Espa?a cae ante Francia y luchar¨¢ por el bronce en el Eurobasket

Espa?a cay¨® ante Francia en la semifinal del Eurobasket (63-58) y pelear¨¢ por la medalla de bronce ante Bielorrusia (ma?ana, 16.30, Tdp). Invictas en el torneo con ocho victorias en ocho partidos, las jugadoras de Mondelo se estrellaron ante la roca gala en la reedici¨®n de la final de hace dos a?os. El 30 de junio de 2013, el baloncesto femenino espa?ol logr¨® el segundo oro europeo de su historia derrotando a las anfitrionas con una exhibici¨®n de talento y orgullo en territorio comanche. Un certero lanzamiento de Sancho Lyttle a falta de siete segundos y un fallo de Gruda decantaron aquel choque. En esta ocasi¨®n, no estaba Lyttle y s¨ª la p¨ªvot de Cannes que, con 16 puntos y 12 rebotes, certific¨® la superioridad f¨ªsica de su equipo rumbo a la revancha.

Con el impulso de La Marsellesa, Francia se present¨® en la semifinal marcando car¨¢cter con un contundente parcial de 7-0 en el primer minuto del partido. Fue el pr¨®logo de una novela de terror. Mientras Espa?a ajustaba sobre la marcha la defensa en zona planteada por Mondelo, el conjunto galo comenz¨® a explotar con ¨¦xito la veta de la potencia. La pareja Yacoubou-Gruda impuso desde el comienzo su m¨²sculo ante la fibra de Astou N¡¯Dour, lanz¨® al cuadro galo y oblig¨® a precipitar los primeros ajustes en su rival (11-4, m. 4).

Ante la emergencia, Mondelo recurri¨® al baqueteado expediente de Luci Pascua para poner orden en la pintura y, entre la solvencia de la p¨ªvot del Conquero y la intrepidez de Marta Xargay, la selecci¨®n espa?ola contuvo la primera embestida francesa (15-13, m. 10). Hasta que sali¨® al rescate, Pascua era la pen¨²ltima jugadora en el reparto de minutos (24 repartidos en 6 de los ocho partidos del torneo), pero por personalidad y trayectoria result¨® un remedio inmediato para ajustar el choque, pero no bast¨® para enderezarlo.

El libro de instrucciones segu¨ªa en manos de Dumerc y las de Valerie Garnier marcaban los tiempos, atajando el contragolpe de La Roja y sujetando con una aplicada defensa de ayudas a Alba Torrens. El plan sec¨® a la de Binissalem hasta el minuto 13 mientras Gruda segu¨ªa haciendo carrera bajo los aros. Sin embargo, Espa?a comenz¨® a encontrar el paso en defensa minimizando los desajustes de una zona que no dej¨® de desconcertar a las defensoras pero tambi¨¦n pas¨® a incomodar a las atacantes. Laia Palau asumi¨® entonces el reto de controlar a su hom¨®loga y en pleno pulso con Dumerc un braceo de la base francesa provoc¨® una falta antideportiva que permiti¨® a Espa?a tomar el relevo en el marcador (21-24, m. 15).

La hoja de ruta de las campeonas de Europa pasaba por reinterpretar el guion que las dio el t¨ªtulo en Orchies hace dos a?os: correr para desgastar a su robusto rival, fomentar la agitaci¨®n para estresar al met¨®dico rodillo franc¨¦s y eludir el choque para que la gracilidad impusiera sus revoluciones ante la voluminosa carrocer¨ªa gala. Pero antes de poder aplicar la receta, Espa?a se vio inmersa en las trincheras. Las defensas comenzaron a triunfar sobre los ataques y, en territorio comanche, La Roja comenz¨® a sufrir.

Sobre el parqu¨¦ del Budapest Arena hab¨ªa m¨¢s lija que barniz y, a contra estilo, las de Mondelo comenzaron a jugar cuesta arriba. Tchatchouang era la sombra de Torrens y la escudera perfecta de Gruda. La jugadora del Ekaterimburgo, que promediaba 18,2 puntos antes de la semifinal, se convirti¨® en un martillo pil¨®n que clav¨® a Espa?a en el partido (46-39, m. 26). De ah¨ª hasta el final, el duelo fue un quiero y no puedo del que no pudieron escapar las espa?olas. No alcanz¨® con el baloncesto y, esta vez, tampoco con la fe. Nadie revalid¨® el t¨ªtulo en los ¨²ltimos 25 a?os, pero La Roja mantiene intactas las opciones de rematar con un ba?o de bronce otro campeonato vibrante. Ser¨ªa su s¨¦ptima medalla en ocho ediciones, la d¨¦cima de la historia de la selecci¨®n absoluta.