Alex Schwazer: ¡°No quer¨ªa terminar siendo un dopado¡±
El atleta italiano, oro ol¨ªmpico de marcha en Pek¨ªn que lleva casi tres a?os sancionado por EPO, busca redimirse trabajando con el icono de la lucha antidopaje y del deporte limpio
¡°De qu¨¦ sirve estar vivo si no se tiene coraje para luchar¡±, lleva escrito en la camiseta Alex Schwazer, marchador italiano, oro ol¨ªmpico de Pek¨ªn en la prueba de 50 kil¨®metros. No pudo repetir carrera (ni medalla) en Londres. Dio positivo por EPO en agosto de 2012, pocos d¨ªas antes de viajar a los Juegos. Sancionado desde entonces, terminar¨¢ castigo en abril de 2016. Pero ha vuelto a entrenarse, a sus 31 a?os, con un ¨¢ngel de la guarda.
¡°Los primeros tres meses despu¨¦s del positivo no hice nada, me entraban n¨¢useas s¨®lo de pensarlo. Luego decid¨ª hacer algo de actividad f¨ªsica m¨¢s que nada para mi salud porque, como nunca hab¨ªa estado parado, empec¨¦ a notar problemas de tensi¨®n. Sal¨ªa a entrenar para sentirme mejor. Hasta que dije: quiero volver a intentarlo. Quiero volver para demostrar que voy fuerte sin ayuda. No quer¨ªa retirarme siendo un dopado¡±, dice Schwazer sentado en el hall del hotel en el que se aloja, en Nomentano, un barrio popular de Roma. Se le ve sereno, feliz, sonriente, determinado y le brillan los ojos. Ha dejado atr¨¢s la depresi¨®n que sufri¨® hace tres a?os y ahora sue?a con R¨ªo 2016.
Para regresar y volver a sentirse un atleta ha elegido a Sandro Donati, consultor italiano de la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) y responsable del equipo italiano de velocidad y medio fondo en los a?os 80. Lo fue hasta que la Federaci¨®n le ech¨® por negarse a someter a sus atletas a transfusiones de sangre y al uso de anabolizantes y esteroides. Desde entonces lucha contra el sistema ¨C¡°c¨®mplice, malo y podrido¡±, dice- para denunciar el doping. Donati, que tiene 68 a?os, no cobra un c¨¦ntimo de Schwazer. Lo hace para dar credibilidad al deporte, a los entrenamientos y porque est¨¢ convencido de que los atletas, aunque tengan parte de responsabilidad, son las v¨ªctimas de un sistema. Y quiere acabar con ello.
¡°He buscado a Sandro porque es la persona m¨¢s conocida en la lucha contra el dopaje. Yo no s¨¦ si en su lugar habr¨ªa aceptado, porque en mi historial est¨¢n involucrados personajes contra los que ¨¦l lleva luchando a?os. Yo vengo de ese mundo¡¡±, dice Schwazer. ¡°Si alg¨²n joven me demuestra que tiene ganas de volver a competir recurriendo ¨²nicamente a sus fuerzas y me ofrece todas las garant¨ªas para ello, es un deber para un adulto como yo ayudarle a reconquistar su dignidad. Si no fuera as¨ª, el deporte no ser¨ªa vida, sino muerte. Tiene que haber posibilidades de redimirse. No ha matado a nadie. Estaba en una situaci¨®n de fragilidad. Cometi¨® un error, se avergonz¨® y pidi¨® perd¨®n y ahora se puede permitir remontar. Hay atletas mediocres que una vez que caen en la trampa terminan su carrera porque sin dopaje no pueden alcanzar ciertos niveles. No es el caso de Alex¡±, le interrumpe Donati, sentado a su lado.
?Por qu¨¦ te dopaste? ¡°Si un atleta limpio tiene a un entrenador bueno, que le transmite confianza, que cree en ¨¦l y que trabaja en un ambiente profesional, uno en el dopaje no piensa¡±
Hay tanta complicidad y ternura entre ellos que parecen padre e hijo. ¡°Mi vida antes era vivir pendiente de un d¨ªa, el de la carrera, si ese d¨ªa iba bien, todo iba bien, si no, todo el a?o que hab¨ªa hecho se transformaba en in¨²til. Yo no quiero volver a vivir esto y no quiero volver a vivirlo as¨ª, quiero disfrutar. Necesitaba tener al lado alguien que creyese en m¨ª. Pero que cree de verdad, no s¨®lo por sus intereses de entrenador. Antes firmaba contratos en los que los sueldos de los t¨¦cnicos depend¨ªan de los resultados que consegu¨ªa¡±, dice el marchador con amargura.
Es viernes. En Roma el cielo est¨¢ gris. Los coches se agolpan en la autopista camino de los internacionales de tenis. Schwazer ha tenido doble sesi¨®n de entrenamiento. Esta tarde, 20 kil¨®metros. Como su sanci¨®n por EPO no ha terminado todav¨ªa, no tiene acceso a las instalaciones del CONI (Comit¨¦ Ol¨ªmpico Italiano). Trabaja en un carril bici al norte de la ciudad, cerca del dique del r¨ªo T¨ªber, al que se llega tras 15 minutos de coche desde el hotel. No hay vestuarios, ni duchas, se cambia y se seca apoyado en el maletero.
Hoy no hay mucha gente que ha venido a hacer deporte. Schwazer s¨®lo ha tenido que esquivar a dos se?oras que pasean empujando a una tercera en silla de ruedas, un par de runners y alg¨²n que otro patinador. El carril no mide m¨¢s de dos metros de ancho, la vegetaci¨®n crece hasta invadirlo. Corre el aire. Lejos han quedado los rumores y el tr¨¢fico de Roma. ¡°Aqu¨ª siempre hace 2-3 grados menos que en la ciudad¡±, asegura Schwazer que ha dejado su casa de Calice (en la frontera con Austria) para seguir a su prof (profe), as¨ª es como le llama. A cargo del atleta corre su estancia en la capital italiana, unos 3.000 euros al mes.
Donati fue responsable del equipo italiano de velocidad y medio fondo hasta que la Federaci¨®n le ech¨® por negarse a someter a sus atletas a transfusiones de sangre
En el suelo del carril bici hay pintadas amarillas. Las ha hecho Donati cada 500 metros para tener puntos de referencia. Schwazer marcha, el profe le sigue en bicicleta. Marca los tiempos cron¨®metro en la mano, le pasa el bid¨®n de agua, y graba v¨ªdeos para envi¨¢rselos a uno de sus colaboradores. ¡°Y as¨ª vemos si hay que corregir algo en la t¨¦cnica¡±, comenta el profe. Parece todo muy casero. Pero no lo es. Donati, con una gran experiencia como entrenador, ha montado un grupo de trabajo a la medida de Schwazer. Ninguno de ellos cobra. ¡°Yo soy un jubilado, independiente econ¨®micamente, y no necesito nada. S¨®lo tengo que ser cre¨ªble. Todos los colaboradores que me he buscado lo hacen por placer, porque igual que yo creen en la ¨¦tica del trabajo y en la calidad¡±, explica.
Hay un qu¨ªmico, Dario D¡¯Ottavio y Benedetto Ronci, jefe de hematolog¨ªa del hospital San Giovanni. Ellos se encargan de los an¨¢lisis hem¨¢ticos y de los controles antidopaje. Cuatro le han hecho a Schwazer en un mes. La IAAF (Federaci¨®n Internacional de Atletismo) la WADA y el CONI, ninguno, en los tres a?os que el marchador lleva sancionado. ¡°Un atleta sancionado por dopaje deber¨ªa de ser controlado, deber¨ªa, pero aqu¨ª no ha venido nadie. Este es el sistema que tenemos¡±, explica Donati. Schwazer ha accedido a someterse a los controles las 24 horas, sin franja horaria. La que permite a los atletas tomar peque?as dosis de sustancias que se eliminan en las 12-13 horas siguientes al control. ¡°Una farsa¡±, exclama el profe.
Donati tambi¨¦n ha pedido ayuda a un experto en marcha, Mario de Benedictis, para que supervise los andares de Schwazer. ¡°Como yo nunca he entrenado a marchadores, me he buscado a alguien que nos diera una opini¨®n sobre la t¨¦cnica de Alex. Grabo v¨ªdeos de los entrenamientos y se los mando, y a veces viene ¨¦l¡±, cuenta Donati que tambi¨¦n ha buscado a un nutricionista y un experto en posturas para que cuide de la columna vertebral de Alex.
Por la ma?ana, antes de la sesi¨®n, se ha hecho hora y media de coche para reunirse con los responsables de una empresa de aparatos que eval¨²an la capacidad respiratoria. Todo est¨¢ estudiado. ¡°Me esperaba encontrarle en una condici¨®n f¨ªsica peor despu¨¦s de tres a?os sin competir, de muchos meses de inactividad, de los problemas psicol¨®gicos graves que tuvo y que le provocaron una depresi¨®n. Pero va fuerte y tiene una capacidad de recuperaci¨®n asombrosa¡±, analiza Donati.
Schwazer ha accedido a someterse a los controles las 24 horas, sin franja horaria
Es entra?able ver la pasi¨®n con la que trabajan, ajenos a todas las dificultades, seguros y convencidos de que pueden conseguirlo. En su semana no hay descanso. Trabajan de lunes a domingo en doble sesi¨®n salvo un d¨ªa. La meta son los Juegos de R¨ªo. Alcanzables s¨®lo si Schwazer consigue una reducci¨®n de la pena por haber colaborado con la justicia.
?Por qu¨¦ te dopaste? ¡°S¨®lo digo una cosa: si un atleta limpio tiene a un entrenador bueno, que le transmite confianza, que cree en ¨¦l y que trabaja en un ambiente profesional, uno en el dopaje no piensa¡±, contesta. ¡°Cuando Alex tom¨® EPO estaba en ca¨ªda libre. Llevaba tres a?os entren¨¢ndose solo creyendo que pod¨ªa gestionarlo todo solo. No ha tenido t¨¦cnicos preparados. Empez¨® a pensar que ten¨ªa que entrenarse m¨¢s que los dem¨¢s. Se desgast¨®. Cuando se dop¨® su entrenamiento era ca¨®tico y de nivel muy modesto. Eliminando este problema y entren¨¢ndole bien, podemos valorizarlo¡±, afirma Donati. ¡°?l se encarga de entrenarse y de hacer el atleta, del resto, de destapar esta hipocres¨ªa y de impedir que los j¨®venes de ahora pasen por esto, me encargar¨¦ yo¡±, a?ade.
El mensaje ha llegado. En la min¨²scula habitaci¨®n de hotel en el que se aloja Schwazer la bici est¨¢ aparcada en el balc¨®n. No hay fotos en la mesita de noche. En el suelo se cuentan hasta diez pares de zapatillas y en la pared ha pegado una hoja con cinta negra y este mensaje: ¡°1) Seguir al profe y tener confianza en ¨¦l. 2) Hacer vida de atleta¡±.
Las opciones para llegar a R¨ªo
La sanci¨®n de Schwazer termina el 29 de abril de 2016. La federaci¨®n italiana de atletismo elegir¨¢ los atletas de la marcha en funci¨®n de las marcas que hayan conseguido en 2014 y 2015. Conseguir la m¨ªnima, por lo tanto, depender¨¢ de la reducci¨®n de la sanci¨®n (la contempla el art¨ªculo 11 de la WADA para los sancionados que colaboren con la justicia) que decidir¨¢ el Tribunal del CONI en las pr¨®ximas semanas. Puede no conceder ninguna, una de un par de meses y otra, m¨¢s generosa, que permitir¨ªa a Schwazer volver a competir en septiembre e intentar conseguir la m¨ªnima para los Juegos. ¡°Ha testificado contra dos m¨¦dicos de la Federaci¨®n investigados por complicidad y encubrimiento. Sab¨ªan desde abril de 2012 que ?lex se dopaba y nadie dijo nada. Tambi¨¦n sab¨ªa que entre finales de 2009 y abril de 2011 iba a ver a Michele Ferrari [el profeta de la EPO, suspendido a perpetuidad, y hombre Lance Armstrong] y tampoco dijeron ni preguntaron nada. Ha dicho cuando y donde ha comprado los productos [se abasteci¨® de EPO en Turqu¨ªa] cuando los ha tomado y antes de que carreras¡±, explica Donati.
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