Sep¨²lveda, de la Patagonia al Tour

Tiene apellido de cantante de boleros valenciano y los ojos verdes que se les supone a los galeses que fundaron en la Patagonia Rawson, la ciudad en la que naci¨®, para criar ovejas merinas de buena lana. Es Eduardo Sep¨²lveda, tiene 24 a?os y ninguna bandera argentina le espera en las salidas de las etapas donde grupos bulliciosos de eritreos afectos a la dictadura de su pa¨ªs saludan todos los d¨ªas a los dos ciclistas de su pa¨ªs, los dos primeros representantes del ?frica negra en la historia de la gran carrera, ondeando telas con los tri¨¢ngulos rojo, verde y azula; o donde siempre hay colombianos con sus colores rodeando el autob¨²s de Nairo.

No alcanza, por supuesto, el nivel simb¨®lico de los eritreos, pues no es el primer argentino en el Tour. En 2012 lo corri¨® y lo termin¨® Juan Jos¨¦ Haedo; en 2014, Ariel Richeze dur¨® cinco etapas: ambos son sprinters. Tampoco se acerca al valor deportivo de Quintana, aunque escala muy bien y no teme las monta?as. M¨¢s bien ans¨ªa que lleguen. Antes de partir de Arras, el mi¨¦rcoles, Sep¨²lveda repasa mentalmente lo que le ha dicho el director en el briefing y hace ver que es excesivo. ¡°Menuda etapa espera, con tantos cambios de direcci¨®n de la carretera va a haber que estar todo el d¨ªa pendientes de por donde sopla el viento¡±, quien de vientos entiende un rato, pues en la Patagonia solitaria sopla sin obst¨¢culos todo el d¨ªa. ¡°Y cuando corr¨ªa all¨ª, en Argentina, era buen rodador, pues es lo que hab¨ªa, pero cuando vine a Europa, becado al centro mundial de la UCI en Suiza, perd¨ª seis kilos, baj¨¦ de 65 a 59, y me descubr¨ª escalador. Y ya estoy deseando que llegue la monta?a a ver hasta d¨®nde puedo llegar¡±.

Ciclista porque su padre fue ciclista, Sep¨²lveda destac¨® desde joven en Argentina. Destac¨® tanto en las carreras locales que en regiones como San Juan, la cuna del ciclismo argentino, se convirti¨® en figura y llam¨® la atenci¨®n de Juan Curuchet, campe¨®n ol¨ªmpico y presidente de la federaci¨®n argentina, quien le consigui¨® una plaza en el centro de la UCI en el que se han formado ciclistas de pa¨ªses sin apenas tradici¨®n. Por all¨ª han pasado Froome, los eritreos Teklehaimanot y Kudus, el tunecino Chtioui¡­ All¨ª, en 2011, se dio a conocer Sep¨²lveda en Europa, sobre todo en Francia. En 2012 corri¨® de becario en el FDJ, y en 2013 fich¨® por el Bretagne-Sech¨¦, equipo que, como ¨¦l, debuta en el Tour. ¡°Llego justo en la edad para dar el salto de calidad. Y creo que me he preparado bien¡±, dice el escalador, que vive solo, a la espera de que alg¨²n otro ciclista compatriota cruce el charco, en Santa Coloma de Farners (Girona). ¡°Despu¨¦s de terminar segundo en el Tour de Turqu¨ªa, me concentr¨¦ en altura en Andorra, y cuando baj¨¦ logr¨¦ ser quinto en la etapa reina de la Ruta del Sur, aquella en la que pelearon Contador y Quintana¡±.

Pese a los kilos perdidos y las soledades europeas, tan diferentes a las patag¨®nicas, Sep¨²lveda no se ha quedado sin olfato para moverse en el viento. Pese a verse envuelto en la gran ca¨ªda a 25 kil¨®metros de la meta, termin¨® la etapa de Amiens el 33?, en el pelot¨®n de los m¨¢s grandes, sin ceder ni un segundo.