ficos), m¨¢s productivas (aunque el Athletic paga bien a sus servidores) o atractivas (quien ama el f¨²tbol siempre sue?a con la Premier, quien no entrena en la Liga inglesa siempre tiene la sensaci¨®n de haberse perdido algo).
A?o tras a?o, Barcelona le ha rodeado a Valverde. En distintos momentos, su nombre ha sido un estribillo habitual: unos lo atribu¨ªan a su amistad con Andoni Zubizarreta (de quien fue ayudante en el Athletic en la direcci¨®n t¨¦cnica), otros a su capacidad para combinar la presi¨®n con el toque, otros a sus habilidades pedag¨®gicas en el vestuario, otros a su elegancia en el trato, un suma y sigue que se ha convertido en el mantra del mirlo blanco que los clubes buscan ¡ªsalvo aquellos presidentes que tratan de instaurar el marketing en los banquillos¡ª. Valverde se fue y volvi¨® tras dejar su sello en el Espanyol, el Villarreal, el Olympiacos o el Valencia. En Bilbao no le esperaba ni la placidez ni la autocomplacencia. "Ganar con el Athletic no es lo mismo que ganar con cualquier otro equipo. Y perder con el Athletic duele m¨¢s que hacerlo con cualquier otro". A¨²n as¨ª, o por eso, Valverde ha decidido seguir un a?o m¨¢s en Bilbao. Algo que probablemente no hubiera hecho en ning¨²n otro equipo del mundo. A los jugadores del Valencia les anunci¨® que no segu¨ªa antes de un partido decisivo. A los del Athletic, antes de jugarse su plaza europea y la final de Copa. Es la importancia de ser, y llamarse, Ernesto. Ser distinto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.