La provocaci¨®n de Jara y la expulsi¨®n de Cavani

Jara se acerc¨® por detr¨¢s a Cavani y le meti¨® el dedo en el culo. El uruguayo reaccion¨® y le solt¨® un manotazo en el cuello. Jara, quien debi¨® pensar que le hab¨ªa tocado la loter¨ªa, se tir¨® como si lo hubiera alcanzado un francotirador. El ¨¢rbitro lo expuls¨®. Es su primera roja tras 68 internacionalidades. El delantero perdi¨® los nervios. No hace falta saber leer los labios para saber lo que le dijo al de negro. Era el minuto 63 y el plan de Uruguay comenzaba a evaporarse. Entre varios compa?eros tuvieron que sacarlo del campo. Frustrado, se march¨® a los vestuarios como el personaje de una pel¨ªcula de I?¨¢rritu. Una marcha f¨²nebre acompa?¨® el adi¨®s de Cavani.

Los uruguayos deben amar el f¨²tbol, de otra manera no se entiende que defiendan su porter¨ªa con tanta pasi¨®n. Echados atr¨¢s frente a Chile, se aferraron a su delantero Edinson Cavani (Salto, 1987) como el que lo deja todo en manos de un santo. El jugador del?Paris Saint Germain era el m¨¢s adelantado de una tropa llamada a defender hasta encontrar la rendija que les condujera a la victoria. Cavani era la clave de este plan maestro. Sin embargo, perseguido por la nube negra que ha supuesto el encarcelamiento de su padre, Cavani acab¨® la Copa Am¨¦rica desquiciado. ? ?

El campeonato de Edinson se empez¨® a torcer hace 48 horas, de noche, en una carretera secundaria de Salto, en el norte de su pa¨ªs. Su padre, a esas horas, agarr¨® la camioneta de su hijo, una Ford Raptor, en busca de una tienda abierta en la que comprar un paquete de cigarrillos. Estaba en medio de una reuni¨®n de amigos y botellas de vino. Luis Cavani dijo que no vio nada, solamente sinti¨® un golpe en un costado de la camioneta. Cuando se baj¨® a mirar, seg¨²n su testimonio, se dio cuenta de que hab¨ªa atropellado a un motociclista. El chico estaba muerto. Se llamaba Francisco Rodr¨ªguez y ten¨ªa 19 a?os.?

La prensa uruguaya especul¨® con que Cavani, llamado a suceder al sancionado Luis Su¨¢rez, meditaba abandonar la concentraci¨®n. No lo hizo. Esper¨® hasta el partido contra Chile, el anfitri¨®n. El resultado no pudo ser m¨¢s desastroso. En el minuto 29 de la primera parte vio la primera amarilla tras chocar fuerte con un defensa. La jugada no dejaba traslucir el estado de ¨¢nimo del delantero pero s¨ª su reacci¨®n. Se acerc¨® al asistente, a escasos cent¨ªmetros, en ese territorio peligroso donde uno debe retirarse o golpear porque no hay marcha atr¨¢s, y grit¨® como un poseso.

Bien es cierto que el charr¨²a (31 goles esta temporada en el f¨²tbol franc¨¦s) ya hab¨ªa comenzado el campeonato descolocado. De Jamaica, su primer rival, dijo que era un equipo muy f¨ªsico, "como todos los africanos". Sin br¨²jula salt¨® al campo en la segunda parte. Gonzalo Jara lo busc¨® hasta que lo encontr¨®. Tras una falta inocua, se enzarzaron en una discusi¨®n. El jugador de la Bundesliga le toc¨® la cara. El asunto no lleg¨® a mayores porque el ¨¢rbitro medi¨®. Acto seguido, el ¨¢rbitro se fue pero sigui¨® mir¨¢ndolos de reojo. Despu¨¦s lleg¨® toda la pol¨¦mica que ha incendiado las redes sociales: la provocaci¨®n de Jara, la reacci¨®n del uruguayo y una expulsi¨®n muy discutida que confirma una Copa Am¨¦rica hasta ahora m¨¢s protagonizada por lo extradeportivo que por el buen gusto en el trato del bal¨®n.