Blazer: ¡°Yo y otros en la FIFA aceptamos sobornos¡±

Chuck Blazer fue una de las principales figuras en el f¨²tbol estadounidense. Lleg¨® incluso a ser el segundo hombre de mando en la Concacaf, la confederaci¨®n que hace de paraguas del negocio de este deporte en Estados Unidos, Canad¨¢, Centroam¨¦rica y el Caribe. Es la misma asociaci¨®n que presidi¨® Jack Warner. El cargo le permiti¨® disfrutar de una vida repleta de lujos. Pero nunca declar¨® de lo que cobraba por sus servicios en la FIFA.

El nombre de Blazer aflor¨® junto al de Warner entre los 14 imputados por la trama de corrupci¨®n. En su caso ya se declar¨® culpable del fraude en 2013 y tuvo la opci¨®n dos a?os antes de convertirse en informante de las autoridades federales estadounidenses para evitar ir a la c¨¢rcel por evasi¨®n fiscal. Los documentos y las grabaciones de reuniones con otros directivos empezaron a circular.

El Departamento de Justicia public¨® este mi¨¦rcoles la transcripci¨®n de la declaraci¨®n que est¨¢ en el origen de la mayor crisis que vive el organismo que rige el f¨²tbol mundial y que forz¨® este martes la dimisi¨®n de su presidente, Joseph Blatter. El documento en cuesti¨®n tiene 40 p¨¢ginas. No se public¨® antes para, como se indica, evitar poner en un compromiso toda la investigaci¨®n en curso.

El testimonio tuvo lugar ante tres agentes, uno del FBI y otro de la agencia tributaria que participaron en el operativo. El tercero no se identifica. Charles Blazer declar¨® en ese momento que padec¨ªa un ¡°c¨¢ncer rectal¡± y que acumulaba 20 semanas de tratamiento de quimioterapia. ¡°La prognosis es buena¡±, indic¨® antes el juez Raymond Dearie. Adem¨¢s, mencion¨® problemas cardiovasculares. ¡°Buena suerte¡±, le respondi¨® la corte.

A partir de ese momento se determin¨® que la medicaci¨®n no le creaba problemas al sospechoso para proceder con el proceso y se le pregunt¨® si entend¨ªa las implicaciones que ten¨ªa su declaraci¨®n ante el gran jurado. Hasta la p¨¢ginas 22 del documento no se entra directamente en la cuesti¨®n de la trama de los sobornos, en la que se cita expresamente el papel que Blazer desempe?¨® en la selecci¨®n de varios torneos.

En ese momento precisa que la conspiraci¨®n fue llevada a cabo por ¡°un grupo de individuos¡± para conseguir un objetivo concreto. M¨¢s adelante manifest¨®; "Yo y otros ejecutivos en el comit¨¦ de la FIFA aceptamos sobornos en conjunci¨®n con la selecci¨®n de Sud¨¢frica como naci¨®n que iba a acoger el Mundial de 2010¡±. Tambi¨¦n declara que estuvo involucrado en la selecci¨®n del Mundial de 1998.

¡°Acord¨¦ con otra persona all¨¢ por 1992 que le facilitar¨ªa la aceptaci¨®n de un soborno en conjunci¨®n con la selecci¨®n de la naci¨®n anfitriona¡±, declar¨®, seg¨²n se recoge en la p¨¢gina 30 de documento. Ese torneo se lo llev¨® al final Francia. Como explic¨® ante la corte, como miembro de la FIFA su responsabilidad fue la de seleccionar los pa¨ªses que iban a hacer de anfitriones de los mundiales.

El testimonio revela que empez¨® a participar junto a otros directivos de la FIFA en la trama corrupta ya en 1993. Desde entonces hasta 2003 acept¨® dinero il¨ªcito para distribuir los derechos de retransmisi¨®n de diferentes torneos. Eso fue antes de aceptar los sobornos relacionados con el Mundial de 2010. En paralelo, acept¨® participar entre 2004 y 2011 en una trama fraudulenta relacionada con la Concacaf.

El pago de los sobornos se hac¨ªa con cheques en el aeropuerto neoyorquino JFK y con transferencias de fondos

En ese momento se detalla que el pago de los sobornos se hac¨ªa mediante pagos en cheques que se intercambiaban en el aeropuerto neoyorquino JFK junto a transferencias de fondos que sal¨ªan y entraban de EE UU. Ese era el operativo para blanquear el dinero il¨ªcito. ¡°Sab¨ªa que esos fondos proced¨ªan de sobornos¡±, afirma, a la vez que explica que ¡°intencionadamente¡± evit¨® hacer cualquier declaraci¨®n de sus ingresos reales a las autoridades tributarias.

Los primeros tachones empiezan a aparecer los primeros tachones en el documento publicado, a la altura de la p¨¢gina 35 de la transcripci¨®n. Hubo un momento en el que el juez Dearie

pregunta a la fiscal¨ªa como se pronunciaba "FIFA". Pero el tono que utiliza el magistrado en todo momento al referirse a la organizaci¨®n es muy duro, m¨¢s propio de una entidad criminal.