¡°Nadal est¨¢ en deuda consigo mismo¡±
Santana y Corretja analizan las opciones de Nadal, en segunda ronda tras batir a Bellucci
Se le ve a Rafael Nadal m¨¢s relajado que hace unas semanas en Par¨ªs, con un punto menos de tensi¨®n, y eso que all¨¢ por donde pisa, el alborozo sigue siendo tremendo. La secuencia ocurri¨® ayer, en el caluroso d¨ªa que le brind¨® Londres al campe¨®n en su estreno en Wimbledon. Antes de que batiera al brasile?o Thomaz Bellucci (6-4, 6-2 y 6-4 en dos horas y 10 minutos), enfil¨® envuelto en sudor una de las calles que conducen a la pista 1, marco del duelo; de repente, una marabunta de personas se agrup¨® en torno a ¨¦l e hizo que desapareciese su silueta, como si se lo hubiera tragado la tierra.
Tal fue el revuelo que la organizaci¨®n tuvo que salir al paso. De inmediato, siete empleados le rodearon para que pudiera abrirse camino y llegar a su destino. Lo hizo, a duras penas, pero lo hizo; y una vez all¨ª, una buena faena para abrir boca en el torneo que ha conquistado en dos ocasiones (2008 y 2010). ¡°He hecho lo que ten¨ªa que hacer¡±, explicaba despu¨¦s ante los periodistas; ¡°estuve s¨®lido, bien con la derecha, muy bien con el rev¨¦s. Me falta definir la bola alta con el drive y tengo que sacar mejor porque he cedido un par de juegos, pero estoy contento por haberlo resuelto como lo he resuelto. Los partidos en hierba siempre son muy ajustados¡±.
Sin llegar a brillar, pero con buenos destellos, Nadal demostr¨® que tiene los biorritmos a punto. No ofreci¨® fisuras en ning¨²n apartado, sino m¨¢s bien todo lo contrario. Fiabilidad en los peloteos, al servicio (65% de puntos retenidos tanto con primeros como con segundos) y restos con veneno. Tiene ganas el de Manacor, est¨¢ con hambre. Lo constata tambi¨¦n su deseo ayer de acercarse a la red para apuntillar. Acert¨® en 17 de las 19 ocasiones (un 89%) en las que lo intent¨®.
¡°Entonces, ?c¨®mo est¨¢s de confianza, Rafael?¡±, le preguntaron en la sala de conferencias. ¡°Segunda ronda, eso es todo¡±, contest¨® en un primer momento. ¡°Tengo m¨¢s seguridad que hace unos meses y las victorias obviamente ayudan, pero yo voy d¨ªa a d¨ªa¡±, agreg¨® el n¨²mero 10, que en la segunda ronda, ma?ana, se medir¨¢ al alem¨¢n Dustin Brown. Rasta, 102 del mundo, un rival de lo m¨¢s curioso.
?Qu¨¦ se puede esperar, entonces, de Nadal en este Wimbledon? Habla una leyenda. ¡°En las primeras rondas no veo a nadie que pueda darle un disgusto. Despu¨¦s de Par¨ªs recargar las pilas y llega con buen tono¡±, apunta Manolo Santana. ¡°Adem¨¢s, est¨¢ en deuda consigo mismo, por c¨®mo sali¨® en los ¨²ltimos a?os de aqu¨ª. Seguro que quiere sacarse esa espinita¡±, a?ade el ganador de 1966. ¡°Y yo no lo veo imposible. Eso s¨ª, en los cuartos se cruzar¨ªa en teor¨ªa con Andy Murray, que siempre juega genial en Londres¡¡±, zanja.
Se suma al voto de confianza Alex Corretja, que molde¨® a?os atr¨¢s al brit¨¢nico. ¡°Rafa necesita ritmo y un torneo de este tipo, a cinco sets, le puede ayudar¡±, precisa, a la vez que advierte: ¡°Al ser sobre hierba hay un abanico un poco m¨¢s amplio de rivales que le pueden ganar. Pero llega fresco, menos saturado, con el aval de haber ganado en Stuttgart y con m¨¢s entrenamientos sobre hierba que en otros a?os. Tiene opciones reales de ganar, sin duda. Es uno de los candidatos¡±.
Llega menos saturado, con el aval de Stuttgart y con m¨¢s entrenamiento" Alex Corretja, exjugador
Quiere Nadal borrar ese regusto amargo que le dejaron las ca¨ªdas prematuras de los ¨²ltimos tres a?os: en 2012, ante Lukas Rosol en la segunda ronda; en 2013, frente a Steve Darcis en la primera; y en 2014, contra Nick Kyrgios en los octavos. Despu¨¦s de un ¨²ltimo a?o plagado de altibajos, con lesiones de por medio, intenta deambular ahora por Londres con un perfil m¨¢s bajo, al abrigo del trabajo diario. ¡°Soy el n¨²mero 10 porque lo merezco. Es un gran n¨²mero. Es una fant¨¢stica noticia. Significa que tengo que trabajar m¨¢s fuerte¡±, resolvi¨® ayer, despu¨¦s de ganar y zafarse de la marabunta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.