Leo o Lio, siempre Messi
La mirada sobre Messi cambi¨® desde que se le vio padecer como azulgrana y ahora empieza a divertirse con Argentina
Hasta hace muy poco se sospechaba que Messi ten¨ªa una doble personalidad, o que hab¨ªa dos futbolistas en uno, el que disfrutaba en el Bar?a y el que sufr¨ªa con Argentina. Ambos funcionaban como dos l¨ªneas paralelas, nunca se encontraban por m¨¢s que se prolongaran, quiz¨¢ porque sus ¨²nicos triunfos con la albiceleste se remontaban al Mundial sub-20, del que se cumplen diez a?os, y al oro de Pek¨ªn-2008, dos ¨¦xitos que no tuvieron continuidad en las distintas Copas del Mundo ni en las de Am¨¦rica.
La mirada sobre Messi cambi¨® desde que se le vio padecer como azulgrana y ahora empieza a divertirse con Argentina. El barcelonismo le idolatra hoy m¨¢s que nunca porque hace un a?o temi¨® haberlo perdido, e incluso lo pudo haber vendido, cuando se dud¨® de su recuperaci¨®n, abatido por las lesiones del b¨ªceps femoral, superado por los v¨®mitos, se?alado en cada partido por lo poco que corr¨ªa, acosado por Hacienda. No parec¨ªa tener futuro como futbolista ni como ciudadano en Barcelona. Ya se sabe qu¨¦ ocurre en el Camp Nou cuando a uno le se?alan como si tuviera la peste. Que se lo pregunten a Maradona.
El barcelonismo le idolatra hoy m¨¢s que nunca porque hace un a?o temi¨® haberlo perdido
Messi se reinvent¨® y el reencuentro con la hinchada fue tan delicioso que se ha convertido en el amo y se?or del Bar?a. Quieren los hinchas m¨¢s veteranos que el madridismo sufra a Messi tanto como el barcelonismo tuvo que soportar a Di St¨¦fano. A sus 28 a?os, Leo es un padrazo que parece m¨¢s persona y mejor futbolista, por fino, por comprometido, por solidario, capaz de tatuarse un espejo de la Sagrada Familia en el brazo y al mismo tiempo de hablar en el estadio con un deje de Rosario cada vez m¨¢s acusado, como si en su madurez se acercara a su infancia y a Newell¡¯s.
No solo ha sido fiel a Argentina sino que ha hecho de nuevo tricampe¨®n al Bar?a. Ha pasado de competir a goles con Eto¡¯o, Villa o Ibrahimovic a compartir cartel con Neymar y Luis Su¨¢rez. Nunca se hab¨ªa visto que en un mismo equipo pudieran convivir el mejor jugador de Brasil y de Uruguay con el mejor de Argentina y n¨²mero 1 del mundo como es Messi. El 10 se ha convertido en el socio por excelencia, en el futbolista que mejora a los dem¨¢s, el jugador que hace campeones a jugadores sin t¨ªtulos como Neymar o Luis Su¨¢rez, o ¨²ltimamente a Di Mar¨ªa o el Kun Ag¨¹ero por no hablar de Pastore.
El 10 se ha convertido en el socio por excelencia, hace campeones a jugadores sin t¨ªtulos como Neymar o Luis Su¨¢rez, o ¨²ltimamente a Di Mar¨ªa o el Kun Ag¨¹ero
No es casual que periodistas como Daniel Arucci se pregunten por los socios de Messi en Argentina y se hable de Pastore como si fuera Iniesta, Di Maria recordara el papel de Neymar o Ag¨¹ero fuera la reencarnaci¨®n de Su¨¢rez mientras Mascherano ejerce de Busquets. La comparativa no resultar¨ªa si no hubiera tenido una dificultad a?adida como la propuesta por el propio Messi: ¡°Es terrible lo que me cuesta meter un gol con la albiceleste¡±. Ah¨ª est¨¢ el reto para dejar de ser un pecho fr¨ªo y alcanzar la popularidad de T¨¦vez. Messi necesita salir campe¨®n y mucho mejor si puede ser con el gol de la victoria ante Chile.
Messi necesita ganar la Copa Am¨¦rica por Argentina de la misma manera que Neymar y Su¨¢rez, Di Maria, Ag¨¹ero y Pastore saben que precisan juntarse con Leo para triunfar porque por s¨ª solos son figuras derrotadas, algunas por el propio Leo. ?Qu¨¦ t¨ªtulos consiguieron el City, el United o el PSG? Messi no solo ha hecho buenos a sus compa?eros de equipo sino que desde su regreso a la banda, tal que fuera un extremo cl¨¢sico, como si nunca hubiera sido un falso 9, aprendimos a saber c¨®mo ve los partidos un linier. Al 10 por excelencia solo le queda un ¨²ltimo reto este a?o: levantar la Copa en Santiago de Chile.
Leo en Barcelona, Lio en Argentina, ya es la misma persona: Messi.
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